Es el descontento, no los mercados

Italia y Espa?a est¨¢n abocados a un adelanto electoral por falta de gobernabilidad y los mercados est¨¢n alarmados. No es casual y los mercados, como casi siempre, reaccionan cuando los problemas sin resolver estallan. Hace tiempo que los datos econ¨®micos y sondeos como el reciente Eurobar¨®metro emit¨ªan se?ales n¨ªtidas sobre el descontento ciudadano en los dos pa¨ªses y este es el origen ¡ªmuy desigual¡ª de ambas crisis: arrojaron un panorama pol¨ªtico renovado y ahora explosionan con crisis de gobierno.

Ese Eurobar¨®metro indica que el europe¨ªsmo ha aumentado entre los ciudadanos europeos. Los espa?oles siguen siendo de los m¨¢s entusiastas, pero los italianos se est¨¢n alineando con los m¨¢s euroesc¨¦pticos y la falta de solidaridad con la crisis migratoria ha influido en ello. Hasta ah¨ª la divergencia. El resto es com¨²n: empobrecimiento, desigualdad, corrupci¨®n, malos gobernantes que han endeudado al pa¨ªs y escasa confianza en las instituciones nacionales.

El deterioro de las instituciones pol¨ªticas es palpable en ambos pa¨ªses. Se conf¨ªa m¨¢s en la democracia europea que en la propia. De ello ya alertaba en octubre el Pew Research Center: dos tercios de la poblaci¨®n de Italia, Espa?a y Grecia no est¨¢ satisfecha (frente al 52% de media en los 38 pa¨ªses consultados). En ambos pa¨ªses preocupan mucho m¨¢s que en el resto el desempleo y la econom¨ªa, estancada en Italia, recuper¨¢ndose precariamente en Espa?a. El colof¨®n es que para resolver la situaci¨®n hay una clase pol¨ªtica que se muestra incapaz de superar los desencuentros y pactar lo fundamental.

Uno de los datos m¨¢s novedosos del ¨²ltimo Eurobar¨®metro es que los europeos aceptan con naturalidad a los nuevos partidos. Los franceses lo han demostrado votando masivamente a un movimiento pol¨ªtico, el de Emmanuel Macron, que no exist¨ªa un a?o antes de las elecciones. Los italianos han optado por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y en Espa?a se consolidan Podemos y Ciudadanos. Algunos son tachados, con raz¨®n, de populistas. Pero no siempre se limitan a canalizar el descontento. Es muy probable que Carlo Cottarelli tenga raz¨®n y que implementar una renta b¨¢sica sea inviable tal como quiere el M5S, pero tambi¨¦n es cierto que es urgente poner coto a tanta desigualdad. Seg¨²n la OCDE, los cuatro pa¨ªses en los que m¨¢s se benefician los que m¨¢s tienen son, por este orden, Grecia, Portugal, Italia y Espa?a.

Por segunda vez en una d¨¦cada se soslayan en Italia las urnas (recu¨¦rdese a Mario Monti). Es una iniciativa que promete m¨¢s euroescepticismo, m¨¢s orgullo nacional herido y m¨¢s desaliento. La tarea de recuperar a Italia es ardua y debiera empezar por analizar con menos prejuicios las propuestas pol¨ªticas que tratan de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y por convencer a estos de que los intereses nacionales se defienden casi siempre mejor desde Bruselas. No hay que esperar a que los mercados entren en p¨¢nico para reaccionar.