Competir limpiamente
Bruselas multa a Google con 4.343 millones por operar con ventaja
La multa de 4.343 millones de euros impuesta por la Comisi¨®n Europea a Google y a su matriz, Alphabet, por pr¨¢cticas contrarias a la competencia es la m¨¢s alta que ha recibido una empresa por actuaciones monopol¨ªsticas. No es la primera vez que el gigante tecnol¨®gico se ve las caras con Bruselas por no respetar las normas comunitarias. Hace un a?o recibi¨® otra sanci¨®n (2.424 millones) por frustrar la competencia en el mercado de las b¨²squedas en Internet. La investigaci¨®n determin¨® entonces que el sistema de comparaci¨®n de precios de Google Shopping no era neutro sino que favorec¨ªa a sus servicios y desplazaba a lugares menos visibles a sus rivales.
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Ahora, Bruselas castiga a Google por abusar de su posici¨®n de dominio a trav¨¦s de Android, su sistema operativo para tel¨¦fonos m¨®viles y tabletas, que es utilizado pr¨¢cticamente por toda la industria, a excepci¨®n de Apple. El Ejecutivo comunitario estima que Google ha impuesto restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos y operadores de redes m¨®viles al exigirles que configuren su motor de b¨²squeda como predeterminado y que adem¨¢s preinstalen el navegador Chrome.
Una sanci¨®n tan astron¨®mica se justifica por el perjuicio ocasionado a marcas como Microsoft, Nokia y Oracle, integrantes de la coalici¨®n de empresas y entidades que interpusieron una queja a la Comisi¨®n Europea en 2015. Tan elevado castigo econ¨®mico a Google viene a recordar que la econom¨ªa digital no puede operar al margen de las normativas de la econom¨ªa convencional. El ecosistema online requiere grandes dosis de innovaci¨®n, pero siempre dentro de par¨¢metros legales. El gigante de Internet defiende que Android ha creado m¨¢s capacidad de elecci¨®n para todos, no menos. Y, como no pod¨ªa ser de otra manera, ha anunciado que recurrir¨¢ la sanci¨®n.
En un mundo globalizado, en el que las empresas, las administraciones y los ciudadanos est¨¢n cada vez m¨¢s digitalizados, la opci¨®n de elegir entre un amplio abanico de ofertas favorece el desarrollo y potencia la innovaci¨®n. Las empresas tecnol¨®gicas han desempe?ado un papel clave en la modernizaci¨®n de las comunicaciones personales y en el impulso del comercio online, pero caer en manos de un pu?ado de multinacionales que intentan operar con ventajas ilegales frena el avance de la econom¨ªa digital y perjudica a los consumidores.
Desde hace casi una d¨¦cada, Google ha estado bajo la lupa de la Comisi¨®n Europea, que actualmente investiga a la tecnol¨®gica por su servicio AdSense, una herramienta para colocar anuncios publicitarios en Internet. Si los colosos del sector (Google, Microsoft, Facebook, Apple) quieren hacer negocio a este lado del Atl¨¢ntico, es una exigencia irrenunciable que respeten las normas de la UE. La competencia es una regla de oro y ninguna empresa puede abusar de su posici¨®n o saltarse a la torera las leyes del libre mercado. La Comisi¨®n Europea tiene la obligaci¨®n de velar por el cumplimiento de estos principios y de salvaguardar los derechos de 500 millones de usuarios.
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