RTVE es de todos

En toda democracia consolidada, los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos cumplen unas funciones que van m¨¢s all¨¢ de las meramente informativas, educativas o de entretenimiento. Las radios y televisiones estatales son un instrumento para promover la cohesi¨®n territorial y la diversidad ling¨¹¨ªstica y cultural, contribuyen a preservar los derechos de las minor¨ªas y de los menores y fomentan la libre expresi¨®n de las ideas. Por su propia condici¨®n, estos medios deben estar al servicio de los ciudadanos, a quienes tienen la obligaci¨®n de rendir cuentas a trav¨¦s de sus leg¨ªtimos representantes en el Parlamento.

En Espa?a, los medios audiovisuales de titularidad p¨²blica ¡ªya sean de ¨¢mbito estatal, auton¨®mico o local¡ª no puede decirse que est¨¦n completamente homologados a las corporaciones europeas prestigiosas, como la BBC o la ZDF, motivo de orgullo para brit¨¢nicos y alemanes, respectivamente. En Espa?a, estos entes p¨²blicos son una anomal¨ªa en t¨¦rminos democr¨¢ticos. Tradicionalmente han actuado como un ap¨¦ndice del poder, abdicando de su funci¨®n b¨¢sica, que no es otra que la de preservar su independencia respecto al poder pol¨ªtico.

Utilizada de forma descarada en beneficio propio por los Gobiernos de turno, RTVE no ha cumplido la misi¨®n que se le debe exigir a una instituci¨®n obligada a respetar el pluralismo, albergar todas las sensibilidades ideol¨®gicas y cumplir con los principios b¨¢sicos de neutralidad, rigor y credibilidad.

Los escasos intentos llevados a cabo por los grupos pol¨ªticos para que la televisi¨®n p¨²blica dejara de ser un ¨®rgano de partido han fracasado estrepitosamente. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero impuls¨® una ley que dejaba la elecci¨®n del consejo de administraci¨®n y del presidente de RTVE en manos de una mayor¨ªa cualificada del Congreso de los Diputados. La medida propici¨® una de las etapas m¨¢s profesionales e independientes de la corporaci¨®n p¨²blica y que tuvo un reflejo especial en los informativos. El consenso dur¨® poco. Mariano Rajoy cambi¨® la ley y design¨® al nuevo presidente solo con los votos del PP.

La falta de un modelo consensuado y aceptado por los cuatro grandes partidos est¨¢ erosionando una instituci¨®n como RTVE, que deber¨ªa funcionar al margen de los vaivenes pol¨ªticos. El grupo audiovisual vive una situaci¨®n esperp¨¦ntica. Su actual presidente, Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez, acaba mandato el pr¨®ximo viernes sin que el Congreso haya nombrado sucesor. En una clara dejaci¨®n de sus responsabilidades, los grupos parlamentarios han puesto en marcha maniobras dilatorias para bloquear durante meses la renovaci¨®n de la c¨²pula directiva. El c¨¢lculo partidista ha primado sobre el inter¨¦s general[¡­]: lo demuestra el desprecio hacia los procedimientos y la gesti¨®n de una instituci¨®n p¨²blica que deber¨ªa disfrutar de una posici¨®n tan respetable como la que tienen otros organismos p¨²blicos, ya sean el Banco de Espa?a, la CNMV o el Consejo General del Poder Judicial.

Los pol¨ªticos tienen en sus manos trasladar a RTVE el modelo BBC, tantas veces invocado como s¨ªmbolo de independencia. Los ciudadanos exigen un servicio de calidad, plural y no sectario. Todo lo contrario de lo que ahora reciben.