Televisi¨®n a la espa?ola
Tan peligrosa es una agencia p¨²blica pol¨ªticamente dependiente como una pol¨ªticamente irresponsable
Con cada nuevo Gobierno, la misma pel¨ªcula en la televisi¨®n p¨²blica. Distintos protagonistas, pero id¨¦ntico guion. Desde la oposici¨®n, todos los partidos quieren un ente independiente. En el poder, les cuesta renunciar a un caramelo tan goloso.
El desenlace es siempre triste. Cambian los ocupantes de los ¨®rganos directivos, pero no sus funciones. Y necesitamos reflexionar sobre las mismas.
Frente a diagn¨®sticos maniqueos, la cuesti¨®n de fondo no es si tenemos unas instituciones politizadas o, por el contrario, profesionalizadas. Tan peligrosa es una agencia p¨²blica pol¨ªticamente dependiente como una pol¨ªticamente irresponsable.
En una ¨¦poca de cruzadas contra todo lo que huele a politizaci¨®n, nada suena mejor que una televisi¨®n, un centro de investigaciones o una universidad ¡°en manos de los profesionales¡±. Pero podemos acabar sustituyendo un chiringuito pol¨ªtico, que responde a cualquier directriz gubernamental, por un cortijo corporativo, que no rinde cuentas a la sociedad. Es la dolencia de nuestro sector p¨²blico: sufrimos tanto de hipertiroidismo como de hipotiroidismo pol¨ªtico.
La pol¨ªtica debe tener su espacio en los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos. Lo que pagamos entre todos debe estar supervisado por los representantes de todos.
As¨ª sucede en los modelos de referencia de nuestro entorno, de la BBC brit¨¢nica a las agencias aut¨®nomas de la Europa del norte. Los pol¨ªticos se sientan en los ¨®rganos supervisores o consejos de administraci¨®n. Porque son pol¨ªticos quienes deben decidir la misi¨®n de un ente p¨²blico. Sin embargo, como contrapunto a unos consejos de administraci¨®n politizados, estas instituciones tienen comit¨¦s de direcci¨®n despolitizados, con profesionales al mando. As¨ª se equilibran las dos fuerzas que dan vida a todo organismo p¨²blico: la responsabilidad pol¨ªtica y la profesional.
En las instituciones espa?olas el yin y el yang est¨¢n descompensados. O politizamos hasta los titulares de los telediarios o nos despreocupamos de lo que hacen los intereses corporativos con el dinero p¨²blico. Aqu¨ª, en lugar de la armon¨ªa, se impone la ley del p¨¦ndulo. @VictorLapuente
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