Marilyn y el metro: la verdadera historia tras la imagen veraniega m¨¢s famosa del siglo XX

La imagen de Marilyn Monroe refrescando sus piernas en el calor de la noche veraniega neoyorquina aprovechando el aire que sale de las rendijas de los conductos de ventilaci¨®n del metro tiene dos curiosidades. La primera es que su fama y perdurabilidad han superado a la pel¨ªcula en la que esa escena aparec¨ªa, La tentaci¨®n vive arriba?(1955). S¨ª, la comedia es un cl¨¢sico de Billy Wilder, pero m¨¢s gente alrededor del mundo conoce la estampa de Marilyn y su vestido blanco que la pel¨ªcula.

La escena se rod¨® dos veces. Una en la calle en Nueva York, en el n¨²mero 586 de la avenida Lexington, donde el p¨²blico que se agolp¨® para ver a Marilyn hizo que el sonido de la escena la hiciese inservible

La segunda es que esa imagen ¨CMarilyn con la falda al vuelo mientras Tom Ewell le observa entre curioso y gal¨¢n¨C nunca se llega a ver tal cual en la pel¨ªcula. La escena del metro tiene lugar, efectivamente, cuando los dos protagonistas salen del cine y se enfrentan al calor de la noche neoyorquina, pero los planos que narran el momento se dividen entre planos medios de las piernas de la actriz y planos medios de ella reaccionando al viento (¡°?No es delicioso?¡±). Si alguien revisita hoy La tentaci¨®n vive arriba esperando encontrar ese ic¨®nico plano del cuerpo completo de Marilyn con su falda al viento, se quedar¨¢ con las ganas.?

La imagen ha quedado como un lugar com¨²n del verano. Habla de belleza, de deseo prohibido, de calor, de pasar los meses m¨¢s duros en la gran ciudad y es, adem¨¢s, una de las escenas m¨¢s er¨®ticas y contenidas que ha dejado el siglo XX. Pero adem¨¢s tiene detr¨¢s una historia menos conocida. La fotograf¨ªa fue tomada por Sam Shaw, fotofija (el responsable de tomar fotograf¨ªas publicitarias en los rodajes) de la era dorada de Hollywood. Sam y Marilyn se hicieron amigos en 1951 en el set de Viva Zapata. ?l era fotofija de la pel¨ªcula y ella amante por aquel entonces del director, Elia Kazan. Como Sam no sab¨ªa conducir, pidieron a Marilyn que lo trajese y llevase del rodaje todos los d¨ªas. As¨ª se hicieron amigos.

Pocos a?os despu¨¦s, Sam fue el fotofija de La tentaci¨®n vive arriba. Para entonces, su amiga Marilyn era ya una gran estrella. La familia de Sam ha relatado que la idea de la escena de la falda fue suya. Cuando ley¨® la escena en el gui¨®n (Marilyn y su vecino saliendo del cine y notando el calor de la ciudad) record¨® una foto que ¨¦l mismo hab¨ªa organizado para la portada de la revista Friday una d¨¦cada antes. En ella aparec¨ªan un marinero y una joven en Coney Island, jugando en un t¨²nel de viento. El viento mov¨ªa la falda de la chica, una cualidad que se reflej¨® en la fotograf¨ªa e hizo que ese n¨²mero se agotase inmediatamente. As¨ª que sugiri¨® a Wilder que introdujesen esa imagen en la pel¨ªcula.

La escena se rod¨® dos veces. Una en la calle en Nueva York, en el n¨²mero 586 de la avenida Lexington, donde el p¨²blico que se agolp¨® para ver a Marilyn hizo que el sonido de la escena la hiciese inservible. De modo que se repiti¨® en un plat¨® cerrado en Los ?ngeles. Al parecer la escena en Nueva York, con tantos hombres observando con admiraci¨®n las piernas de Marilyn, provocaron un ataque de celos a Joe DiMaggio, presente tambi¨¦n en el rodaje. La pareja se divorci¨® poco despu¨¦s.

A?os despu¨¦s la escena ha sido reproducidas e imitada en incontables ocasiones. Es, tal vez, la estampa m¨¢s famosa de la mujer m¨¢s famosa del mundo. Una de esas que, con muy pocos elementos, resumen c¨®mo se entendi¨® la celebridad, el erotismo y la moral durante un siglo entero.