Lo amas o lo odias: Shakira, sus canciones, sus bailes y sus s¨ªmbolos
La cantante ha retomado su gira tras un severo problema de garganta. Unos no pueden evitar dejarse llevar por su ritmo; otros no soportan su tono ni que le acusen de plagio
Shaki bonita, por Javier A. Fern¨¢ndez
"Shaki te est¨¢s bien bonita, aunque tambi¨¦n me gustabas cuando estabas m¨¢s gordita, con el pelito negrito y la cara redondita, as¨ª medio rockerita". Esta frase de Mi gordita, una canci¨®n del d¨²o de rap fusi¨®n Calle 13, recoge el sentir de muchos de los seguidores m¨¢s veteranos de la cantante colombiana. El cambio de color de su pelo en 2001 llevaba aparejado un cambio de estilo musical. Casi 20 a?os despu¨¦s, muchos siguen recordando a la original, aquella que demostr¨® que el rock latino no era terreno ¨²nicamente de los hombres. Su conquista del mundo, sin embargo, convirti¨® su nervio en pop tropical apto para las masas. A pesar de todo, su esencia sale a la luz, en ocasiones, entre las capas de reggaeton y Farmatint. Por eso, merece la pena seguir reivindicando a la diva latina por varias razones:
1. Puede que te cueste entender sus letras por su particular manera de vocalizar. O que su voz te resulte insufrible, pero, cada dos o tres veranos, Shakira lanza un temazo que acabas bailando y cantando por todas partes. De La tortura a La bicicleta y de Las de la intuici¨®n al Waka waka. Te los sabes, y no los puedes resistir. Recon¨®celo.?
2. Shakira se mueve como nadie. Sus coreograf¨ªas van mucho m¨¢s all¨¢ de los caderazos. El baile de la gata en su Gira de la Mangosta (2001) y el de la loba enjaulada (con el trasero-globo que se hincha) en el v¨ªdeo de la canci¨®n de mismo t¨ªtulo, est¨¢n muy cerca del moonwalk o la madonniana sentadilla c¨®smica.?
3. Sus baladas y medios tiempos rock siguen presentes en sus discos, aunque no se escuchen en la radio. Hay ejemplos para parar un tren: Lo que m¨¢s, You dont care about me, Coconut tree... En ocasiones, adem¨¢s, nos regala rimas geniales o absurdas como la de Nada, de su ¨²ltimo disco, El Dorado: "Tiro mi bolso Chanel del barrio chino, al sueno mojado y me lanzo a correr...". Al menos se deshace de la pirater¨ªa.
4. Cuando se trata de dar espect¨¢culo, Shakira juega en la misma liga que Madonna, Beyonc¨¦ y Michael Jackson. No solo canta y baila en directo, sus conciertos son un aut¨¦ntico despliegue audiovisual que lo convierten en una experiencia "de MTV Awards", que dir¨ªa la Bj?rk de Joaqu¨ªn Reyes.?
5.Si las puestas en escena te dan igual y los bailes tambi¨¦n, en sus conciertos no te aburrir¨¢s: te sabes muchos m¨¢s?hitazos de los que te gustar¨ªa reconocer.??
6. Aunque lance singles horripilantes, Perro Fiel o Trap son dos ejemplos recientes, la estrella tiene cierto buen gusto musical. Lo demuestra a veces con los temas que elige para versionar en sus discos o en directo: AC/DC, The XX's, la banda catalana Sau, Francis Cabrel o Metallica en la pen¨²ltima gira.?
7. Shakira ha abrazado el reggaeton sin pudor. Muchas grandes estrellas han intentado adaptarse las nuevas tendencias y han hecho el rid¨ªculo, v¨¦ase, y esc¨²chese, a Madonna, o Christina Aguilera.
8. Ha conseguido que canciones en castellano se escuchen en todos los rincones del planeta, varias veces, algo que solo han hecho Julio Iglesias, su hijo, Los del R¨ªo y Las Ketchup, con una canci¨®n. A Shakira no le importa cantar en Hamburgo o en Hong Kong y marcarse el Ciego Sordomuda y La tortura seguidas.?
Lo irritante de Shakira es que no disimula, por Luis Meyer
No es la intenci¨®n de este art¨ªculo valorar el talento de Shakira. No duda, quien escribe, que su carrera estratosf¨¦rica solo se la debe a ella misma y a su tes¨®n, y que m¨¢s all¨¢ de consideraciones musicales, lo que tiene se lo ha ganado a pulso.?
La artista colombiana, empero, es un pel¨ªn laxa a la hora de incluir influencias ajenas en sus canciones. Y eso le ha valido acusaciones p¨²blicas (y alguna amenaza de demanda) de artistas como Wilfredo Vargas, por el sospechoso parecido, hasta el reflejo, del estribillo de Waka-waka con el del El negro no puede, del m¨²sico dominicano. Pero seamos justos. La m¨²sica popular es lo que es. Se basa en hechuras estrechas que dejan poco espacio para la innovaci¨®n. Y coincidir en una melod¨ªa, sin querer, no es tan inveros¨ªmil. No olvidemos que The Beatles habr¨ªan ganado m¨¢s dinero por demandar a todos los que han usado los acordes de Let it be que por los derechos de su discograf¨ªa completa. Por no hablar de lo que los de la banda de Liverpool le deber¨ªan, a su vez, a Chuck Berry. Pero no nos desviemos.?
Lo verdaderamente irritante de Shakira es que en algunas de sus canciones ni siquiera disimula. Vayamos por partes: es la ¨²nica persona, junto con Cristiano Ronaldo, que tiene m¨¢s de 100 millones de seguidores en Facebook, sus giras recaudan cientos de millones de d¨®lares, es la artista que m¨¢s discos vendi¨® en la d¨¦cada pasada en todo el mundo y ha ganado 16 Grammy, siete Billboard Music Award y otros tantos American Music Awards. Tal vez, tama?a ascensi¨®n se convirti¨® en empacho de estrellato, e hizo que la de Barranquilla perdiera contacto con la realidad.
Y uno no puede dejar de suponer que eso la llev¨® a tener la faz marm¨®rea de profanar las cuatro notas del punteo de Shine on crazy diamond, de Pink Floyd, esas pulsaciones cadenciosas que te mantienen en vilo en el minuto cuatro, un punto de inflexi¨®n magistral despu¨¦s de una introducci¨®n subyugantemente bella y justo antes de una andanada de guitarra electrizante, lis¨¦rgica y elevadora. Pues bien: Shakira coge esas cuatro notas sacramentales y acelera el tempo, indelicada, para la introducci¨®n de Suerte (Whenever, wherever, para el mercado anglosaj¨®n), un tema pop con toques latinos de indudable pretensi¨®n discotequera, destinado m¨¢s al contoneo ¨®seo en chiringuito que a la degustaci¨®n timp¨¢nica.
Algunos biempensantes podr¨ªan arg¨¹ir que la canci¨®n no la compuso ella, que la usurpaci¨®n es de Tim Mitchell y Gloria Stefan, los verdaderos hacedores de la cosa por encargo. Pero no cuela. La rigurosa publicaci¨®n Rolling Stone public¨® una entrevista a Shakira en 2010 en la que ella misma aseguraba que escuchaba Dark side of the moon en el coche, tal vez el ¨¢lbum m¨¢s referencial y reverenciado de Pink Floyd. Si le molaba la banda brit¨¢nica, tuvo la oportunidad de suprimir esa pista de sonido en el estudio de grabaci¨®n. Que para eso es Shakira.
Y luego est¨¢n las voces malpensantes, claro. La CNBC public¨® en 2011 que la cantante y Roger Waters compraron juntos una isla en las Bahamas para estimular el turismo en la zona. Hay quienes opinan que al avispado fundador de Pink Floyd no le compensaba tener problemas con su socia en tan lucroso negocio. Total, por cuatro notas...
Apunte: No es la ¨²nica vez que Shakira ha utilizado fragmentos de ep¨ªtomes del rock para sus temas bailongos. Un ejemplo es Que me quedes t¨², que copia descaradamente el bajo de Adam Clayton en New years day, de U2. Pero los vaivenes del pop son impredecibles: hace un a?o, la banda irlandesa toc¨® en directo un par de minutos de una canci¨®n de Shakira. ?Adivinan cu¨¢l? Whenever, wherever. Por suerte, empezada, y as¨ª se evitaron tener que plagiar, tambi¨¦n, el punteo de Pink Floyd. No vaya ser que a ellos s¨ª les caiga un rapapolvo del maestro Waters.
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