¡°La juventud africana tiene que espabilarse para sobrevivir¡±
Faissol Gnonlonfil produce pel¨ªculas en ?frica para mostrar la realidad del continente
¡°La juventud africana, al menos la de ?frica occidental, est¨¢ muy descontenta. Se inspira en la precariedad porque no tiene empleo y est¨¢ obligada a esperar una vida mejor como ¨²nico futuro¡±, afirma el benin¨¦s Faissol Gnonlonfin. Este productor de documentales en pa¨ªses del ?frica francona, observa que esta es una caracter¨ªstica com¨²n a los j¨®venes de la regi¨®n y por eso cada vez hay menos diferencias entre los de un pa¨ªs y otro; y ve esta situaci¨®n como el resorte detr¨¢s de la fuerza que les mueve a querer ¡°echar a los dirigentes corruptos que llevan a?os en el poder¡±.
Otra de las convicciones que comparten los j¨®venes de ?frica occidental es que sus gobiernos ¡°escuchan m¨¢s al colonizador que a sus ciudadanos. Por eso muchas personas se est¨¢n organizando, en los distintos pa¨ªses, bajo la premisa de ¡®o nos escuch¨¢is u os echamos y ponemos en vuestro lugar a quienes puedan poner en pie al pa¨ªs y cortar los puentes con el colonizador¡±.
Los documentales que produce Gnonlonfin, a trav¨¦s de su productora, Merveilles Productions, siempre tienen como trasfondo estas realidades. Tal es el caso de La col¨¨re dans le vent, de Amina Weira (2016) que denuncia la explotaci¨®n del uranio en Arlit, norte de N¨ªger, desde 1976 y la consecuente contaminaci¨®n de la regi¨®n que ha interrumpido por completo la vida de la poblaci¨®n local. Francia se lleva todos los beneficios mientras que los nigerinos quedan condenados a la miseria. En Lendemains incertains (Futuros inciertos), del director burund¨¦s Eddy Munyaneza (2018), se habla de las manifestaciones en las calles de Buyumbura contra el tercer mandato del presidente Pierre Nkurunziza. Un documental censurado en Burundi. O en Vivre riche (Vivir siendo rico) primer documental del marfile?o Jo?l Akafou (2017) que muestra la realidad de un grupo de j¨®venes de entre 15 y 25 a?os que se limitan a realizar peque?as estafas para poder sobrevivir. Consideran que enga?ar a los europeos es un poco como recuperar la deuda colonial. Estos dos ¨²ltimos han sido exhibidos en el XV Festival de Cine Africano Tarifa-T¨¢nger (FCAT).
¡°En todos estos documentales, y en otros que produzco, se muestra c¨®mo la juventud tiene que espabilarse para poder sobrevivir¡±, comenta el productor, que a?ade: ¡°Como se ve, esta realidad no es caracter¨ªstica de un solo pa¨ªs, sino que es pr¨¢cticamente la misma en toda ?frica occidental¡±. A pesar de estas similitudes, estos pa¨ªses no dejan de ser muy diversos y diferentes entre ellos, sobre todo a nivel cultural. ¡°Es por lo que me gusta producir estos documentales, porque en cada pa¨ªs aprendo un cultura distinta sea Ben¨ªn, Togo, Costa de Marfil, Senegal, Burkina o Camer¨²n¡±, asegura Gnonlonfin.
Quiere dejar claro que no hace las pel¨ªculas para que las vean los occidentales
Antes de ser productor, Gnonlonfin fue director, pero decidi¨® abandonar esa v¨ªa para dedicarse de pleno a la producci¨®n de documentales ¡°que me tocan, que me afectan, para mostrar la verdadera ?frica y que ayuden a cambiar ?frica¡±. Pero deja claro: ¡°Estos documentales no est¨¢n ah¨ª para dar una lecci¨®n a nadie, pero si permiten cambiar algo, mostrar lo que sucede en un pa¨ªs africano, eso me dar¨¢ mucha satisfacci¨®n", asegura el benin¨¦s.
Gracias a los documentales de Gnonlonfin y otros como Boxing Libreville del benin¨¦s Am¨¦d¨¦e Pac?me (2018), Kinshasa Makambo del congol¨¦s Dieudo Hamani (2018) o Vote off del argelino Fay?al Hammoun (2017), el FCAT 2018 ha constatado que hay una tendencia en ?frica a retratar la realidad de los j¨®venes del continente, sus frustraciones, sus luchas diarias, los medios que tienen que inventar para sobrevivir y sus esperanzas y sue?os. No es algo para lo que directores y productores africanos se hayan puesto de acuerdo, surge de manera espont¨¢nea en los distintos pa¨ªses.
En ?frica casi no existen salas de cine
De hecho, ¡°hay muy poca comunicaci¨®n entre productores y directores de los distintos pa¨ªses africanos¡±, asegura Gnonlonfin. Y eso a pesar de que existen instituciones que propician el intercambio como la Federaci¨®n Panafricana de Cineastas (FEPACI). Igualmente, los festivales de cine que proliferan en el continente son una ocasi¨®n para encontrarse y compartir y, sobre todo, ¡°para mostrar nuestro cine¡±. Es el caso de FESPACO de Uagadug¨², Ecrans noirs de Yaund¨¦ y otros que se celebran en pa¨ªses como Togo, Ruanda, Burundi¡ ¡°Hay muchos festivales que nos permiten mostrar nuestras pel¨ªculas pero el verdadero problema de comercializaci¨®n de las pel¨ªculas en ?frica es la falta de salas de cine¡±.
Este es el verdadero problema cuando se quieren exhibir pel¨ªculas en ?frica. Es una labor nada f¨¢cil por la falta de salas de cine. ¡°Nosotros militamos para que se abran salas¡±, asegura el productor, ¡°pero son m¨¢s las salas que se cierran que las que se abren¡±. Por eso, ¨¦l y sus colegas propician las proyecciones al aire libre, incluso en las zonas m¨¢s remotas.
A pesar de estos problemas y de lo que la gente pueda pensar, Gnonlonfin quiere dejar claro que no hace las pel¨ªculas para que las vean los occidentales, "las hacemos para mostrarlas en ?frica. Siempre, nuestro primer objetivo es mostrar nuestras pel¨ªculas al p¨²blico africano; entre otras cosas porque la imagen tiene un gran poder que muestra las fuerzas y las debilidades de las personas, por eso es importante que se vean en ?frica. Todas las pel¨ªculas que yo he producido en estos cinco o seis a?os, siempre han sido proyectadas en sus propios pa¨ªses y otros africanos. Si esto puede ayudar al desarrollo de los pa¨ªses en ?frica ser¨¢ toda una satisfacci¨®n para m¨ª y una raz¨®n m¨¢s para seguir trabajando¡±.
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