El grito de la militancia
Si los partidos no imponen filtros, las primarias m¨¢s competitivas (con m¨¢s candidatos) ser¨¢n un terreno abonado para los contendientes m¨¢s intransigentes
Antes se romper¨¢ Espa?a que el PP. Es lo que debieron pensar Fraga y Aznar al implantar un partido tan centralizado. Pero, ante la presi¨®n democratizadora, el sempiterno dedazo popular est¨¢ sufriendo el mismo esguince que ha afectado al resto de partidos. Ahora toca dar la voz a los militantes.
Democratizar un partido es problem¨¢tico. Cuando una formaci¨®n se abre, corre el riesgo de romperse. Con la ebullici¨®n medi¨¢tica de las primarias emergen a la superficie todo tipo de corrientes subterr¨¢neas. Y los enfrentamientos p¨²blicos crean heridas que tardan en cicatrizar. Pero, a largo plazo, el partido se refuerza. Que se lo digan al PSOE.
El peligro de las primarias es que pueden ser un trampol¨ªn para pol¨ªticos oportunistas. Para quienes logran cohesionar a una minor¨ªa de fundamentalistas e imponerse a una mayor¨ªa de simpatizantes dividida entre candidatos m¨¢s moderados. As¨ª gan¨® Trump.
Y as¨ª pueden entronizarse pol¨ªticos polarizadores en el carrusel de primarias que viviremos en los pr¨®ximos meses en Espa?a. Si los partidos no imponen filtros, las primarias m¨¢s competitivas (con m¨¢s candidatos) ser¨¢n un terreno abonado para los contendientes m¨¢s intransigentes. Y si se supedita el voto del militante al de los compromisarios, como va a hacer el PP, habr¨¢ un miedo fundado a que intervenga una mano negra, o varias, del aparato.
?C¨®mo democratizar un partido y, al tiempo, evitar que se radicalice? Una f¨®rmula inspiradora son las primarias que se ensayan en algunas ciudades y Estados americanos. La idea es aprovecharse no solo del voto, sino tambi¨¦n del juicio de los simpatizantes. Si les pedimos que, adem¨¢s de votar, clasifiquen a los candidatos y a las candidatas de m¨¢s a menos id¨®neos, obtenemos una informaci¨®n muy valiosa. En el caso de que ninguno de los aspirantes obtenga m¨¢s del 50% de los votos, se elimina a quien tenga menos, y sus apoyos se reparten en funci¨®n de la segunda preferencia de sus votantes. Esto favorece a pol¨ªticos simp¨¢ticos para amplios sectores. As¨ª no podr¨ªa haber ganado Trump.
Necesitamos un dise?o inteligente para que las primarias recojan la voz, y no solo el grito, de la militancia. @VictorLapuente
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