Juguetes er¨®ticos m¨¢s all¨¢ de los 60
La edad no ha de ser obst¨¢culo para disfrutar de una sexualidad plena; los juguetes er¨®ticos pueden ayudar a mejorar la calidad de vida en esta etapa
No son pocos los mitos y tab¨²es que, producto de nuestra herencia cultural, contribuyen todav¨ªa a mantener la err¨®nea idea de que el sexo desaparece o deja de interesar a partir de una determinada edad. Para N¨²ria Cano, especialista del centro de psicolog¨ªa, sexolog¨ªa y terapia de pareja Lasexologia.com, ¡°parece que a las personas j¨®venes les da pavor imaginarse a sus padres manteniendo relaciones sexuales¡ Y esto es as¨ª porque no tenemos un imaginario colectivo de representaciones de los mayores en actitudes ¨ªntimas. Ver a dos abuelos bes¨¢ndose puede generar incluso rechazo¡±.
Pero esta sexualidad existe, y para vivirla de forma satisfactoria conviene adaptarse a los cambios fisiol¨®gicos que se dan de forma natural en nuestros cuerpos. ¡°Los mayores tienen sus propios tab¨²es. Por ejemplo en los hombres, porque ya no consiguen una erecci¨®n igual. Si el coito es su ¨²nica actividad sexual, a partir de los 60 tendr¨¢n m¨¢s dificultades. Pero luego hay otros mayores que le dan la vuelta a la situaci¨®n y deciden vivir todo lo que no han vivido de j¨®venes: acariciar otras zonas, centrarse en otras partes del cuerpo¡ Es todo un mundo nuevo¡±.
?scar Ferrani, divulgador sexual y asesor de las tiendas er¨®ticas Amantis, sostiene que el uso de juguetes er¨®ticos tiene m¨²ltiples beneficios, ya que pueden ¡°no solo dinamizar su vida sexual, solos o en pareja, sino afectar muy positivamente a su calidad de vida en general, mejorando o rehabilitando en gran parte mecanismos f¨ªsicos y fisiol¨®gicos muy concretos¡±. Sus clientes m¨¢s maduros suelen acudir a la tienda animados por amistades de su misma edad o por familiares m¨¢s j¨®venes, como afirma Jos¨¦, dependiente en la madrile?a calle de Pelayo, en el barrio de Chueca: ¡°En muchos casos suelen venir las nietas o las sobrinas. Y aunque no pasa continuamente, de vez en cuando viene alguna mujer de 80 a?os diciendo: ¡°Mira, me he quedado viuda y quiero comprar mi primer vibrador. Y ah¨ª tienes que aplaudir¡±. La viudedad es uno de los aspectos vitales que afectan a sus costumbres sexuales, pero no el ¨²nico; tambi¨¦n pueden influir el divorcio o la jubilaci¨®n, por ejemplo. ¡°La persona tiene que realizar entonces un cambio de roles y reestructurar su vida entera¡±, afirma Cano. En Espa?a, Madrid (con 12 pedidos por cada 1.000 habitantes) y el Pa¨ªs Vasco (con siete) son las comunidades que m¨¢s consumen este tipo de productos.
Independientemente del juguete er¨®tico por el que se opte, lo importante es acercarse a ¨¦l con una actitud abierta, consider¨¢ndolo como una oportunidad para ser creativo y aceptando de antemano que no hay por qu¨¦ buscar el coito con penetraci¨®n y orgasmo. Normalmente, las mujeres mayores de 50 a?os tienen una mayor dificultad para alcanzarlo, ¡°ya que hay un menor flujo de sangre hacia los genitales y una menor producci¨®n de testosterona y estr¨®genos. Ello conlleva que se necesite m¨¢s tiempo para alcanzar el cl¨ªmax o que este no se produzca¡±, explica la web de AARP, una ONG estadounidense que vela por los intereses de las personas mayores.
El uso de vibradores, bolas chinas y otros accesorios puede ayudar a superar estos cambios, mejorando la din¨¢mica del juego er¨®tico de una pareja. Entre los m¨¢s demandados, los vibradores para ella y masturbadores o masajeadores prost¨¢ticos para ellos, adem¨¢s de otros art¨ªculos para sorprender a la pareja, como juegos sencillos de rol, lencer¨ªa o complementos para masajes. Seg¨²n Marta Molas, responsable de Comunicaci¨®n de Amantis, ¡°las mujeres mayores que se animan a comprar su primer vibrador suelen decantarse por vibradores vaginales, no especialmente grandes, de formas no realistas y que muchas veces ofrecen una mezcla placentera y terap¨¦utica al mejorar los m¨²sculos de la vagina o la sequedad.
Dentro de los cambios que se dan con la edad, la sequedad vaginal es uno de los m¨¢s comunes, y eso hace que los lubricantes est¨¦n entre los productos m¨¢s demandados por las personas m¨¢s maduras, especialmente aquellos de calidad con pH neutro, con lo que se eliminan riesgos de infecciones. ¡°La mujer lubrica menos, y aunque no tiene por qu¨¦ producir molestias, de repente tienes que prestarle una especial atenci¨®n y cuidado, tienes que lubricarlo¡ Esto influye a la hora de usar accesorios como un vibrador, ya que si la vulva est¨¢ seca el roce es molesto. Y si quieres hacer una penetraci¨®n se pueden llegar a producir llagas o heridas¡±, afirma Cano.
En el caso de los hombres, afirma, ¡°la erecci¨®n ya no es tan intensa, el pene no tiene la misma potencia y eso puede da?arles su autoestima como amantes. Por eso es bueno, tanto para hombres como para mujeres, ampliar la er¨®tica, poner la sexualidad m¨¢s all¨¢ de los genitales y hacerla m¨¢s divertida¡±. Entre las compras m¨¢s comunes, se puede elegir est¨¢ un arn¨¦s con dildo hueco, cremas vasodilatadoras, estimulantes y potenciadoras de la erecci¨®n o desarrolladores con man¨®metro. Otra opci¨®n es la de usar anillos vibradores que se colocan en la base del pene, reteniendo el flujo sangu¨ªneo y prolongando la erecci¨®n, as¨ª como vibradores que pueden ser usados incluso sin erecci¨®n.
Cuando los mayores acuden en pareja a una tienda er¨®tica, afirma Ferrani, ¡°lo hacen no solo para comprar, sino para pasar un rato divertido¡±, curioseando entre las distintas opciones disponibles. Art¨ªculos de masaje sensitivo, asistentes posturales como cu?as o correajes varios para facilitar posturas minimizando el esfuerzo muscular o estimuladores genitales externos de f¨¢cil manejo¡±. Y si es la primera vez que vamos, N¨²ria Cano sugiere una serie de recomendaciones: ¡°Al comprar un vibrador, asegurarse de que sea de silicona y usarlo siempre con lubricante. Hay que cerciorarse de que los juguetes se usan de la manera indicada y para la parte del cuerpo indicada, sobre todo cuando practicas la penetraci¨®n (y especialmente si es por el ano).
La edad no tiene por qu¨¦ excluirnos de nada: los l¨ªmites los pones t¨².
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