Yasmin Le Bon, la supermodelo que prefiere ser abuela
La c¨¦lebre top de los 90, que ahora vende parte de su armario, busca un perfil discreto
Si el com¨²n de los mortales tuviera un bolso de Chanel o unos zapatos de Manolo Blahnik, probablemente los conservar¨ªa como oro en pa?o, los guardar¨ªa bajo llave de por vida y los legar¨ªa a sus herederos en testamento. Pero cuando eres una modelo que ha estado entre las m¨¢s grandes en los a?os noventa y ha desfilado para todas las firmas imaginables, que sigue en el candelero, casada con una estrella del rock y con tres hijas, alguna tambi¨¦n modelo¡ Entonces lo material, por mucho que se llame Chanel, tiene menos importancia. Sobre todo por su frecuencia en el vestidor.
¡°A veces tenemos que hacer cambios y para ello hace falta mirar al pasado¡±, explica Yasmin Le Bon, de 53 a?os, la misma que atesora piezas de pasarela desde hace m¨¢s de 35, cuando empez¨® su andadura en la misma. La modelo est¨¢ cambiando, como lo est¨¢n haciendo su vida y su cuerpo. De ah¨ª que ahora se haya lanzado a vender un pedacito de su armario: 25 piezas de Alaia, Chanel, Pucci o Stephane Rolland. Lo har¨¢ en Vestiaire Collective, web fundada en 2009 y una de las m¨¢s importantes de compraventa de lujo de segunda mano de calidad.
Se muestra encantada con la transacci¨®n. ¡°He pasado una ¨¦poca maravillosa con esos objetos, pero ahora los tiempos son distintos para m¨ª. He comprado cosas que he amado y he cuidado, por las que me he preocupado¡±, asegura en una entrevista telef¨®nica a este medio que atiende, puntual¨ªsima, desde su hogar de Londres. Ahora prefiere que otras personas creen sus recuerdos con ellas.
No es por falta de herederas. ¡°?Ya han heredado montones de cosas!¡±, r¨ªe tras el auricular. ¡°Mis gustos no son los de mis hijas. No quiero cargarlas con un mont¨®n de objetos, prefiero que tengan su propio estilo y creen sus recuerdos. Adem¨¢s, tenemos distintas formas de vestir y cuerpos diferentes¡±, asegura. Amber, de 28 a?os; Saffron, de 26; y Tallulah, de 23, son los frutos de su largo y c¨¦lebre matrimonio con Simon Le Bon, l¨ªder de la banda Duran Duran.
Se casaron muy j¨®venes, cuando ella ten¨ªa apenas 20 a?os (¡°?Ese vestido era terrible!¡±, rememora) y su n¨²cleo familiar lo completa ahora Taro Arturo, su primer nieto, hijo de Saffron. ¡°Es lo mejor que me ha pasado¡±, afirma sobre el peque?o, de quien vive al lado: ¡°Naci¨® hace cuatro semanas y han sido cuatro semanas de puro amor. Es maravilloso. Nunca imagin¨¦ que ser¨ªa as¨ª. Mi hija es una madre estupenda, m¨¢s preparada de lo que yo lo estuve¡±.
Es la guinda del pastel para Le Bon, que trabaja espor¨¢dicamente (fotos para Vogue UK?o Elle Italia, campa?as con M&S o Armani) pero que asegura que su vida, hoy, son los suyos. ¡°No viajo tanto como sol¨ªa. Llevo una vida muy familiar, y la familia es un trabajo a tiempo completo¡±, r¨ªe, encantada con su faceta de madre y abuela, pero recordando aquella etapa de oro profesional que hoy la trae a la palestra. No es raro que muchas de las prendas que vende sean de Azzedine Alaia, fallecido en noviembre: ¡°Alaia me trae muchos recuerdos: fue una ¨¦poca maravillosa, viajando, trabajando juntos, tan j¨®venes. Con toda esa creatividad¡±.
Una creatividad de papel y l¨¢piz, lejos de internet y las redes sociales. ¡°Las comprendo, pero ahora mismo no son necesarias para m¨ª¡±, desconf¨ªa. ¡°Hay que tom¨¢rselas con cuidado; dan la sensaci¨®n de tener vidas perfectas. Hoy d¨ªa es m¨¢s duro ser modelo: no puedes tener un momento malo o de desconexi¨®n¡±, reflexiona.
?Ha vivido ella momentos oscuros, como los que ahora saca a la luz el movimiento MeToo? ¡°Con el coraz¨®n en la mano, yo no he visto nada de eso. He vivido en una industria incre¨ªblemente respetuosa. Donde debes ganarte tu puesto, es tu responsabilidad, pero donde si digo que no quiero hacer algo, no lo hago. Nadie me ha puesto una pistola en la cabeza, nunca he sido v¨ªctima¡±, asegura. Y no habla solo por ella: Amber, su hija mayor, tambi¨¦n es modelo. ¡°El mundo de la moda es una hermandad. Me veo poco con las chicas, pero seguimos siendo amigas, como con Naomi [Campbell]. Estamos siempre ocupadas, pero nos lo pasamos muy bien¡±, afirma.
Su universo de la moda ha cambiado. Ella, tambi¨¦n. Asegura que se cuida y mucho, aunque no entrena tanto como deber¨ªa, sobre todo desde la llegada Tarl. ¡°Todo cambia, mi cuerpo ha cambiado. Lo veo en mi rostro, desde que me levanto es diferente. Adem¨¢s, se ha instalado una capa de grasa¡ Nada volver¨¢ a ser igual¡±, r¨ªe. Tampoco le preocupa demasiado. Ya no necesita enfundarse en esos vestidos, en los que de todos modos sigue cabiendo: esos Alaia encajan igual de bien en la Yasmin de 20 a?os que en la de 53. Aunque ambas apenas sean la misma persona.
Un armario inaccesible que abre sus puertas
El vestidor de Yasmin Le Bon es una fantas¨ªa para quien ame la moda. De ah¨ª que la colaboraci¨®n con Vestiaire Collective sea tan potente y haya tardado "bastante tiempo" (aunque no aclaran cu¨¢nto) en fraguarse, seg¨²n explica Fanny Moizant, cofundadora de esta web con siete millones de miembros que es referencia por sus controles de calidad en las prendas, accesorios y joyas a la venta.
¡°Es una de las supermodelos m¨¢s ic¨®nicas. Tiene un archivo incre¨ªble. Sabemos que sus piezas gustar¨¢n por ser ¨²nicas y diferentes¡±, afirma Moizant. Los precios no son para todos los bolsillos, dadas las marcas, pero s¨ª est¨¢n en valores muy inferiores a los de mercado originales: pantalones de Pucci por 160 euros y vestidos de Alaia por 600. La pieza m¨¢s cara es un bolso de Chanel que cuesta 1.360 euros. La venta arranca el 19 de julio.
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