As¨ª era la vida ¡®moderna¡¯ en una oficina de los a?os setenta
Los despachos de las grandes corporaciones no siempre han parecido discotecas o 'chiquiparks'. Hace cuatro d¨¦cadas apenas hab¨ªa mujeres directivas y los sistemas de seguridad eran inexistentes. Un libro, hoy irrealizable, lo recuerda
![En esta oficina de Los ?ngeles de los a?os setenta el sistema de seguridad era a prueba de esp¨ªas (de tercera).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YJ6MY43AR7QRN6ZJ67CYWPWIM4.jpg?auth=1c40dab49a796e09c06fb33a5bfe4a4c5b3b78cf56ed4ba19b8fbf975ca27349&width=414)
Jimmy Carter pronunciaba el 15 de julio de 1979 su discurso m¨¢s recordado y probablemente el m¨¢s complicado de su trayectoria presidencial. El discurso de la crisis de confianza, rebautizado por la prensa como ¡°el del malestar¡±, llamaba al pueblo a la uni¨®n, evidenciando as¨ª que la sempiterna fe norteamericana en sus l¨ªderes, en sus instituciones y en un soleado futuro comenzaba a resquebrajarse. El mundo viv¨ªa la segunda crisis del petr¨®leo y en pocos a?os Estados Unidos hab¨ªa sufrido episodios tan traum¨¢ticos como los asesinatos de John Fitzgerald Kennedy y Martin Luther King o la guerra de Vietnam.
Si a eso le unimos el esc¨¢ndalo Watergate y una tasa de paro y una inflaci¨®n hist¨®ricas, la sensaci¨®n era que el cacareado sue?o americano se derret¨ªa. Y ah¨ª surge la nueva Am¨¦rica. La de las grandes corporaciones. Esa que retrat¨® Susan Ressler en su libro Executive order: Images of 1970¡¯s corporate America, que ahora vuelve a editar Daylight. Una inmersi¨®n en la pomposidad de aquellas oficinas plagadas de s¨ªmbolos de orgullo de clase, g¨¦nero y raza que habitaron los primeros yuppies.
![Una mujer, negra y ejecutiva, un hito en los a?os setenta que la autora retrat¨® en 'Bow Tie'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VE7TK6HWO4KFKEC5TG2CWOXMSU.jpg?auth=abb6a30d0e0071215fcde490775afab7770d9ae7e9f8c123050b27353a3d31aa&width=414)
Fotos deprimentes que muestran con iron¨ªa y g¨¦lido desapego esa Am¨¦rica emergente y que hoy conviene recordar: ¡°Creo que la era Trump es el momento perfecto para rescatar estas fotos que ya en su momento sirvieron de advertencia. Los setenta nos trajeron ¡®la vida moderna¡¯ pero tambi¨¦n una terrible indiferencia hacia la clase media y los trabajadores que abr¨ªa un camino muy peligroso para la democracia¡±, dice Ressler.
Por eso en este volumen habla tambi¨¦n de la figura de la mujer y de los negros entonces. Ressler busc¨® tambi¨¦n hablar de esas realidades, y una de sus fotograf¨ªas m¨¢s simb¨®licas, Bow Tie, as¨ª lo retrat¨®: ¡°Nunca encontr¨¦ a un alto ejecutivo que fuera mujer, ya ni hablar de uno afroamericano, en el entorno corporativo de Los ?ngeles de finales de los a?os setenta; pero de repente apareci¨® ella, alta, negra, andr¨®gina, vistiendo una pajarita que me golpe¨® a la vista y tuve que elevar mi lente hacia ella¡±.
![Trajes impolutos, las primeras plantas en las oficinas y un casco de buzo antiguo como detalle personal.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HPLS5SLIW7D6JB3V2JE645KBT4.jpg?auth=d8363a3a9bceea54b0218066ee3336f96167baf323522b2d683990fa2b8a7e18&width=414)
La autora lanz¨® mensajes a trav¨¦s de los t¨ªtulos de muchas de las fotograf¨ªas. En Reflection, por ejemplo, seg¨²n Ressler, se ve a una mujer reflejada sobre la mesa: ¡°Esta mujer doble, reflejada sobre la superficie brillante del escritorio de su jefe, tiene matices psicol¨®gicos, a?ade ansiedad a la imagen¡±.
!['Reflection', una mujer reflejada en la mesa de su jefe, simbolog¨ªa del incipiente estr¨¦s de las grandes corporaciones.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SFEV46UMHDLQQUYL477NIL3ZCQ.jpg?auth=901ef2c0645511290b89ea00bdc58a097cdd45d8501d8d54317ef44e25351b49&width=414)
El libro hoy ser¨ªa irrealizable: ¡°Fue apoyado por la Fundaci¨®n Nacional para las Artes. Fui bienvenida all¨ª donde fui, pero todo eso fue antes del terrorismo. Aquella confianza no existe hoy¡±. Lo que permanece es todo lo dem¨¢s, desde el machismo al racismo en las multinacionales.
Porque por mucho que en aquellos despachos fuera m¨¢s probable encontrar ceniceros que ordenadores, el exceso corporativo no ha cambiado, solo es m¨¢s ergon¨®mico. La esencia es id¨¦ntica. ¡°Los despachos de hoy son distintos¡±, afirma Ressler. ¡°Las jerarqu¨ªas, sin embargo, son igual de opresivas. Y es ah¨ª donde debemos ser cr¨ªticos. Porque no se trata de oficinas, se trata del sistema¡±.
![Simetr¨ªa en la decoraci¨®n, minimalismo en las paredes y en el techo una obra de Calder.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SMAJOCUNKQND4O6MSFPTMXLMKY.jpg?auth=ad32f7b82cfbb4552fd1e918c27297ec3e13c4dc7b1dc094df55d726a88131da&width=414)
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