S¨¢nchez y el regreso del PP

El presidente S¨¢nchez, en su comparecencia en el Congreso, situ¨® la reconducci¨®n de la crisis catalana como objetivo prioritario. Dialogar y reconducir el conflicto por la v¨ªa pol¨ªtica es su estrategia. El alivio que produjo ver c¨®mo escampaba el cielo plomizo del rajoyismo y el desconcierto que provoc¨® en el PP y Ciudadanos han permitido a S¨¢nchez la representaci¨®n de un cambio de etapa. Pero a partir de la semana pr¨®xima el PP, con nuevo presidente, volver¨¢ a la escena y Ciudadanos saldr¨¢ de su letargo: ambos retomar¨¢n la pelea por el t¨ªtulo de campe¨®n nacional del patriotismo, buscando al mismo tiempo debilitar al Gobierno. Dos meses es poco para ver si el mensaje del presidente ha calado y si el electorado est¨¢ dispuesto a premiar a quienes busquen soluciones pol¨ªticas y a castigar la intransigencia. S¨¢nchez debe seguir en el empe?o.

La campa?a por la presidencia del PP confirma su alejamiento del centro derecha. De Pablo Casado sabemos que es joven: su edad es la piedra sobre la que se funda su presunci¨®n renovadora. Y sabemos tambi¨¦n que la FAES le ve como un hombre de futuro, portador de algo tan nuevo como el aznarismo. En su campa?a ha retomado la propuesta de restauraci¨®n conservadora con la que Rajoy lleg¨® al poder y que acab¨® con la salida del Gobierno de quienes ten¨ªan que ejecutarla ¡ªGallard¨®n y Wert¡ª porque asustaba al menguante sector liberal de su electorado. Pablo Casado considera que ¡°el feminismo es un colectivismo social que el centro derecha tiene que combatir¡±, quiere repetir el fracasado intento de reforma regresiva de la ley del aborto, se presenta como defensor sin complejos de la derecha de siempre, y sobre Catalu?a lo ¨²nico que est¨¢ dispuesto a negociar es el regreso al art¨ªculo 155. Nada que dialogar con los independentistas. Su propuesta es ilegalizarlos. Y su principal apoyo es la derrotada Dolores de Cospedal, responsable del aparato de un partido inundado por las aguas de la corrupci¨®n y atrapado en una cultura de servilismo incondicional al jefe que lo ha dejado como un erial.

Por su parte, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa no ha considerado necesario tener ideas ni programa, probablemente acostumbrada a que estas cosas con Rajoy eran m¨¢s bien un estorbo. Su proyecto es ella misma: su hoja de servicios, como primera ministra del presidente saliente. Y en esta hoja figura la estrategia judicial que sac¨® el proceso catal¨¢n de la v¨ªa pol¨ªtica hasta llevarlo al atasco actual.

El objetivo prioritario de encauzar la cuesti¨®n catalana requiere un consenso m¨ªnimo entre los principales partidos para reconducirlo a la v¨ªa pol¨ªtica. Pero el PP sigue en la fantas¨ªa de la derrota definitiva e incondicional del independentismo. Y adem¨¢s intentar¨¢ capitalizarla contra Pedro S¨¢nchez. ?Alg¨²n d¨ªa se impondr¨¢ en la derecha el principio de responsabilidad?