Una Ant¨¢rtida sin hielo
Desde 1992, la p¨¦rdida neta de hielo en esta parte del planeta ronda los 3 billones de toneladas, lo que ha contribuido en casi 8 mil¨ªmetros a la subida global del nivel del mar
Ni usted, querido lector, ni quien escribe estas l¨ªneas, ni nuestros hijos, ni nuestros nietos, ni, seguramente, sus respectivos hijos y nietos, llegar¨¢n a ver una Ant¨¢rtida libre de hielo, pero s¨ª una p¨¦rdida creciente de agua congelada, que ya est¨¢ en marcha. Los cient¨ªficos ya han encontrado pruebas fehacientes del cambio que est¨¢ empezando a producirse all¨ª, aunque cuando uno visita aquel vasto territorio helado, no es consciente de la magnitud que est¨¢ empezando a adquirir la citada p¨¦rdida de hielo y las consecuencias que ello est¨¢ empezando a tener.
Recientemente, se ha publicado el estudio m¨¢s completo llevado a cabo hasta la fecha sobre los cambios de la masa de hielo experimentados en la Ant¨¢rtida en los ¨²ltimos 25 a?os y las conclusiones son claras y demoledoras. Desde 1992, la p¨¦rdida neta de hielo ronda los 3 billones de toneladas ¡ªcon b¡ª, lo que ha contribuido en casi 8 mil¨ªmetros a la subida global del nivel del mar. Los cient¨ªficos no solo han logrado cuantificar la cantidad de hielo que ha perdido la Ant¨¢rtida, sino tambi¨¦n el ritmo al que lo ha venido haciendo y la conclusi¨®n es clara: el deshielo se est¨¢ acelerando, siendo especialmente cr¨ªtica la situaci¨®n en la Ant¨¢rtida Occidental.
Desde el a?o 2012, la Ant¨¢rtida pierde hielo tres veces m¨¢s r¨¢pido que como lo hac¨ªa al inicio del per¨ªodo que se ha analizado. Esto es un clar¨ªsimo toque de atenci¨®n sobre los impactos que est¨¢ empezando a tener all¨ª el calentamiento global. No es algo que pueda extenderse a todo el territorio ant¨¢rtico, pues hay zonas, particularmente de la Ant¨¢rtida Oriental, donde la masa de hielo incluso se ha incrementado, pero el balance neto es de p¨¦rdida y en ca¨ªda libre. Las perspectivas de cara al futuro no son nada halag¨¹e?as, especialmente si seguimos sin tomar medidas urgentes para frenar la emisi¨®n de gases de efecto invernadero a la atm¨®sfera. Las proyecciones clim¨¢ticas plantean un escenario nada prometedor para finales de siglo si no se act¨²a con rapidez. Incluso actuando de forma decidida, seguir¨¢ perdi¨¦ndose hielo ant¨¢rtico en las pr¨®ximas d¨¦cadas, y esa fusi¨®n seguir¨¢ contribuyendo a subir el nivel del mar, pero lograr¨ªamos atenuar el ritmo de p¨¦rdida.
En un escenario de bajas emisiones, en 2070 la temperatura media de la Ant¨¢rtida subir¨ªa 1 ?C, las aguas que rodean el continente blanco se calentar¨ªan en 0,7 ?C, se perder¨ªa del orden del 8% del hielo y dicha p¨¦rdida contribuir¨ªa a subir 6 cent¨ªmetros el nivel medio del mar. El impacto no es peque?o, pero es mucho menor que el que habr¨ªa si se considera un escenario de altas emisiones, al que podemos encaminarnos si seguimos con una actitud pasiva ante el cambio clim¨¢tico.
En dicho escenario, la subida de temperatura del aire en la Ant¨¢rtida alcanzar¨ªa los 3 ?C, las aguas del oc¨¦ano ant¨¢rtico se calentar¨ªan casi 2 ?C, la p¨¦rdida de hielo alcanzar¨ªa el 43% y eso se traducir¨ªa en unos 27 cent¨ªmetros de subida del nivel del mar, a los que habr¨ªa que sumar los debidos a la fusi¨®n del hielo de Groenlandia (cuya contribuci¨®n es mayor en la actualidad) y la dilataci¨®n t¨¦rmica del agua oce¨¢nica. En definitiva, un escenario poco deseable, de gran impacto en el sistema clim¨¢tico, al que nos costar¨ªa mucho adaptarnos.
Tal y como coment¨¦ a principio del art¨ªculo, no llegaremos a ver una Ant¨¢rtida libre de hielo, pero s¨ª que iremos presenciando c¨®mo los signos del calentamiento global se van haciendo all¨ª cada vez m¨¢s evidentes. Gracias a los cient¨ªficos, no s¨®lo sabemos el ritmo al que la Ant¨¢rtida est¨¢ perdiendo hielo; tambi¨¦n nos han mostrado c¨®mo ser¨ªa el continente si quedara desnudo de este elemento. Puede verlo en las figuras anexas. Si, de repente, desapareciera el gigantesco manto helado, el continente blanco (que dejar¨ªa de serlo) pasar¨ªa a ser un conjunto de islas. Esta nueva configuraci¨®n pone de manifiesto su fragilidad, particularmente en su parte occidental, ya que podemos comprobar c¨®mo una gran parte del hielo est¨¢ flotando en agua marina y ¨¦sta ¡ªtal y como se ha comentado¡ª se calentar¨¢ en el futuro. La p¨¦rdida de hielo trae consigo la consabida contribuci¨®n a la subida del nivel del mar y el llamado rebote isost¨¢tico, ya que, al descargarse de peso, la masa continental, ir¨¢ tambi¨¦n ascendiendo. Hay que confiar en que ni nuestros hijos, ni nuestros nietos, ni sus respectivos hijos y nietos, llegar¨¢n a ver una Ant¨¢rtida sin hielo.
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