?Puede la autora de ¡®Lo malo¡¯ dinamitar el sistema a trav¨¦s de la radiof¨®rmula?

¡°Yo quiero que echen abajo la frontera y nos den a todos el pasaporte de seres humanos¡±, nos dice Brisa Fenoy, algecire?a de 26 a?os, cantante de pop social. Autora, seg¨²n nos cuenta, de un pu?ado de ¡°melod¨ªas chicle con mensaje¡± que son su contribuci¨®n personal a un intento de ¡°hackear el sistema¡±. En la tarde primaveral en que charlamos con ella, en un hotel al pie de la monta?a barcelonesa de Montju?c, Brisa se ha rodeado de muy buenos c¨®mplices. Con ella est¨¢n Yacine Diop, Mouhamet Dia, Aziz Faye, Mansour Ndjite e Ibrahima Diop, miembros todos del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona.

"Quiero que la generaci¨®n 'millennial' disfrute mis canciones y se pare a pensar en su mensaje, en la visi¨®n de la vida que hay m¨¢s all¨¢ de los estribillos"

Los cinco senegaleses cruzaron la frontera sur de la Uni¨®n Europea hace entre ocho y diez a?os. Aqu¨ª han padecido ¡°la persecuci¨®n policial, el racismo institucional y el racismo silencioso¡±, seg¨²n nos cuenta Aziz. Trabajaron de manteros y en la manta encontraron una forma de subsistencia precaria, pero compatible con sus valores y su sentido de la dignidad. Hace un par de a?os crearon su sindicato subterr¨¢neo y clandestino, una red de solidaridad para reci¨¦n llegados en riesgo de exclusi¨®n. ¡°Les d¨¢bamos una manta¡±, nos cuenta Aziz, ¡°y repon¨ªamos su mercanc¨ªa en caso de que la confiscase la polic¨ªa¡±. Luego intentaron desarrollar una min¨²scula red de negocios gestionados por emigrantes, empe?o en el que tropezaron de nuevo ¡°con la burocracia y las barreras invisibles que nos pone un sistema ego¨ªsta e hip¨®crita¡±, seg¨²n cuenta Yacine.

Por fin, apostaron por crear su propia marca de ropa, Top Manta, que presentaron en una serie de desfiles reivindicativos al principio muy modestos, pero cada vez m¨¢s virales. Ah¨ª empez¨® a triunfar su estrategia de hackeo al sistema. Brisa entr¨® en contacto con ellos en enero de este a?o, tras apuntarse ella tambi¨¦n un ¨¦xito viral con el v¨ªdeo de Jeric¨®, una denuncia del sufrimiento de los que cruzan el Estrecho de Gibraltar, esos 14 kil¨®metros malditos que separan ?frica de, sin ir m¨¢s lejos, su Algeciras. Hoy, la cantante rubia, hija de sindicalista y escritora, natural de una ciudad que ¡°se empe?a en vivir de espaldas a ?frica¡±, como si la proximidad geogr¨¢fica pudiese negarse recurriendo a la distancia cultural y al clasismo arrogante, es la imagen de Top Manta, ¡°una aliada fundamental¡±, en opini¨®n de Aziz, para la cruzada por la dignidad del sindicato de los manteros.

¡°Me encanta que ellos tambi¨¦n hablen de hackear el sistema¡±, cuenta Brisa, ¡°es lo que intento yo con mis canciones. Quiero que suenen en las radiof¨®rmulas, que se vuelvan virales en YouTube y que suenen en la tele. Que la generaci¨®n millennial las escuche y las disfrute, pero tambi¨¦n se pare a pensar en su mensaje, en la visi¨®n de la vida que hay m¨¢s all¨¢ de los estribillos y los arreglos pop¡±. Brisa es de las que piensan que no se puede separar arte de activismo. ¡°Mi m¨²sica tiene contenido, es un acto de comunicaci¨®n coherente con mis valores¡±. Sus canciones sobre la gran frontera sur son tambi¨¦n un nuevo cap¨ªtulo de la eterna conversaci¨®n que lleva teniendo desde la adolescencia con aquellos (¡°incluidos algunos amigos m¨ªos, aunque me duela decirlo¡±) que quieren que Europa siga siendo un islote de prosperidad al margen de un mundo convulso.

Brisa Fenoy sigue apostando por mensajes de ¨ªndole social para su m¨²sica. En 'Free', su ¨²ltimo tema, las palabras que m¨¢s suenan son "respeto" y "libertad"

Yacine insiste en una escandalosa paradoja: ¡°Top Manta vende ropa legal hecha por gente ilegal¡±. ¡°Es vergonzoso¡±, tercia una Brisa, que resulta intensa, simp¨¢tica y apasionada incluso cuando se indigna, o sobre todo, cuando se indigna: ¡°?Se puede concebir algo m¨¢s c¨ªnico que un sistema que proh¨ªbe a las personas pero tolera las mercanc¨ªas, incluso las que son fruto del trabajo de las personas a las que ha prohibido?¡±. Brisa dice estar un poco harta de que la llamen ¡°extremista y antisistema¡±, pero entiende que ese es el peaje que tienen que pagar los ¡°activistas, los que intentan ir un poquito m¨¢s all¨¢ y no se conforman con los discursos obvios¡±. Nos cuenta que su conciencia social, que nunca estuvo dormida, despert¨® de manera incluso m¨¢s contundente cuando entr¨® en contacto, en Estambul, ¡°con el drama de los refugiados sirios, lo insultante que resulta que se condene a la precariedad y a un limbo absurdo e injusto a personas que todo lo que buscan es salvar sus vidas y las de sus familias¡±.

¡°Estoy muy orgullosa de haber compuesto 'Lo malo'. ?Qu¨¦ tienen de malo 'Operaci¨®n Triunfo' y la m¨²sica popular urbana si te permiten transmitir mensajes que para ti valen la pena?¡±

Ya a solas con ICON, mientras la maquillan para la sesi¨®n fotogr¨¢fica, Brisa rememora el di¨¢logo con los miembros del sindicato y se centra en lo que tiene en com¨²n con ellos: ¡°Su actitud es una lecci¨®n de vida para m¨ª. Yo tambi¨¦n quiero hacer cosas bonitas que transmitan mis valores¡±. Es el caso de Lo malo, gran ¨¦xito viral, el single que ella escribi¨® para que lo interpretasen las concursantes de Operaci¨®n Triunfo Aitana y Ana Guerra. Un hit ¡°subversivo¡± que es a la vez una versi¨®n muy libre de Bad boy, de Morgan y Will Simms, y una respuesta al ¨¦xito del trap nacional Mala mujer, de C. Tangana. ¡°Estoy muy orgullosa de haber participado en algo as¨ª¡±, afirma con rotundidad, ¡°?qu¨¦ tienen de malo Operaci¨®n Triunfo y la m¨²sica popular urbana si te permiten transmitir mensajes que para ti valen la pena?¡±. En este caso, el tema, que se convirti¨® en uno de los favoritos sentimentales para representar a Espa?a en Eurovisi¨®n, habla de ¡°cortar con el acoso sexual y el sexismo por la v¨ªa r¨¢pida, apostando por lo bueno, que es la actitud hacia la vida de las mujeres felices y libres, las que pasan de malos rollos y comeduras de tarro¡±. Ella ha padecido las injustas inercias patriarcales sobre todo en su faceta de modelo, un mundo en el que se meti¨® ¡°para ganar algo de dinero¡± mientras se abr¨ªa paso con su verdadera vocaci¨®n, la m¨²sica, pero en el que se sinti¨® ¡°cosificada, ninguneada como ser humano pensante y, adem¨¢s, aburrida¡±.

Estaba claro que a un esp¨ªritu libre como Brisa se le iban a hacer muy estrechas las pasarelas. ¡°Nunca fue mi ambici¨®n hacer carrera como modelo¡±, cuenta mordi¨¦ndose el labio inferior, un gesto muy suyo, ¡°en realidad, creo que soy muy poco ambiciosa¡±. La medida del ¨¦xito para ella es ¡°llegar a la gente, por supuesto, pero sobre todo ser feliz, mantenerme activa y no traicionarme a m¨ª misma¡±. Si fuese presidenta por un d¨ªa, explica juguetona, cree que har¨ªa ¡°una reforma educativa en profundidad, porque la empat¨ªa y la solidaridad son cosas que se sienten espont¨¢neamente, pero tambi¨¦n pueden ense?arse¡±. Eso s¨ª, se pregunta, ¡°?c¨®mo podr¨ªa llegar al poder alguien como yo, que no cree en la autoridad y que piensa que casi todas las cosas que valen la pena se hacen al margen de la pol¨ªtica, desde la base?¡±. Imposible. No, Brisa Fenoy no quiere ser presidenta por un d¨ªa. Est¨¢ c¨®moda al otro lado de la trinchera (y de la frontera), el de la gente ¡°buena y digna¡±. Su reforma educativa tendr¨¢ que esperar.