Frenos en el ascensor social

El nuevo informe de la OCDE sobre movilidad social en los pa¨ªses desarrollados arroja para Espa?a poderosas se?ales de alarma que deber¨ªan provocar una reflexi¨®n inmediata y respuestas a la altura de los retos que afrontamos. El ascensor social ¡ªlos mecanismos de movilidad que permiten a las nuevas generaciones progresar con respecto a las anteriores¡ª no es de los peores de Europa: un espa?ol de origen familiar pobre tarda hasta cuatro generaciones en saltar a una clase de ingresos medios, solo por detr¨¢s de los pa¨ªses n¨®rdicos. Pero el denominado ¡°suelo pegajoso¡±, que impide el despegue social de los menos favorecidos, no solo es peor que en el resto de la OCDE, sino que ha empeorado para Espa?a desde los a?os noventa.

El abandono escolar y el desempleo de larga duraci¨®n nublan aqu¨ª las posibilidades de progreso social en mayor medida que en el resto de la OCDE: el 64% de los espa?oles pertenecientes al quintil m¨¢s bajo de la escala de ingresos se quedar¨¢n estancados en ¨¦l, frente al 57% de media de la OCDE. El 56% de los hijos de padres con bajo nivel educativo tambi¨¦n se mantendr¨¢n en ¨¦l, frente al 42% de media. Paralelamente, la seguridad de permanecer en la franja m¨¢s alta de ingresos es mayor en Espa?a que en el resto de pa¨ªses analizados. La desigualdad, por tanto, no es solo una realidad que mina el desarrollo despu¨¦s de la crisis, sino una peligrosa herencia que impide una mejora de las perspectivas individuales.

El informe es una importante herramienta que puede ayudar al Gobierno a orientar sus prioridades y que fija los deberes m¨¢s urgentes para una sociedad que pretenda una mayor capacidad de generar igualdad y progreso social: uno es mejorar la calidad y la eficacia del gasto en ense?anza y, el otro, abordar la lucha contra el paro de larga duraci¨®n. El Gobierno deber¨ªa hacer caso, y cuanto antes, al manual de instrucciones que nos presta la OCDE.