Restaurantes contra el despilfarro de alimentos
Algunos establecimientos y alojamientos tur¨ªsticos conciencian contra el desperdicio de comida y recursos
¡°El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ¨¢vidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres¡±
(Miguel Hern¨¢ndez, El Hambre)
Es obsceno, y por eso conviene recordarlo una y mil veces, que mientras en el mundo una de cada diez personas pasa hambre, un tercio de los alimentos que producimos acaban siendo despilfarrados. Y es que, por desgracia, el despilfarro de comida est¨¢ presente en casi todos los rincones que podamos imaginar: hogares, supermercados, colegios, campos de cultivo, etc.
Los restaurantes tampoco escapan a este sinsentido del desperdicio alimentario. Por ejemplo, en Espa?a, y seg¨²n el informe 'Abra los ojos ante los desperdicios', en un a?o se amontonan m¨¢s de 63.000 toneladas de comida en los cubos de basura de los restaurantes. O lo que es lo mismo, cada establecimiento lanza cada d¨ªa 2,5 kilos. Y lo que resulta a¨²n m¨¢s sonrojante: el excedente en los restaurantes se ha duplicado en los ¨²ltimos veinte a?os. Gran parte de este despilfarro se debe a la mala previsi¨®n de los propios establecimientos a la hora de hacer la compra, pero los comensales tambi¨¦n contribuimos a esta sinfon¨ªa del derroche con los alimentos que dejamos en el plato.
Sin embargo, en los ¨²ltimos tiempos han surgido iniciativas que tratan de atajar este problema. Una de las m¨¢s interesantes tiene su origen en Catalu?a y se llama Remenja¡¯mmm. Massa b¨® per llen?ar-ho (y que podr¨ªamos traducir como 'Rec¨®meme. Demasiado bueno para tirarlo'). Se trata de una campa?a de sensibilizaci¨®n lanzada a principios de 2017 que promueve que los comensales de los restaurantes nos llevemos la comida y la bebida que no hayamos terminado. En el sitio online de Remenja¡¯mmm se puede consultar el listado de todos los restaurantes que ya se han adherido a la campa?a y que cuentan con unos envases preparados para que los clientes puedan llevarse las sobras (en Estados Unidos estos envases reciben el nombre de doggy bags).
Los buenos resultados cosechados llevaron a las entidades promotoras de Remenja¡¯mmm a dar un paso m¨¢s y a organizar la primera edici¨®n de los Premios Remenja¡¯mmm, unos galardones que pretenden reconocer a aquellos restaurantes que m¨¢s activamente est¨¢n luchando contra el despilfarro de comida. Un total de 32 establecimientos presentaron su candidatura y el pasado 8 de junio se celebr¨® la entrega de premios. El primer premio recay¨® en Cerdanya EcoResort, un id¨ªlico resort situado en la localidad de Prullans (Lleida). Los miembros del jurado ¨Centre los que me incluyo¨C tuvimos en cuenta varios aspectos. En primer lugar, el hecho que Cerdanya EcoResort tiene en su ADN una filosof¨ªa de reducir al m¨¢ximo el desperdicio (por ejemplo la fruta que sobra se utiliza para elaborar mermeladas). En segundo lugar, ofrece en su men¨² productos de temporada y de proximidad para reducir al m¨¢ximo la huella ecol¨®gica. Y tercero y lo m¨¢s novedoso: fomenta que sus clientes no despilfarren comida. ?C¨®mo lo consiguen? Aquellas mesas que se acaban toda la comida que se han servido en el plato reciben como recompensa unas monedas sociales. En otras palabras: los clientes son conscientes que el despilfarro de comida es algo nocivo. De hecho, se premia a los clientes con estas monedas sociales cada vez que se comportan de ¡°forma responsable¡± (por ejemplo, con un consumo moderado de agua en las duchas). Al final de su estancia en el hotel, los clientes utilizan estas monedas sociales para financiar proyectos sociales (Cerdanya EcoResort es el encargado de realizar las aportaciones econ¨®micas). Un proyecto redondo, que promueve otros valores.
Tambi¨¦n hubo un segundo premio para El Mercader de l¡¯Eixample, un restaurante de Barcelona. Entre otras acciones El Mercader de l¡¯Eixample incorpora en su cocina numerosas recetas de aprovechamiento, utiliza productos de temporada y ofrece a sus clientes la posibilidad de llevarse la comida que se dejen en el plato. Otro buen ejemplo de compromiso.
El ¨¦xito cosechado en esta primera edici¨®n de los Premios Remenja¡¯mmm nos invita a pensar que los restaurantes pueden ser uno de los motores del cambio en la cruzada contra el despilfarro de comida. Y t¨², ya sabes, la pr¨®xima que vayas a restaurante pide solo lo que te vas a comer. Si a¨²n as¨ª resulta que te sobra comida, pide un recipiente para llev¨¢rtela a casa. Porque la comida no se tira.
Manuel Bruscas es coautor de Los tomates de verdad son feos.
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