La rebeli¨®n en TVE
El movimiento in¨¦dito y ejemplar de las mujeres trabajadoras de RTVE ha conseguido situar como principal prioridad democratizar los medios p¨²blicos.
INTERPELADO POR el estado permanente de desinformaci¨®n en TVE, la televisi¨®n p¨²blica, el ministro Crist¨®bal Montoro respondi¨® con una inhabitual desinteligencia por su parte: ¡°?Si no le gusta, cambie de canal!¡±.
La memoria tiene misteriosas estrategias, y yo ese d¨ªa me acord¨¦ de lo que sucedi¨® con la banda de m¨²sica de Corme. Es este un pueblo marinero, en la Costa da Morte, cerca del cabo Roncudo, el lugar m¨¢s percebeiro del mundo, sin exagerar. Lugar tambi¨¦n de naufragios, de los que dan testimonio las cruces de piedra en los acantilados. En una ocasi¨®n milagrosa, una ola vagabunda iz¨® a un pesquero de Corme y lo pos¨® en lo alto del monte: los tripulantes pudieron salir andando. Gran parte de Corme emigr¨® en el pasado al barrio donostiarra de Trintxerpe, en Pasaia, para trabajar en buques vascos. En 1936, en la guerra, los de Corme formaron como gudaris el llamado Batall¨®n Celta.
Pero lo que me vino a la memoria fue lo de la banda de m¨²sica en aquellos d¨ªas dram¨¢ticos. En el verano de 1936 se present¨® una partida de falangistas armados. La gente marinera de Corme ten¨ªa fama de republicana. Y tambi¨¦n de un gran amor a la m¨²sica, que mantienen vivo. Los fascistas hicieron formar a los componentes de la banda con sus instrumentos. Y los obligaron a algo ins¨®lito: no ten¨ªan que tocar, ten¨ªan que destocar. Por ejemplo, si hab¨ªan tocado el Himno de Riego, pues ten¨ªan que destocarlo. La banda de m¨²sica tuvo que tragarse las notas, el aire del himno.
En un ambiente de crisis democr¨¢tica, de deserci¨®n moral en quienes ocupan el puente de mando, es la sociedad la que genera energ¨ªas renovables de esperanza
Ellos tocaban bien y los hicieron destocar.
Pero los de Corme no dejaron de tocar, aunque fuese en silencio. Otro d¨ªa de verano se present¨® el yate Azor en la r¨ªa, con Franco pescando en proa. Los ni?os de Corme corrieron al extremo del dique y le cantaron a coro la canci¨®n de moda: El p¨¢jaro pinto, de Joselito. No s¨¦ si el dictador se lo tom¨® como un himno, pero el Azor cambi¨® de inmediato de rumbo, para gran alegr¨ªa de la gente y los peces.
El episodio de obligar a destocar deber¨ªa figurar en una historia de la perversidad.
Pero, al contrario, en una democracia deber¨ªan ejercerse con naturalidad el deber y el derecho a desdecir.
Despu¨¦s del exabrupto, ser¨ªa un acto de inteligencia por parte del se?or Montoro el desdecirse. ?l no puede hablar como un propietario de TVE, y su respuesta refleja esa mentalidad. Durante una campa?a electoral auton¨®mica, un periodista de TVG (otro canal p¨²blico apropiado por una facci¨®n pol¨ªtica) le pregunt¨® a Fraga Iribarne: ¡°Se?or presidente, ?c¨®mo va nuestra campa?a?¡±. Lo que vino a decir el se?or Montoro fue eso: ¡°Si no le gusta el nuestro, cambie de canal¡±. Por esas fechas, tuvimos noticia de un ejemplo escabroso de la apropiaci¨®n sectaria de TVE. La censura del v¨ªdeo en que se ve¨ªa a toda una jefa de comunicaci¨®n del Gobierno espa?ol respondiendo ¡°?Os jod¨¦is!¡± a unos pensionistas que expresaban sus demandas. Los profesionales de TVE en Valencia, lugar del suceso, fueron obligados a destocar, cuando la que toc¨® el bochorno fue la jefa compositora de ¡°?Os jod¨¦is!¡±. Pero el episodio tuvo una segunda parte de dignidad: la dimisi¨®n de Arantxa Torres, editora del informativo valenciano, que no acept¨® la orden de desinformar. Y, adem¨¢s, escribi¨® una carta memorable defendiendo el derecho a la informaci¨®n de los ciudadanos frente a los intereses pol¨ªticos de turno.
En un ambiente de crisis democr¨¢tica, de deserci¨®n moral en quienes ocupan el puente de mando, es la sociedad la que genera energ¨ªas renovables de esperanza. El espect¨¢culo pol¨ªtico es desolador. Se habla mucho de dilemas, pero de una forma que recuerda demasiado a lo que dec¨ªa Lincoln: ¡°Un dilema es un pol¨ªtico tratando de salvar sus dos caras a la vez¡±. La fertilidad democr¨¢tica est¨¢ en la gran pulsi¨®n feminista del 8 de marzo, la solidaridad activa de los pensionistas, y en ese movimiento in¨¦dito, ejemplar, de las mujeres trabajadoras de RTVE, impulsoras de las protestas de los ?#ViernesNegro, que han conseguido situar como principal prioridad democr¨¢tica acabar con la sustracci¨®n sectaria de los medios p¨²blicos. Para que tambi¨¦n Montoro se informe y no tenga que cambiar de canal.
Y es que hay momentos hist¨®ricos en que el problema no es la desobediencia, sino la obediencia.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.