¡°Eso son cosas de mujeres¡±
De los 15 Estados de ?frica Occidental solo cuatro tienen licencia para padres en su legislaci¨®n: Mauritania, Mal¨ª, Togo y Ben¨ªn. En Senegal ni siquiera es objeto de debate o demanda social pues la prioridad es la ley de paridad
El permiso de paternidad no solo est¨¢ completamente ausente del corpus jur¨ªdico-laboral senegal¨¦s, sino que ni siquiera existe como objeto de debate o demanda social. ¡°Nadie ha pedido nunca nada parecido¡±, asegura la jueza experta en temas de Familia y miembro de la Asociaci¨®n de Mujeres Juristas, Aissatou Kant¨¦. De hecho, los padres han estado tradicionalmente ausentes de la crianza y educaci¨®n de sus hijos. ¡°Eso son cosas de mujeres¡±, explica con toda normalidad Moustapha Niang, padre de un ni?o de tres meses. De hecho, para las asociaciones de mujeres, ¡°hay otras prioridades en este momento¡±.
Ni est¨¢ ni se le espera. La primera reacci¨®n de la mayor parte de las personas entrevistadas para este art¨ªculo, tanto expertos como gente de la calle, era de sorpresa. De hecho, ¡°?eso qu¨¦ es?¡± fue una respuesta habitual. La posibilidad de que un padre se acoja a d¨ªas libres por el nacimiento de uno de sus hijos no existe en la legislaci¨®n senegalesa que, sin embargo, s¨ª contempla un permiso de maternidad de 14 semanas consecutivas (ocho de ellas despu¨¦s del parto), la posibilidad de prolongaci¨®n de tres semanas m¨¢s en caso de enfermedad y la potestad de la mujer de abandonar su puesto de trabajo en todo momento durante un mes y medio antes del parto sin exponerse a sanciones o despido.
?Y los hombres? ¡°Este tema no est¨¢ sobre la mesa¡±, asegura Rokhiatou Gassama, presidenta del Consejo Senegal¨¦s de Mujeres (Cosef), ¡°lo hemos hablado en alguna ocasi¨®n internamente pero el contexto social del pa¨ªs no nos permite plantearlo, adem¨¢s tenemos otras prioridades, como por ejemplo la ley de paridad, aprobada en 2011 pero cuya aplicaci¨®n est¨¢ teniendo problemas; o la autoridad parental, una norma anacr¨®nica que obliga a la autorizaci¨®n expresa y firmada del padre y no a la inversa cada vez que un menor va a salir del pa¨ªs, incluso si sus progenitores est¨¢n divorciados¡±, a?ade.
Mariama Traor¨¦ acuna a la peque?a Aisha entre sus brazos. La mira y remira mientras su hermana mayor, Coumba, corretea y se acerca a besarla. El barrio de Parcelles Assaini¨¦s es uno de los m¨¢s grandes y poblados de Dakar y acoge a miles de personas llegadas del interior del pa¨ªs. Mariama y su marido se trasladaron desde Kaolack hace cinco a?os. ?l es mec¨¢nico y ella se encarga de la casa. ¡°Yo me ocupo de las ni?as, de hacer la comida, lavar la ropa y de que todo est¨¦ en orden. Es agotador¡±, se lamenta Traor¨¦. ¡°Mi hermana ha venido del pueblo y me echa una mano, pero Alpha est¨¢ todo el d¨ªa trabajando y llega muy cansado¡±.
Los diputados alegan que en una sociedad donde est¨¢ presente la poligamia, un trabajador con varias esposas podr¨ªa multiplicar sus permisos
Seg¨²n Gassama, el contexto social y religioso no est¨¢ maduro como para plantear una reforma legislativa en este sentido. ¡°En general, los hombres no se implican en la crianza y educaci¨®n de los ni?os. De hecho, es habitual que muchos maridos abandonen la habitaci¨®n de su esposa durante las primeras semanas para evitar pasar malas noches ya que al d¨ªa siguiente tienen que ir a trabajar. Si en este marco se dieran permisos de paternidad, ?qui¨¦n asegura que lo coger¨ªan para cuidar de sus hijos?¡±, explica.
Sin embargo, lo cierto es que sobre todo en los entornos urbanos y en los ¨²ltimos a?os algunas cosas est¨¢n cambiando. ¡°Hay una cierta evoluci¨®n¡±, contin¨²a Gassama, ¡°vemos cada vez m¨¢s a hombres que por ejemplo quieren asistir a los partos, esto era impensable hace unas pocas d¨¦cadas. Y algunos maridos se implican algo m¨¢s y acuden a las reuniones en los colegios, pero seguimos viendo que esto es muy limitado. La participaci¨®n del hombre en la crianza es una batalla que tenemos que dar porque hay cosas que pueden hacer, como cambiar pa?ales o dar biberones, no todo es cosa de mujeres¡±.
La situaci¨®n de Senegal no es muy diferente de la de los pa¨ªses de su entorno. De los 15 Estados de ?frica occidental solo cuatro tienen permisos de paternidad recogidos en su legislaci¨®n, seg¨²n el instituto de investigaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas World Policy Center. Se trata de Mauritania, Mal¨ª, Togo y Ben¨ªn, en todos los casos de menos de tres semanas. El pasado mes de mayo, una amplia mayor¨ªa del Parlamento nigeriano rechaz¨® una proposici¨®n del diputado Edward Pwajok para crear esta figura legal.
Los argumentos esgrimidos por los legisladores nigerianos para tumbar esta iniciativa apuntan al contexto social, pero tambi¨¦n al econ¨®mico y religioso. En su resoluci¨®n hablan del peso de la econom¨ªa informal y de la extrema necesidad de la poblaci¨®n de salir cada d¨ªa a ¡°dar respuesta a las necesidades vitales de sus familias¡±. En este sentido, ¡°los permisos de paternidad abrir¨ªan la puerta a numerosas horas de trabajo perdidas¡±. Asimismo, los diputados alegan que en una sociedad donde est¨¢ presente la poligamia, un trabajador con varias esposas podr¨ªa multiplicar sus permisos y ¡°dificultar la organizaci¨®n del trabajo¡±.
Sin embargo, las asociaciones feministas y colectivos por la igualdad aseguran que estos factores no deben hacer olvidar la cuesti¨®n fundamental. ¡°Si queremos avanzar pol¨ªtica y econ¨®micamente, los hombres deben implicarse en la educaci¨®n y atenci¨®n de sus hijos¡±, dijo a RFI Joe Okei, presidenta de la asociaci¨®n Women Arise.
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