El Ej¨¦rcito de Pakist¨¢n teme a la prensa libre
A dos semanas para las elecciones, la presi¨®n sobre los periodistas hace recelar del proceso
El principal enemigo del Ej¨¦rcito de Pakist¨¢n ha sido, desde la partici¨®n en 1947, el Ej¨¦rcito de su vecino y rival, India. Pero con ambos pa¨ªses dotados del arma nuclear, una quinta guerra se presenta improbable en este siglo XXI. Dentro de Pakist¨¢n, tambi¨¦n el terrorismo parece domado. Incluso los intereses pol¨ªticos de los militares se han visto beneficiados por la reciente condena al ex primer ministro Nawaf Sharif, con quien hace tiempo manten¨ªan serias discrepancias. Hoy, la mayor preocupaci¨®n de los uniformados es la prensa libre.
Desde hace meses, los periodistas paquistan¨ªes se vienen quejando del acoso de que son objeto, incluidas las sospechosas desapariciones de algunos de ellos. ¡°No es s¨®lo que se amordace a los medios o el creciente n¨²mero de casos de desaparecidos, sino sobre todo la percepci¨®n de estar siendo manipulados por fuerzas invisibles¡±, denunciaba el pasado abril el prestigioso analista Zahid Hussain. Las ¡°fuerzas invisibles¡± en Pakist¨¢n son los militares y, sobre todo, su poderos servicio secreto, el ISI (siglas de Inter-Services Intelligence).
Tal fue el caso del apag¨®n de la cadena GEO en la mayor parte del pa¨ªs el pasado abril, en el que el Gobierno neg¨® tener responsabilidad y que motiv¨® una denuncia de la organizaci¨®n internacional Reporteros Sin Fronteras. O el bloqueo un mes despu¨¦s de la distribuci¨®n del diario en ingl¨¦s Dawn, uno de los m¨¢s reputados, a ra¨ªz de la entrevista que public¨® con el ex primer ministro Sharif y que al parecer desagrad¨® a los militares.
Quienes defienden la libertad de expresi¨®n acusan a las autoridades de pasividad ante la presi¨®n de esos poderes ocultos. En la recta final hacia las elecciones generales del pr¨®ximo d¨ªa 25, esa censura encubierta hace incluso dudar de la limpieza del proceso. Algunos periodistas practican la autocensura ante el miedo a ser penalizados si se salen del gui¨®n.
S¨®lo los medios extranjeros quedan fuera del alcance de las fuerzas invisibles. Tal vez por ello est¨¦ siendo tan complicado conseguir el visado para cubrir las elecciones. Despu¨¦s de ser citada para recogerlo, y esperar tres horas, est¨¢ corresponsal se fue con las manos vac¨ªas porque, seg¨²n un funcionario, ¡°el Gobierno interino teme la seguridad ese d¨ªa y a¨²n no ha decidido las directrices¡±. Esto era el lunes, a dos semanas de la cita.
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