Democracia de pl¨¢stico
La libertad nos lleg¨® por ces¨¢rea, pero cuando se reparten las notas, nuestro sistema sigue aprobando
A menudo, los espa?oles creemos que nuestra democracia es de pl¨¢stico. Frente a la democracia de dise?o y materiales nobles de los escandinavos, o la rep¨²blica de hierro forjado en las revoluciones de franceses o americanos, la nuestra nos parece hecha de alg¨²n derivado del petr¨®leo.
Quiz¨¢s es por su mancha de nacimiento. Nuestra democracia es una metamorfosis de un r¨¦gimen autoritario previo. La libertad nos lleg¨® por ces¨¢rea, sin el tr¨¢nsito de una ruptura dolorosa, pero ¡°natural¡±. O quiz¨¢s es por una ejecutoria defectuosa. Los abusos cometidos desde el poder han minado la confianza de los espa?oles no solo en los ¨®rganos representativos (lo cual puede ser hasta saludable), sino en los pilares administrativos del Estado (lo cual es preocupante).
Pero, cuando se reparten las notas, la democracia espa?ola sigue aprobando. Este junio, los expertos consultados por la Fundaci¨®n Alternativas para su Informe sobre la Democracia en Espa?a le han dado un 5,7. Una calificaci¨®n modesta, pero algo mejor que los aprobados rapados del trienio 2013-2015.
Desde el punto de vista de los procedimientos, nuestro pa¨ªs es impecablemente democr¨¢tico. Los derechos civiles y pol¨ªticos, as¨ª como los econ¨®micos y sociales m¨¢s b¨¢sicos, est¨¢n protegidos a un nivel similar al de las mejores democracias del mundo.
Nuestro problema no son las reglas formales, sino las informales. No son los pol¨ªticos, sino las pol¨ªticas p¨²blicas. Elegimos a nuestros representantes de forma democr¨¢tica, pero, una vez en el cargo, abusan del poder ilegalmente (corrupci¨®n) o lo usan de forma opaca (poca transparencia). La toma de decisiones pol¨ªticas no est¨¢ abierta a la participaci¨®n. Como anotaba Salvador Parrado en un trabajo para C¨ªrculo de Empresarios, el asesoramiento sobre pol¨ªticas en Espa?a proviene principalmente de funcionarios y asesores de los cargos ejecutivos. En comparaci¨®n con otras democracias europeas, nuestros pol¨ªticos consultan poco a la sociedad. Tampoco a los cient¨ªficos. No tenemos cultura de libros blancos o de informes de expertos.
Nuestra democracia no es de pl¨¢stico, pero le falta software. @VictorLapuente
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