Reflexiones para una derecha renovada

El mundo parece escindirse entre quienes antes prefieren se?alar a un enemigo que aportar una soluci¨®n, entregando la pol¨ªtica al gesto y la palabra a la hip¨¦rbole. Por ello, se hace imprescindible ofrecer, en afectos e ideas, una v¨ªa racional, ilustrada, que persiga un espacio de libertad pol¨ªtica y econ¨®mica en un entorno de desarrollo y entendimiento transnacional. En esta direcci¨®n, los espa?oles deben encontrar el equilibrio que siempre ha encarnado el Partido Popular.

Tras unos a?os bajo el marchamo de que la nueva pol¨ªtica era la soluci¨®n a la apat¨ªa de nuestro sistema de partidos, hoy observamos c¨®mo aquellos que pretend¨ªan asaltar los cielos y darle la vuelta al sistema han acabado haciendo su revoluci¨®n en revistas de moda. Fotos y vestiduras para rellenar espacios de entretenimiento, quiz¨¢ porque lo creen m¨¢s ¨²til para seducir a los electores. Gustar es m¨¢s f¨¢cil que convencer. En la era de los likes, los pol¨ªticos, como los cantantes, son en s¨ª mismos potenciales objetos de consumo emocional. La actualidad reclama cada d¨ªa un contenido ef¨ªmero que circule con rapidez para ganar seguidores. Esto incluso nos ha llevado a una deriva esteticista en la que la fotograf¨ªa de las manos del presidente sustituye el mensaje pol¨ªtico. La pol¨ªtica ha de adaptarse a unos nuevos canales de comunicaci¨®n m¨¢s din¨¢micos y democratizados, pero la cercan¨ªa que nos reclaman los ciudadanos no debe adocenarnos en la imagen: es en las ideas donde sigue estando la contienda pol¨ªtica. Son las que han llevado a Ocasio-Cortez a la victoria en las primarias del Partido Dem¨®crata en Nueva York. Las de una candidata joven que ha sabido defender con propuestas tangibles las necesidades de sus electores. Ella es un s¨ªmbolo de convicci¨®n en la pol¨ªtica y su capacidad de transformaci¨®n. Convencer en pol¨ªtica es mucho m¨¢s que gustar. Es demostrar la capacidad de superar las expectativas de lo prometido.

Hacer pol¨ªtica es m¨¢s que detentar el poder, es hacerlo con principios y sin complejos, en una sana competici¨®n de ideas con las que conquistar la confianza de los ciudadanos. As¨ª, en v¨ªsperas del Congreso Extraordinario del Partido Popular, la renovaci¨®n que la sociedad espa?ola espera de nosotros solo puede tener un anclaje program¨¢tico. El de unas ideas revigorizadas que sienten las bases de una nueva derecha llamada, en primer lugar, a reconciliar bajo unas mismas siglas los distintos matices, diversidad y familias que componen el centro derecha. Pero para ello es indispensable una segunda condici¨®n: disponer de un proyecto pol¨ªtico con fundamentos ideol¨®gicos reconocibles y que a la vez sea permeable a las demandas de la sociedad. Una propuesta positiva que ilusione en un nuevo optimismo, frente a los que hacen del malestar una forma de obtener r¨¦dito electoral. Un partido que recupere consensos perdidos, que lleve la iniciativa, capaz de una conexi¨®n sentimental tan importante como la de seguir defendiendo unos valores, una capacidad de gesti¨®n y un proyecto de pa¨ªs con horizonte al futuro. En definitiva, para seguir siendo el gran partido de gobierno para los espa?oles.

La izquierda nos ha dejado un vasto espacio desde el que avanzar y ampliar nuestras bases

Ahora que el PSOE, de nuevo en el Gobierno, comienza destapando la caja de las batallas culturales, sobre la base de gestos sin coste alguno presentados como enormes ¨¦xitos de gesti¨®n. Ahora, cuando la izquierda se cimienta en un discurso de identidades y de construcci¨®n de minifundios de derechos. En este escenario de divisiones y exclusiones, desde el Partido Popular debemos tener el convencimiento de que en la Espa?a de hoy est¨¢ m¨¢s vigente que nunca la propuesta de sociedad abierta, de b¨²squeda de consensos amplios en reconocimientos mutuos y de la libertad y la tolerancia como esencia de una ciudadan¨ªa responsable, en el que sus pol¨ªticos no gestionen pasiones, sino que resguarden nuestras instituciones democr¨¢ticas ante los ataques y excesos populistas. Unas ideas actualizadas en el comp¨¢s de la modernidad, que tienen en este su nuevo tiempo, y no precisamente en t¨¦rminos reaccionarios, donde algunos esperan ansiosos poder situarnos. La obsesi¨®n por lo m¨¢s que pol¨ªticamente correcto que abandera hoy en d¨ªa la izquierda, de forma mainstream, nos ha dejado un vasto espacio contracultural desde donde poder avanzar y ampliar nuestra base, tan importante como para concitar una nueva mayor¨ªa.

Este partido tambi¨¦n debe hacer la necesaria autocr¨ªtica para recuperar confianzas perdidas

Hoy, el Partido Popular ha de actualizar su propuesta y liderar esta nueva derecha. Un discurso liberal conservador de gran angular que abarque convicciones desde una centrada moderaci¨®n, que no puede ser ni equidistancia ni criterio vol¨¢til, sino que aborde con coraje los nuevos debates que deben transformar la sociedad en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Ser un partido de amplias mayor¨ªas y de gobierno, con una trayectoria plasmada en nuestra hoja de servicio de la que debemos sentirnos orgullosos y, a la vez, hacer la necesaria autocr¨ªtica para permitirnos recuperar confianzas perdidas. Debemos ser el partido que sea el mayor reflejo del paisaje de Espa?a, en su diversidad territorial y tambi¨¦n generacional. El que siente sus s¨ªmbolos desde el respeto al pluralismo, sabiendo que las identidades son complementarias en la capacidad integradora de nuestra democracia. El partido de la gente que ama a su pa¨ªs, orgullosos de su historia y de su tradici¨®n, pero tambi¨¦n el que ambiciona afrontar los desaf¨ªos del futuro. El partido de la ejemplaridad en la gesti¨®n de lo p¨²blico, sin ambages. El que sabe defender mejor las aspiraciones de la gente, porque nuestras propuestas buscan la igualdad de oportunidades en el origen: en la educaci¨®n, en las condiciones que fomentan el empleo y una econom¨ªa de progreso que asegure el Estado de bienestar. El partido que debe marcar la agenda y el liderazgo en la transici¨®n energ¨¦tica y medio ambiente, en la conciliaci¨®n familiar, la brecha salarial, en las oportunidades (y riesgos) de la revoluci¨®n tecnol¨®gica o en la convivencia entre derechos individuales ante las amenazas de seguridad global. Un partido con vocaci¨®n europe¨ªsta que defienda los intereses de Espa?a ante los debates en el seno de la Uni¨®n.

Esta reflexi¨®n de ideas debe ocuparnos los pr¨®ximos d¨ªas, adem¨¢s de trabajar por una unidad que nos incluya a todos, ya que nadie sobra. De este congreso debe salir un partido puesto a punto para afrontar las pr¨®ximas elecciones. El que cuente con los equipos que han demostrado capacidad de gesti¨®n, los que con compromiso, esfuerzo y pasi¨®n han renovado su esp¨ªritu para hacer de este el partido de los 10 millones de votantes. El de sus afiliados y cargos p¨²blicos que trabajan con la mirada humilde, honesta y digna en la noble labor del servicio p¨²blico. El de un partido que sea referente del centro derecha en Espa?a y que salga reforzado para dar la batalla de las ideas. Porque nada permanece si no se renueva.

Andrea Levy Soler es vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular.