El gran reto del PSOE: convencer a electores vol¨¢tiles
Estas nuevas generaciones, educadas en la cultura del individualismo y el consumismo, votan de forma muy distinta a las anteriores
Un eminente socialista se lamentaba en cierta ocasi¨®n de que el gran esfuerzo que el partido hab¨ªa hecho en su conferencia pol¨ªtica de 2013 para actualizar el ideario socialdem¨®crata ante los nuevos retos no hubiera tenido un mayor impacto pol¨ªtico. Muchos observadores hab¨ªan valorado positivamente los documentos elaborados bajo la direcci¨®n de Ram¨®n J¨¢uregui, pero la incidencia en la opini¨®n p¨²blica hab¨ªa sido m¨ªnima. ¡°El problema es que digamos lo que digamos, ya no tenemos credibilidad¡±, lamentaba ese dirigente.
Por un golpe de suerte, audacia y valent¨ªa pol¨ªtica, el PSOE se encuentra ahora en una situaci¨®n completamente distinta. No se sabe muy bien cu¨¢l es su programa ¡ªen el debate de la moci¨®n de censura a Rajoy apenas se dibuj¨®¡ª pero de repente el Gobierno de Pedro S¨¢nchez se encuentra con un considerable e inesperado capital pol¨ªtico: las grandes dosis de ilusi¨®n que ha generado. Los primeros pasos han sido contundentes, tanto en la forma (Gobierno m¨¢s que paritario, decisiones r¨¢pidas) como en el contenido (vuelco en la pol¨ªtica energ¨¦tica, di¨¢logo con Catalu?a). Es una gran oportunidad, pero tambi¨¦n entra?a riesgos. El principal: defraudar las expectativas.
En esta coyuntura excepcional, lo determinante no va a ser tanto no defraudar a sus bases electorales fieles, bastante envejecidas, sino a los votantes m¨¢s j¨®venes. Su futuro depender¨¢ de c¨®mo se posicione ante las nuevas generaciones, que se comportan en pol¨ªtica de forma muy diferente a las anteriores. El polit¨®logo Oriol Bartomeus califica de ¡°terremoto silencioso¡± el impacto electoral del relevo generacional en un libro que acaba de publicar (El terratr¨¨mol silenci¨®s, Eumo Editorial). Estas nuevas generaciones, nacidas ya en democracia y educadas en la cultura del individualismo y el consumismo, se caracterizan por la alta volatilidad de sus adhesiones. Predomina en ellas el deseo de cambio como valor permanente, y eso puede favorecer al PSOE, a condici¨®n de que el cambio sea percibido como real. Porque si no es as¨ª, f¨¢cilmente le dar¨¢n la espalda. A diferencia de las generaciones anteriores, mucho m¨¢s fieles a una idea y a unas siglas, los electores de menos de 45 a?os pueden cambiar de preferencias sin ning¨²n remordimiento.
Los votantes m¨¢s mayores, y especialmente los que protagonizaron la lucha por la democracia, se sienten de alg¨²n modo obligados a participar. Los nuevos electores solo participan si reciben suficientes est¨ªmulos. Si se les convence. Suelen decidir el voto en el ¨²ltimo momento y la abstenci¨®n ha perdido para ellos cualquier connotaci¨®n negativa. Al contrario, si creen que nadie es digno de confianza, mejor no votar. Se consideran bien formados y muy informados, de manera que miran a los pol¨ªticos desde una posici¨®n de igualdad, cuando no de superioridad.
Tampoco se sienten obligados por encuadramientos de clase o de pertenencia. Eligen sus identidades pol¨ªticas como eligen tantas otras cosas. Tiene m¨¢s posibilidades de convencerles quien les haga sentir que deciden libremente. Se mueven en el reino de la libertad y no toleran bien las consignas, aunque cuando abrazan un credo, suelen ser entusiastas y hasta fan¨¢ticos. Pero nada es para siempre. Cualquier adhesi¨®n puede ser revisada. La secuencia, seg¨²n Bartomeus, suele ser emoci¨®n, compromiso, desenga?o y cambio. Todo eso ha de tener en cuenta el PSOE si quiere mejorar sus expectativas.
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