Esp¨ªritu ingl¨¦s, sencillez ibicenca
Paredes de un metro de grosor, orientaci¨®n Sur y estancias sencillas en las que impera el pragmatismo. Can Caterina combina lo mejor de la arquitectura tradicional ibicenca con peque?os lujos contempor¨¢neos a los que su propietaria brit¨¢nica no ha querido renunciar. Espacios que ganan protagonismo en verano como la piscina rodeada de lavanda y un cenador desde el que contemplar la incre¨ªble puesta de sol de la isla.
La arquitectura ibicenca, heredera de las t¨¦cnicas constructivas fenicias, es un ejemplo de sencillez, pragmatismo y eficiencia energ¨¦tica. No en vano, sus tradicionales casas blancas sirvieron de inspiraci¨®n a maestros contempor¨¢neos como Le Corbusier y Walter Gropius, precursor del movimiento Bauhaus. As¨ª que cuando la arquitecta brit¨¢nica Cate Watts decidi¨® comprar y reformar una antigua vivienda en la isla, su ¨²nico objetivo fue mantener su esencia. Conserv¨® las paredes de un metro de grosor y la sobria fachada definida por ¨¢ngulos rectos, tambi¨¦n las estanter¨ªas empotradas, la chimenea y las maderas y contrafuertes del techo. Como suele ser habitual en este tipo de edificaciones, la casa est¨¢ orientada al Sur para recibir todo el sol posible.Tradicionalmente se levantaba un m¨®dulo central al que se iban a?adiendo otros adyacentes, seg¨²n aumentaba la familia y sus necesidades. Las de la actual propietaria de Can Caterina, que es la fundadora de la firma Urban Village Design, pasan por darle un giro contempor¨¢neo a trav¨¦s de la decoraci¨®n y los espacios de la piscina y el cenador, que concentran la mayor parte de la actividad durante el verano.?
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