Ropa de segunda mano, un orgullo, no una verg¨¹enza
La ¨²ltima tendencia para buscadores de productos originales y defensores de la sostenibilidad es comprar productos ¨²nicos y usados

El mercado de segunda mano ha dejado atr¨¢s su relaci¨®n con la crisis econ¨®mica y ha encontrado en la moda a su clientela m¨¢s fiel. Los compradores de ropa y complementos usados se definen por apreciar la originalidad de las prendas sin sentir ning¨²n tipo de rechazo a su vida anterior, huyen de la moda en cadena, y viven concienciados con el cuidado del planeta.
Las compras de prendas de vestir y calzado han permanecido estables desde 2016, seg¨²n los datos del Observatorio Cetelem de Consumo. No ha ocurrido lo mismo con los electrodom¨¦sticos, los accesorios deportivos o los coches, que se han desplomado con la llegada de la recuperaci¨®n econ¨®mica. Las aplicaciones m¨®viles y p¨¢ginas web facilitan los intercambios y contribuyen al auge de esta moda, que tambi¨¦n se sustenta en mercadillos y tiendas especializadas.
Esta tendencia, y la intenci¨®n de poner en valor art¨ªculos usados, han propiciado el nacimiento en el centro de Madrid de Vintalogy, una tienda de 1.000 metros cuadrados que se presenta como la m¨¢s grande de Europa y se dedica en exclusiva a la segunda mano. Su creadora, Teresa Castanedo, fundadora del Mercado de Motores, explica que ¡°los centros comerciales estuvieron muy de moda, pero ahora gusta m¨¢s el comercio de centro de ciudad, con algo de originalidad y una personalidad m¨¢s propia que la de las grandes cadenas. Todo son ciclos. Entramos en un ciclo en que la gente valora la segunda mano¡±.
Uno de los motivos es la preocupaci¨®n por el medio ambiente. ¡°A nadie se nos ocurre tirar el envase de un yogur al cubo de lo org¨¢nico, se nos ponen los pelos de punta. Sin embargo, la ropa no la reciclamos, y tiene un reciclaje excelente. Es una de las industrias que m¨¢s contamina¡±.
Atr¨¢s quedaron los tiempos en que vestir ropa usada estaba mal visto. ¡°A la gente le gusta que sea de segunda mano, la gente lo apoya, la gente dice que mola la segunda mano¡±, a?ade la empresaria, que anima a quitar hierro a la palabra ¡°usado¡±. Mientras recorre su tienda, Castanedo cuenta que ¡°todo ha pertenecido a alguien. Eso es bueno. Cuando alguien te pregunta d¨®nde te lo has comprado, te sientes orgulloso de decir que es usado. La ropa de segunda mano ahora la compras con orgullo, no con verg¨¹enza¡±.
Hay, en parte, un cierto esp¨ªritu de rebeld¨ªa en quienes secundan este tipo de consumo. ¡°Vestir de segunda mano es mucho m¨¢s que vestir de forma diferente y sostenible, hemos cambiado completamente el modelo de armario. Las grandes cadenas nos han impuesto el modelo de ¡®cambia tu armario cada temporada, que es muy barato¡¯. Hay una especie de bombardeo de compra m¨¢s ropa y hay gente, cada vez m¨¢s, que reacciona a esto¡±.
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