¡°Tus nietos se encari?an contigo tal y como eres. Ser abuelo te hace m¨¢s altruista, menos ego¨ªsta¡±
Los ni?os necesitan estar acompa?ados tambi¨¦n en verano, Y atenci¨®n y cari?o. Y esto, muchas veces, recae en los patriarcas de las familias
La mayor¨ªa de abuelos rejuvenecen cuando est¨¢n rodeados de ni?os llenos de energ¨ªa y se sienten complementados. Su presencia resulta clave en el devenir diario de las familias. Y muchos, cuando llega el verano siguen atendiendo con cari?o a sus nietos mientras padres y madres trabajan antes de coger vacaciones. Para la psic¨®loga y profesora universitaria Noelia Casado Pay¨¢n hay que ¡°tener presente que los menores siguen necesitando estar acompa?ados en verano, Y atenci¨®n y cari?o. Y esto, muchas veces, recae en los abuelos y abuelas¡±.
Es el caso de Abraham Sabido, funcionario de carrera jubilado, y su esposa Manuela. Ambos tienen costumbre de cuidar a su nieta en el est¨ªo y el resto del a?o. En esta ¨¦poca veraniega, Sabido y su familia optan por jornadas sobre todo en la playa. "Siempre he sido yo el que he sacado a mis hijos a dar una vuelta o quien se ha animado m¨¢s a jugar con ellos. O tambi¨¦n los ba?aba o los acostaba. Y con mi nieta estoy haciendo lo mismo. Por ejemplo, si mi mujer cocina; yo la entretengo. O si mi hija est¨¢ estudiando, tambi¨¦n¡±, comenta Sabido.
Convivir con los nietos es una vivencia innovadora; incluso los yayos se atreven a hacer cosas que no hac¨ªan con sus v¨¢stagos. Equilibrar los s¨ªes y los noes a los menores no es tarea f¨¢cil, pero es muy necesaria. Implica ense?arles a pensar y comunicarse con empat¨ªa, alejados de estilos autoritarios y caprichosos. Aunque es dif¨ªcil. ¡°De pronto, la madre le dice a mi nieta: ?Abre la boca! Y ve que le he comprado gusanitos. No tengo voluntad", asegura Sabino. La comunicaci¨®n con los peque?os exige empat¨ªa y mano izquierda. Esa relaci¨®n implica desarrollar una ense?anza emocional entre adultos y descendientes, una tarea pendiente de nuestro tiempo.
Desde la perspectiva de Casado, ¡°generacionalmente hablando, los nietos pertenecen a una etapa evolutiva distinta a la de sus mayores". "Normalmente, los abuelos vienen de una educaci¨®n con otra visi¨®n", prosigue la experta, "una en la que siempre se le ha dado m¨¢s importancia a lo racional y las emociones han quedado en un segundo plano. Ahora somos conscientes de que las emociones sirven de mucho, sobre todo, para interpretar c¨®mo se encuentra la persona, qu¨¦ necesita. Hay abuelos que est¨¢n muy actualizados que, por ejemplo, practican mindfullness, yoga, hacen lecturas de autoconocimiento y de autoayuda¡±. Sin embargo, no es as¨ª en todos los casos. Casado alerta de que hay ¡°otros que siguen reproduciendo una falta de comprensi¨®n de ese lenguaje y sost¨¦n emocional que los menores necesitan. Cualquier persona que se dedique a los cuidados y a la crianza ha de cultivarse en ese sentido tambi¨¦n¡±.
Uno de los graves problemas de los mayores es la soledad. Muchas veces, la presencia de los nietos es una terapia magn¨ªfica, siempre y cuando se desarrollen relaciones sanas. Para Sabido est¨¢ claro, "lo que hago hace que me sienta a gusto con mi nieta y sin la responsabilidad que ten¨ªa cuando era padre. Esa criatura se encari?a contigo tal y como eres. No es como con otra persona con la que tienes que interpretar un papel. Ser abuelo te hace m¨¢s altruista, menos ego¨ªsta. Te quita el ego. Ella te mira y se da cuenta si ese d¨ªa est¨¢s mal y si te falta energ¨ªa. Entonces, se aparta de ti porque se da cuenta de ese d¨ªa no est¨¢s bien".
Los abuelos regalan energ¨ªa a sus nietos, aunque estos a su vez necesitan recuperarse de esos esfuerzos generosos. Tambi¨¦n necesitan disfrutar de su vida y que haya un equilibrio en sus gastos energ¨¦ticos, como advierte Casado: ¡°Pondr¨ªa el acento en que la energ¨ªa de los mayores es la que es. La etapa en la que se encuentran ya no es la de seguir empleando tiempo y fuerzas en cuidar a otros, sino m¨¢s bien en empezar a recibir cuidados, en fomentar los autocuidados, y ah¨ª hay una tesitura muy delicada, ser¨ªa muy interesante lograr el equilibrio. Las experiencias son ilusionantes siempre que las energ¨ªas no se desborden y supongan un trabajo extra para estas personas desarrollarlas¡±.
Una vez atendidos los menores, los abuelos necesitan tiempo para ellos. Supone recuperar proyectos e ilusiones que por el exceso de obligaciones quedaron pendientes. La jubilaci¨®n ofrece un abanico de oportunidades si se emplea una mirada abierta y sensible. Para aquellas familias cuya econom¨ªa se lo permite, adem¨¢s de la colaboraci¨®n de los yayos, tambi¨¦n hay que buscar alternativas para ese tiempo de descanso de los peque?os. Casado propone que hay que ¡°hacerlo teniendo en cuenta la individualidad de cada ni?o". "Los adultos deber¨ªamos estar atentos a sus necesidades, en descubrir esa atracci¨®n espont¨¢nea de los m¨¢s peque?os a ciertos temas, para que las actividades que se les ofrezca vayan en sinton¨ªa a sus gustos. Aqu¨ª el reto est¨¢ en c¨®mo conseguir que esas actividades integren a abuelos y a nietos y as¨ª puedan participar todos¡±, argumenta la experta.
Puede ser un buen principio, que los abuelos rememoren y practiquen aquellas aficiones que les gustaba hacer con sus hijos. A Sabido le funciona con su nieta. ¡°A veces me pongo a jugar con ella en el suelo en una esterilla, con los pies cruzados y sin zapatos. Ella de inmediato tambi¨¦n se los quita. Incluso este verano, mi hija me ha dicho: ?Pap¨¢ vas a tener que volver a cuando ¨¦ramos ni?os y nos contabas cuentos! Recuerdo contarles cuentos para dormirlos, sobre todo a su hermano peque?o¡±.
Las circunstancias laborales de nuestra ¨¦poca est¨¢n marcando la vida personal de las parejas y familias. Para Sabido, en la actualidad los ni?os pasan poco tiempo con sus padres. "S¨¦ que ahora es dif¨ªcil porque, normalmente, ambos progenitores trabajan. Lo veo en mi yerno que es una persona excelente, pero cuando llega aqu¨ª sigue con sus problemas laborales en la cabeza. ?l disfruta un rato con la ni?a, pero cuando la chiquilla mete la pata, se enfada.¡±
Ante esas circunstancias que viven a diario millones de familias, es necesario ampliar los c¨ªrculos de cuidado. "Es urgente traspasar las barreras familiares y consangu¨ªneas, y darnos cuenta de que necesitamos criar a los ni?os en comunidad, que padres y madres ampliemos las redes de apoyo y as¨ª sentirnos integrados en el vecindario, con los amigos. Hay que intentar que tu hijo no solo sea tuyo, sino que ¨¦l se sienta parte de un grupo m¨¢s amplio y tenga oportunidades de relacionarse con personas que no sean familiares directos, sino que se fomente lo que se conoce como las familias afectivas. Hay que rescatarlas y fomentarlas", opina la experta.
La propuesta de Casado es interesante, pero requiere de esfuerzo y de un cambio de mentalidad, dado el excesivo individualismo que hay en la sociedad. El descanso veraniego puede contribuir a ese proceso de maduraci¨®n. Luego en septiembre volver¨¢n las din¨¢micas profesionales compartidas con las escolares. "?Hasta qu¨¦ punto no deber¨ªamos fomentar el no hacer nada y permitir que los ni?os se aburran para que ellos de manera creativa e imaginativa vean en qu¨¦ emplear su tiempo?", se pregunta Casado. Con la jornada escolar y las extraescolares hay una sobrecarga, una sobreestimulaci¨®n y un ritmo fren¨¦tico. "Es necesario aprovechar el verano de manera relajada y que las energ¨ªas se reequilibren y se regulen. Siempre estamos planificando, rob¨¢ndole minutos al d¨ªa, m¨¢s que seguir reproduciendo ese estilo de vida con los menores, les podemos invitar a descansar y a no hacer nada¡±, concluye Casado.
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