El primer archivo presidencial espa?ol, un empe?o de su hija
Alfonso Guerra public¨® dos vol¨²menes autobiogr¨¢ficos sobre su trayectoria pol¨ªtica y Carlos Solchaga, unos voluminosos diarios sobre sus a?os como diputado y ministro. Entre tanto, Felipe Gonz¨¢lez, que los tuvo a ambos en el Consejo de Ministros cuando eran los polos opuestos del Gabinete, siempre ha dicho que no escribir¨¢ sus memorias. Aunque no pudo convencerle de lo contrario, su hija Mar¨ªa -que este a?o cumplir¨¢ 40 a?os, ¡°como la Constituci¨®n¡±, a?ade ella- lo convenci¨® de que reuniera sus papeles, los catalogara y facilitara su difusi¨®n p¨²blica. ¡°Quer¨ªa que se supiera lo que pas¨®¡±, cuenta, ¡°no lo que dicen que pas¨®. Se lo deb¨ªan a mi generaci¨®n¡±.
Con ese objetivo naci¨® en 2013 la fundaci¨®n que lleva el nombre del expresidente y que tiene dos grandes l¨ªneas de trabajo: Memoria C¨ªvica y Progreso global. La segunda se refiere al presente y al futuro y, tras analizar la crisis de la democracia representativa, ha puesto en marcha una comisi¨®n intergeneracional para estudiar si vivimos peor que nuestros padres y, de ser as¨ª, por qu¨¦. La primera es la que tiene que ver directamente con los papeles de Felipe Gonz¨¢lez. Pero no solo. Memoria C¨ªvica tiene, a su vez, tres ramas: el propio archivo del expresidente, los de otras figuras relevantes de la Espa?a contempor¨¢nea ¨Centre ellos, el exministro Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall- y un archivo ¡°colaborativo¡± abierto a todos los ciudadanos. ¡°La historia no la hicieron solo los pol¨ªticos¡±, explica Roc¨ªo Mart¨ªnez-Sampere, exdiputada del PSC y directora de la Fundaci¨®n Felipe Gonz¨¢lez, que insiste en que el archivo no busca ¡°regocijarse en su figura¡± sino ayudar a entender qu¨¦ ¡°aciertos¡± hubo y qu¨¦ ¡°errores¡± se cometieron. Tambi¨¦n ¡°c¨®mo funciona el proceso de tomas de decisiones¡± cuando ¡°los intereses colectivos son contradictorios¡±.
Usar, entender, criticar son algunos de los verbos que salpican la conversaci¨®n de Mart¨ªnez-Sampere cuando habla de los objetivos de una iniciativa doblemente in¨¦dita. Por un lado, porque en Espa?a no existe una tradici¨®n como la de las bibliotecas presidenciales estadounidenses, promovidas por Roosevelt en 1939 para preservar los archivos de los inquilinos de la Casa Blanca, ni instituciones como las que custodian y difunden los de Olof Palme, Fran?ois Miterrand o Mario Soares.
Con ser novedosa la constituci¨®n de un archivo como el del expresidente socialista, la gran novedad es la posibilidad de consultar sus fondos online desde cualquier ordenador y sin discriminar a los usuarios. Las ¨²nicas l¨ªneas rojas las marcan por ahora el presupuesto ¨Cla digitalizaci¨®n, financiada por la Fundaci¨®n Telef¨®nica, llega en esta primera etapa hasta 1993- y las leyes, tanto la de protecci¨®n de datos como las relativas a la ¡°seguridad nacional¡±. Por eso se han tachado nombres, direcciones y n¨²meros de tel¨¦fono en algunos papeles o se impide el acceso a otros. ¡°Nuestro objetivo es colgar todos nuestros fondos en la web. Los l¨ªmites los ponen el Congreso de los Diputados y el Parlamento europeo¡±, explica Mart¨ªnez-Sampere, que insiste en aclarar que hay documentos que, por haber sido clasificados en su d¨ªa -es decir, hace a?os- por el Consejo de Ministros, nunca han formado parte del archivo de Felipe Gonz¨¢lez sino de los de Presidencia o de la Administraci¨®n. La mayor¨ªa de los registros censurados, subraya, lo fueron por los datos y no por los secretos. En eso contrasta con Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, patrono de la fundaci¨®n y mucho m¨¢s vehemente respecto a estos ¨²ltimos y a su posible revelaci¨®n en el futuro.
La gran novedad es la posibilidad de consultar sus fondos online desde cualquier ordenador y sin discriminar a los usuarios
A la novedad del archivo y de la posibilidad de consultarlo en l¨ªnea se le suma un sistema de catalogaci¨®n y un buscador que facilitan mucho su consulta. De eso se ha encargado Alba Toajas, que explica c¨®mo, frente a la tendencia general a catalogar gran cantidad de documentos sin pensar en la calidad de su tratamiento, ellas han optado por ¡°leer cada papel¡± para facilitar su difusi¨®n y, a la vez, que asegurarse de que esta se ajuste a la ley. As¨ª, en lugar de clasificar un cuaderno simplemente con la fecha, el equipo coordinado por Toajas ha colocado al frente de cada bloc descripciones como esta: ¡°Cuaderno de notas (1989-1990). Seis. / Notas tomadas por Felipe Gonz¨¢lez en el ejercicio de su cargo como Presidente del Gobierno. Contiene: [Portada] ¡°Noviembre 89 (I)¡±. 11/1989. [Notas] "El discurso de investidura que me gustar¨ªa hacer" [p¨¢g. 2-4]. | Informaci¨®n en la OTAN, George Bush, Mijail Gorbachov, Fran?ois Mitterrand. | [Intervenciones en la sesi¨®n de investidura:] Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, r¨¦plica a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Miquel Roca. 05/12/1989. Julio Anguita, Adolfo Su¨¢rez, I?aki Anasagasti, Alejandro Rojas-Marcos, Vicente Gonz¨¢lez Lizondo, Joseba Azkarraga, Jon Larrinaga, Jos¨¦ Mar¨ªa Mur, Luis Mardones. 11/12/1989. Ministro de Econom¨ªa. 12/12/1989. Ministro del Interior: atentado Herri Batasuna, presi¨®n sobre el aparato de seguridad del Estado, ETA. | Ministro de Econom¨ªa. 13/12/1989. Ministro de Econom¨ªa y Hacienda. | 14/12/1989. Ministro de Defensa: atentado del comandante, Catalu?a. | | Situaci¨®n pol¨ªtica general: di¨¢logo social, terrorismo. 18/12/1989. Ministro de Asuntos Exteriores: cambios personales, viajes y visitas, CE, [?James?] Baker [?Secretario de Estado de Estados Unidos?], Panam¨¢, Polonia, OTAN¡±.
A partir de ah¨ª, todo depende de la caligraf¨ªa de Felipe Gonz¨¢lez y del contexto que cada usuario sea capaz de aportar a notas que unas veces se extienden durante cinco p¨¢ginas y otras se limitan a un nombre y dos apellidos. El historiador Santos Juli¨¢, que escribi¨® una historia de referencia del PSOE pero todav¨ªa no ha podido consultar el archivo, subraya el valor de notas tomadas sobre la marcha. ¡°Manuel Aza?a llevaba un diario en el que daba cuenta tambi¨¦n de lo que se hablaba en el Consejo de Ministros, pero la memoria, aunque solo hayan pasado unas horas, filtra los acontecimientos¡±, explica usando como ejemplo al presidente republicano al que ha dedicado una biograf¨ªa reci¨¦n ampliada y reeditada. Aunque el m¨¦todo elegido ¨Cleer cada palabra de cada documento, conocer la ley, decidir- ralentiza la catalogaci¨®n, tanto Alba Toajas como Roc¨ªo Mart¨ªnez-Sampere defienden que es ese ejercicio de ¡°transparencia efectiva¡± lo que da valor a un trabajo como el suyo. ¡°Los papeles de un presidente forman parte de la historia, son de todos¡±, opina Toajas. ¡°Los ciudadanos tienen derecho a exigirlos. Un archivo como este es una rendici¨®n de cuentas¡±.