Al buen callar le llaman S¨¢nchez
Est¨¢ por ver si el presidente hace sus promesas para llegar a cumplirlas o para llegar a unas elecciones anticipadas
Al viejo adagio espa?ol de ¡°al buen callar le llaman Sancho¡±, que no remite a El Quijote sino a Sancho II de Castilla ponderando la virtud de la discreci¨®n, bien se le podr¨ªa hacer una actualizaci¨®n en el siglo XXI: ¡°al buen callar le llaman S¨¢nchez¡±. Desde su toma de posesi¨®n, ¨¦ste ha sabido evitar las declaraciones y entrevistas hasta activar su Gabinete de campanillas con los primeros gestos epatantes. El presidente parece tener asumido, shakespeareando, que uno es due?o de sus silencios pero esclavo de sus palabras. Quien no tiene boca, no se equivoca. De ah¨ª su silencio obstinado salvo en la entrevista palaciega marca de la casa TVE, tan alejada de los usos period¨ªsticos en los grandes medios p¨²blicos europeos que los presentadores pod¨ªan haber ido de negro para protestar en directo por su propia entrevista. Y poco m¨¢s: fotograf¨ªas de runner con perro y el altavoz de Twitter, estilo Casa Blanca.
Claro que con la sesi¨®n de control de esta semana se acab¨® la tregua de silencio. Y aunque Iglesias us¨® con ¨¦l maneras de guante blanco, como si no viniera de la frontera ¨¢spera de Vallecas sino de sestear en su confortable casopl¨®n con vistas al Guadarrama; y el estilo falt¨®n de Hernando, sobre el precio que se pagar¨¢ a ¡°populistas/indepes/amigos de la vieja ETA¡±, al final es inocuo de puro excesivo; ha sido romper a hablar y a S¨¢nchez ya le han sacado los colores. Lo que en la oposici¨®n es gratis, en el BOE no. Las palabras ya le pasan factura. En concreto las pensiones, peajes, permisos de paternidad, copago farmac¨¦utico y hasta lo del pl¨¢tano canario¡ apuntan a la cota de dos mil millones. El precio de no poder callar es alto. En Europa, a pesar Nadia Calvi?o, estar¨¢n afilando los excels. ?S¨¢nchez dice la verdad all¨ª con su promesa de rigor o aqu¨ª con sus promesas de gasto?
Hay, sin embargo, una promesa a la que se ha resistido: la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica. Resulta extra?o que, dispuesto a hacer gestos para contentar a todos, haya cortado en seco ah¨ª, frustrando las expectativas razonables de Valencia y Andaluc¨ªa. Su coartada es la falta de tiempo, pero en TVE anunci¨® que agotar¨ªa la legislatura. As¨ª que S¨¢nchez no ha dicho la verdad o sobre la fecha de 2020 o sobre la financiaci¨®n. ?Pero por qu¨¦ no molestarse siquiera en decir ¡°no es f¨¢cil pero lo voy a intentar¡±? Frases as¨ª las dec¨ªa incluso Rajoy para ir tirando. ?Por qu¨¦ ni siquiera eso, exponi¨¦ndose a la iron¨ªa de Baldov¨ª por hacerles un Montoro? Es inveros¨ªmil que sea un error, as¨ª que ha de haber un motivo. Y todas las hip¨®tesis apuntan a Catalu?a: S¨¢nchez va a anteponer la bilateralidad. Incluso hay mosqueo con la reuni¨®n secreta S¨¢nchez-Iglesias y despu¨¦s Iglesias-Torra¡ Un efecto colateral del silencio es fomentar las especulaciones.
En fin, est¨¢ por ver si hace sus promesas para llegar a cumplirlas o para llegar a elecciones anticipadas. Hoy las apuestas no est¨¢n en 2020, sino en primavera de 2019. Se tratar¨ªa de llevar Catalu?a encarrilada; y las dem¨¢s comunidades quedar¨¢n, como con Rajoy, en lista de espera.
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