El dilema alem¨¢n

El pasado domingo, la canciller alemana, Angela Merkel, logr¨® superar una dif¨ªcil crisis de gobierno despu¨¦s de que los conservadores b¨¢varos de la Uni¨®n Social Cristiana (CSU) le dieran un ultim¨¢tum exigiendo a la jefa del Gobierno alem¨¢n que endureciera su pol¨ªtica migratoria. Lejos de ser una muestra de fortaleza pol¨ªtica, la soluci¨®n temporal a la situaci¨®n ha puesto sobre la mesa la debilidad de la coalici¨®n que preside la canciller ¡ªen el poder desde 2005¡ª y las tensiones internas a las que est¨¢ sometida.

Todo apunta a que los dolores de cabeza de la hist¨®rica pol¨ªtica de la democristiana CDU no han terminado. Hoy mismo el socio progresista en la coalici¨®n, el Partido Socialdem¨®crata (SPD), tiene a su vez que dar el visto bueno a la nueva pol¨ªtica migratoria con la que Merkel volvi¨® bajo el brazo de la cumbre europea celebrada la semana pasada en Bruselas. Y no es f¨¢cil. El SPD rechaza la creaci¨®n en territorio alem¨¢n de centros de internamiento para inmigrantes indocumentados. Y si emite una negativa tajante, puede reactivar una incertidumbre pol¨ªtica que no es buena ni para Alemania ni para Europa.

Los socialdem¨®cratas se enfrentan a un grave dilema que parece no tener ninguna opci¨®n buena. Por un lado, si dan el visto bueno al acuerdo al que ha llegado Merkel con la UE, estar¨¢n secundado la pol¨ªtica migratoria m¨¢s restrictiva que ha ejercido Alemania desde que comenz¨® la crisis de los refugiados y que se contradice directamente con los postulados pol¨ªticos y ¨¦ticos socialdem¨®cratas. El SPD ya est¨¢ muy desgastado ante su propio electorado. Este castig¨® en las pasadas elecciones muy duramente en las urnas a los socialdem¨®cratas por su coalici¨®n con Merkel durante la anterior legislatura. La alternativa no es mejor. Si rechaza la propuesta migratoria, puede precipitar la ca¨ªda del Ejecutivo. Un escenario que a ninguno de los tres socios de Gobierno le interesa pero que vislumbra como favorable la pujante ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), que apuesta por un adelanto electoral.

En este escenario a lo m¨¢ximo que puede aspirar Merkel es a una paz superficial que cierre en falso las profundas diferencias entre sus socios. La canciller se encuentra atrapada entre un SPD que se ha mostrado como un socio leal a pesar de pagar un alto precio en las urnas y que en pol¨ªtica migratoria sigue los postulados hist¨®ricos de Alemania. En el otro lado se encuentra con una CSU que ha sido contaminada por el discurso populista de una ultraderecha xen¨®foba en alza y que ante la proximidad de elecciones en su feudo b¨¢varo ¡ªque se celebrar¨¢n este pr¨®ximo octubre¡ª ha optado por una estrategia radicalizada que utiliza el lema de Baviera es lo primero.

Puede parecer que la crisis de Gobierno alemana gira en torno a una soluci¨®n pol¨ªtica europea que en realidad es muy dif¨ªcil de poner en marcha, porque est¨¢ supeditada a acuerdos con los pa¨ªses de Europa por donde los inmigrantes hacen su entrada en la UE. Italia y Austria son los principales ¡ªy casi insalvables¡ª escollos. Pero es mucho m¨¢s que eso porque Alemania puede marcar la pol¨ªtica migratoria de Europa y esta no deber¨ªa estar a merced de populismos regionales que no ven m¨¢s all¨¢ del corto plazo electoral.