La primera ¡®sex symbol¡¯ de Hollywood, una mujer devorada por los esc¨¢ndalos
Muri¨® con 26 a?os, despu¨¦s de tres matrimonios, las sospechas sobre la muerte de un marido, bajo el yugo de una madre dominante y adorada por el p¨²blico
Jean Harlow lleva tiempo sinti¨¦ndose mal, pero hace lo posible por tratar de completar la ¨²ltima pel¨ªcula que tiene entre manos. Esos d¨ªas, la bella actriz parec¨ªa hinchada, hab¨ªa engordado, sufr¨ªa temblores y se apagaba por momentos. Y en esa jornada, en concreto, rueda una escena en la que debe dejarse caer en los brazos de Clark Gable, su compa?ero de rodaje. En un momento dado, comienza a sentirse horriblemente mal y le pide al actor que la lleve de vuelta a su camerino. All¨ª, hace una llamada a su pareja en ese momento, el tambi¨¦n actor Williams Powell, que acude al lugar y se la lleva r¨¢pidamente a casa.
La madre de la int¨¦rprete, miembro de la Iglesia de la Ciencia Cristiana, decide cuidar de ella, rezar mucho y prescindir en un principio de hospitales y doctores. Y no solo eso. Para asegurarse de que nadie interferir¨¢ en su plan, descuelga el tel¨¦fono de casa durante esos d¨ªas. El doctor que atiende a Harlow en el hogar en un primer momento le diagnostica ves¨ªcula biliar inflamada y trata su dolencia como tal. Gable, que acudi¨® en esos d¨ªas a visitar a su compa?era de rodaje ¡ªviendo que no pod¨ªa contactar con ella¡ª, dijo despu¨¦s que la encontr¨® semiinconsciente, terriblemente hinchada y que su aliento ol¨ªa a orina ¡ªtodos ellos signos de una insuficiencia renal¡ª.
Dentro de la pantalla emanaba una sensualidad cegadora; fuera, era insegura y estaba dominada por su madre
Cuando finalmente otro m¨¦dico fue capaz de diagnosticar correctamente esa enfermedad, ya era demasiado tarde. Y, aunque en un principio Harlow pareci¨® responder bien al tratamiento, el 6 de junio de 1937 su estado empeor¨® notablemente y Powell tuvo que trasladarla de urgencia desde su casa de Beverly Hills al Hospital Good Samaritan. "Levant¨¦ mi mano y le pregunt¨¦: '?Cu¨¢ntos dedos puedes ver?'. Ella no pod¨ªa ver ninguno. Esto fue muy perturbador. Llam¨¦ al m¨¦dico y le ped¨ª que viniera de inmediato. En cuesti¨®n de minutos, ya estaba all¨ª. Le ech¨® un ojo y pidi¨® una ambulancia", contaba sobre aquel d¨ªa el propio Powell en una entrevista posterior.
Al llegar al hospital, Harlow fue puesta en una tienda de ox¨ªgeno. R¨¢pidamente, cay¨® en coma y ya no volvi¨® a recuperar la conciencia. En el momento en que el fatal desenlace tuvo lugar, la ma?ana del 7 de junio de 1937, se encontraban junto a la cama de la ic¨®nica actriz su madre y su novio. Harlow ten¨ªa 26 a?os. ¡°Muri¨® en mis brazos. Fue el d¨ªa m¨¢s triste de mi vida¡±, record¨® al cabo de un tiempo Powell.
Tras su muerte, la pel¨ªcula Saratoga (1937) tuvo que ser completada con una doble de cuerpo de Jean llamada Mary Dees. La cinta se estren¨® un mes despu¨¦s de su fallecimiento. Los rumores sobre la posible causa de su muerte se dispararon y, en aquellos d¨ªas, se escucharon cosas como que la actriz muri¨® por la realizaci¨®n de un aborto chapucero, que fue asesinada o que ten¨ªa una enfermedad ven¨¦rea incurable.
En su corta existencia (26 a?os), la actriz protagoniz¨® todo tipo de esc¨¢ndalos y desdichas. Harlean Carpenter, conocida con el nombre art¨ªstico de Jean Harlow, fue la hija ¨²nica de un adinerado odont¨®logo y de una insatisfecha ama de casa de Kansas. Con 15 a?os, Harlow contrajo la escarlatina, una enfermedad infecciosa que al parecer contribuy¨® a su eventual muerte. Con solo 16 a?os se march¨® de casa para casarse con un joven y alcoh¨®lico empresario llamado Charles McGrew, siete a?os mayor que ella. La pareja se mud¨® a Los ?ngeles y, poco despu¨¦s, Jean encontr¨® trabajo all¨ª como extra en algunas pel¨ªculas. Dos a?os despu¨¦s, el matrimonio se divorci¨® y ella se centr¨® en seguir buscando trabajo en el mundo del cine. Aunque al principio tuvo dificultades para encontrar papeles en pel¨ªculas, no le fue nada mal en el mundo de los cortometrajes.
Su gran oportunidad en el cine llegar¨ªa poco despu¨¦s, cuando consigui¨® un papel protagonista en el drama b¨¦lico Los ¨¢ngeles del infierno (1930), de Howard Hughes, que se convirti¨® en un ¨¦xito de taquilla y donde la actriz dej¨® claro que la ropa interior estaba sobrevalorada ¡ªpor lo que decidi¨® prescindir de ella¡ª. Poco despu¨¦s del estreno de la cinta, Hughes le ofreci¨® a la actriz un contrato con la compa?¨ªa Metro-Goldwyn-Mayer por 60.000 d¨®lares y su carrera despeg¨®. De hecho, su aparici¨®n en la comedia rom¨¢ntica La jaula de oro (1931), de Frank Capra, la convertir¨ªa en el nuevo s¨ªmbolo sexual de EE UU.
La madre de Jean Harlow fue una mujer bastante beata, s¨ª. Pero tambi¨¦n fue una se?ora bella y ambiciosa, a la que su padre oblig¨® a casarse con un dentista y conformarse con ser ama de casa. Despu¨¦s de divorciarse de su marido (cuando Harlow ten¨ªa once a?os), se march¨® con su hija a Hollywood, con la intenci¨®n de convertirse en actriz (algo que nunca sucedi¨®) y estuvo buscando a un hombre rico con el que casarse de nuevo.
Muchos consideran que la mujer a la que Jean Harlow encarnaba en la gran pantalla respond¨ªa a una parodia de su propia madre. "Mam¨¢ Jean sab¨ªa c¨®mo interpretar a una dama, pero era una mujer dominante y motivada. Hoy, habr¨ªa hecho carrera. Pero su propia ¨¦poca la ahog¨®, y la ¨²nica forma de expresar su propio impulso era a trav¨¦s de su hija", coment¨® en una entrevista David Stenn, bi¨®grafo de la popular actriz.
El segundo matrimonio de la que llamaban "la rubia platino" fue con Paul Bern, un alto ejecutivo de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), conocido por ser el mentor de actrices tan problem¨¢ticas como la drogadicta Barbara La Marr. Bern era b¨ªgamo y sufr¨ªa disfunci¨®n sexual. La malograda pareja se cas¨® el 2 de julio de 1932 pero, solo unas semanas despu¨¦s, Bern ser¨ªa encontrado muerto en su propia casa.
La muerte de su segundo marido, un ejecutivo de la Metro-Goldwyn-Mayer, se convirti¨® en uno de los mayores misterios de la historia de Hollywood. Su cuerpo fue encontrado por su mayordomo junto a un charco de sangre en el vestidor de su casa de Beverly Hills
La muerte de Bern se convirti¨® en uno de los mayores misterios de la historia de Hollywood. El cuerpo del ejecutivo fue encontrado por su mayordomo junto a un charco de sangre en el vestidor de su casa de Beverly Hills ¡ªHarlow se encontraba en casa de su madre ese d¨ªa, tras una fuerte discusi¨®n mantenida con su marido la noche anterior¡ª. Junto al cad¨¢ver, apareci¨® una nota de suicidio que rezaba: ¡°Querida m¨ªa. Desgraciadamente, esta es la ¨²nica forma de reparar la horrible equivocaci¨®n que he cometido y de borrar mi miserable humillaci¨®n. Te quiero, Paul. PD: Entiende que lo de anoche solo era teatro¡±.
Lo curioso del asunto es que, antes que con la polic¨ªa, el mayordomo contact¨® con la MGM. Varios de sus responsables fueron enviados al lugar y limpiaron la dantesca escena, para intentar minimizar el esc¨¢ndalo. La polic¨ªa se presentar¨ªa en el hogar dos horas m¨¢s tarde. La autopsia revel¨® que Bern hab¨ªa muerto por una herida de bala en la cabeza. ?Fue un suicidio o un asesinato? El esc¨¢ndalo aliment¨® las p¨¢ginas de los tabloides durante los d¨ªas siguientes. Harlow, por su parte, nunca quiso comentar nada sobre el asunto p¨²blicamente, a pesar de que fue interrogada por el Departamento de Polic¨ªa de Los ?ngeles y tuvo que comparecer ante un gran jurado. Tan solo dijo que ella no sab¨ªa nada de lo ocurrido. La versi¨®n oficial asegur¨® que Bern se quit¨® la vida.
Un art¨ªculo, publicado en la revista Time a finales de septiembre de 1932, suger¨ªa que ¡°durante varios d¨ªas, la evidencia m¨¢s fuerte del motivo suicida fue la declaraci¨®n de su m¨¦dico personal de que la autopsia mostraba que Paul Bern hab¨ªa sufrido un impedimento f¨ªsico que habr¨ªa impedido un matrimonio feliz¡±. En otras palabras, que es posible que Bern y Harlow no llegaran a consumar nunca el matrimonio, lo que habr¨ªa causado tensiones en la pareja y tremendas inseguridades en el propio Bern.
Cabe se?alar que, a pesar de su enorme ¨¦xito, Harlow nunca se vio a s¨ª misma como una actriz. Era una chica insegura que se consideraba, como la mayor parte de los actores de cine de su ¨¦poca ¡ªque no ten¨ªan formaci¨®n y firmaban contratos ¨²nicamente por su apariencia f¨ªsica ¡ª, una simple comerciante. Adem¨¢s de ayudarla a conseguir algunos papeles (como el que logr¨® en La pelirroja, de 1932), Bern logr¨® que su pareja se lo creyese y ganase confianza en s¨ª misma, lo que la condujo a convertirse en la gran comediante que lleg¨® a ser.
El tercer matrimonio de la actriz, con un director de fotograf¨ªa llamado Harold Rosson, dur¨® menos de ocho meses. Y su ¨²ltimo gran amor, el actor William Powell, quiso casarse con ella, pero no lleg¨® a tiempo, pues la actriz morir¨ªa poco despu¨¦s de que iniciaran su noviazgo. De hecho, el int¨¦rprete le compr¨® una cripta en el cementerio Forest Lawn Memorial Park, en California.
Harlow se convirti¨® en una estrella del cine gracias a su feminidad, su glamur y su descarada sensualidad. En la pantalla, destilaba fuerza y seguridad. Sin embargo, fuera del rodaje la sex symbol era una mujer reservada, poco ambiciosa y algo pusil¨¢nime, que se dej¨® explotar por su dominante madre y su codicioso padrastro, y que se refugi¨® en el alcohol para evadirse de los problemas.
La historiadora de cine Jeanine Basinger la describi¨® como un ser especial: ¡°Maestra de la mirada de soslayo que no contiene ning¨²n misterio, Harlow tiene la vulnerabilidad de Monroe, el encanto de Dietrich, el toque c¨®mico de Lombard, la sexualidad f¨¢cil de Mae West y la dura palabrer¨ªa de Santwyck. Ella era ¨²nica y lo ten¨ªa todo¡±. Muri¨® con 26 a?os.
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