Los platos de pl¨¢stico pronto ser¨¢n una reliquia
La Uni¨®n Europea se propone prohibir los materiales de un solo uso e imponer nuevas normas de consumo
La isla de Henderson, en el Pac¨ªfico sur, est¨¢ deshabitada. Sus playas, sin embargo, son un vertedero de desechos; la mayor¨ªa de ellos, de pl¨¢stico. La playa del Ambar, en la Graciosa, un paradisiaco paraje canario, sufre una grave contaminaci¨®n por pl¨¢stico. Las corrientes marinas no conocen fronteras y escupen su basura all¨¢ donde pueden. Por eso, es probable que una de las ¨²ltimas iniciativas de la Uni¨®n Europea tenga alcance mundial. M¨¢s que nada, porque el desbocado consumo de utensilios de pl¨¢stico desechable de los europeos puede mostrar su peor cara en cualquier lugar del planeta.
La Comisi¨®n Europea ha propuesto la prohibici¨®n de pajitas y cubiertos de pl¨¢stico y la exigencia a los fabricantes de envases de comida, vasos o bolsas de que sufraguen una parte de los gastos de limpieza de esos desechos que tardan siglos en descomponerse. Se propone tambi¨¦n una serie de medidas para favorecer el reciclaje y redise?ar ciertos formatos; que los tapones de pl¨¢stico, por ejemplo, queden fijados a sus recipientes. Algunos productores ya se han quejado. ?C¨®mo sustituir a las pajitas que llevan incorporados los envases de tetrapack? Modificar todo el modelo de producci¨®n con nuevas pajitas de cart¨®n lleva un coste, as¨ª que los empresarios ya est¨¢n haciendo lobby para sufrir lo menos posible e incluso parar una pol¨ªtica que asoma imparable.
Los estadounidenses tiran 2,5 millones de botellas de pl¨¢stico cada hora. Cada a?o acaban en los mares ocho millones de toneladas de pl¨¢sticos. En las costas brit¨¢nicas se dispersan habitualmente 24 bastoncitos para los o¨ªdos cada cien metros. Este peque?o y aparentemente inocuo utensilio es de los que van directamente al retrete tras su uso. Y de ah¨ª, al mar De continuar en general con el mismo modelo de consumo en los pa¨ªses desarrollados, en apenas treinta a?os habr¨¢ m¨¢s pl¨¢stico en los oc¨¦anos que peces, ha alertado el grupo de Los Verdes/ALE (Alianza Liberal) del Parlamento Europeo.
Es un panorama siniestro del que alertan sistem¨¢ticamente los ecologistas, la ONU y las autoridades. De nada sirven los titulares tremendistas; abundantes en este campo. Terminaremos, como bien dec¨ªa uno de los titulares de este mismo peri¨®dico, nadando en mares de pl¨¢stico con la fauna marina intoxicada por nuestra culpa.
Espa?a se ha sumado a la batalla medioambiental con una medida extremadamente t¨ªmida: las bolsas de un solo uso dejar¨¢n de ser gratuitas en todos los comercios el mes pr¨®ximo. Y ello da una idea de la escasa conciencia existente sobre la envergadura del problema. Hace tiempo que en otros pa¨ªses de nuestro entorno est¨¢n prohibidas las bolsas de un solo uso, por ejemplo. Los comerciantes se han adaptado a las de cart¨®n sin mayores problemas. Hasta hace poco, dos tercios del pl¨¢stico para reciclar que se produc¨ªa en el mundo terminaba en China. Ahora que el problema sigue creciendo hay que buscar alternativas. Reciclar m¨¢s y reciclar mejor. Pero una buena soluci¨®n es ahorrar en pl¨¢stico; aunque sea tan barato ¡ªese es parte del problema¡ª. Exigir productos sin envoltorios, comprar a granel, como antes, y salir de casa con la cesta de la compra, que dura bastante m¨¢s que esas bolsas que ya no ser¨¢n gratuitas. No habr¨¢ otro remedio, pero cualquiera puede adelantarse.
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