Un estudio asocia las olas de calor a los asesinatos machistas en Espa?a

Sin negar que las ra¨ªces de la violencia de pareja contra la mujer "est¨¢n claramente vinculadas con las desigualdades de g¨¦nero y el sistema patriarcal", un equipo de investigadores espa?oles ha observado que "tres d¨ªas despu¨¦s de que se produzca una ola de calor en Madrid el riesgo de feminicidio aumenta un 40%". El trabajo est¨¢ firmado por expertas en violencia de g¨¦nero, por especialistas en epidemiolog¨ªa y por psic¨®logos de Polic¨ªa y Guardia Civil.

El estudio ha analizado los meses de mayo a septiembre en el periodo 2008-2016 en la Comunidad de Madrid. En ese tiempo se registraron 23 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, 38.000 denuncias policiales por violencia de g¨¦nero y 61.000 llamadas al tel¨¦fono 016 de atenci¨®n a v¨ªctimas de malos tratos. La investigaci¨®n, publicada en la revista cient¨ªfica Science of the Total Environment, afirma que ¡°por cada grado en que la temperatura m¨¢xima diaria supera el umbral de 34 grados los feminicidios dentro de la pareja aumentan un 28,8% respecto a la media¡±.

¡°Lo que mata no es el calor, es el machismo. Hay que poner el foco en el asesino, pero vemos que con la temperatura se incrementa la violencia¡±, se?ala la epidemi¨®loga Bel¨¦n Sanz

¡°Hemos encontrado una asociaci¨®n entre las temperaturas m¨¢ximas y los feminicidios que es lo suficientemente significativa como para tenerla en cuenta en los protocolos de alerta y protecci¨®n cuando haya olas de calor¡±, explica la soci¨®loga Carmen Vives, coautora del estudio y presidenta de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa. Las olas de calor aumentar¨ªan ese riesgo al ¡°disparar el estr¨¦s y la irritabilidad dentro de una pareja en la que ya existe un conflicto¡±, explica Vives, que insiste en que el culpable final es ¡°el machismo y el patriarcado¡±.

La investigaci¨®n forma parte de un creciente movimiento cient¨ªfico para identificar los factores que incrementan el riesgo que tiene una mujer de sufrir violencia de g¨¦nero o de ser asesinada por su pareja. En un estudio publicado en 2016 sobre el perfil sociodemogr¨¢fico del feminicidio en Espa?a, el equipo de Vives destacaba que ¡°en relaci¨®n con los factores de riesgo individuales, se ha observado que el riesgo de feminicidio se asocia con ser inmigrante, pertenecer a una minor¨ªa ¨¦tnica, tener una pareja o expareja desempleada y el consumo de alcohol o drogas por uno o ambos miembros de la pareja¡±.

El trabajo constataba que el 40% de las mujeres asesinadas en Espa?a eran inmigrantes, procedentes sobre todo de Ecuador, Marruecos y Bolivia. M¨¢s all¨¢ de posibles efectos culturales, Vives recuerda que ¡°ser inmigrante y no contar con el apoyo de tu familia o una red social es una barrera cuando te encuentras con una situaci¨®n de violencia y quieres salir de ella¡±. Las mujeres inmigrantes expuestas a la violencia de pareja ¡°tienen un riesgo cinco veces mayor de ser asesinadas que las mujeres espa?olas¡±, subraya Vives. Sus estudios tambi¨¦n han mostrado que las mujeres expuestas a la violencia de pareja en entornos rurales tienen el triple de riesgo de ser asesinadas que las que viven en n¨²cleos urbanos.

Las mujeres inmigrantes y las que viven en entornos rurales tienen mayor riesgo de ser asesinadas que las que viven en n¨²cleos urbanos

El nuevo estudio sugiere una catarata de efectos tras alcanzarse los 34 grados, el umbral de ola de calor en Madrid. Un d¨ªa despu¨¦s, las denuncias policiales aumentan un 1,7% por cada grado extra de temperatura. Tres d¨ªas despu¨¦s, el riesgo de feminicidio crece un 40%. Y, cinco d¨ªas despu¨¦s, las llamadas al 016 se incrementan un 1,43% por cada grado. ¡°Lo que mata no es el calor, es el machismo. Hay que poner el foco en el asesino, pero vemos que con la temperatura se incrementa la violencia¡±, se?ala la epidemi¨®loga Bel¨¦n Sanz, del Instituto de Salud Carlos III, en Madrid. Los primeros estudios que vincularon el calor y la violencia machista se publicaron en EEUU en 1986.

¡°Es posible que la exposici¨®n a una temperatura anormalmente alta sea un estresor que facilite el inicio de este tipo de din¨¢mica en la pareja (ira, estr¨¦s, discusiones¡­), alcanzando su punto m¨¢s alto, el asesinato, tres d¨ªas despu¨¦s del inicio, tal y como muestran nuestros resultados¡±, sostienen los autores, que incluyen al teniente coronel de la Guardia Civil Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez y al facultativo de la Polic¨ªa Nacional Juan Jos¨¦ L¨®pez Ossorio, ambos psic¨®logos y coordinadores del Equipo Nacional de Revisi¨®n Pormenorizada de Homicidios en el contexto de la Violencia de G¨¦nero de Espa?a, dirigido por el Ministerio del Interior.

Este grupo, en funcionamiento desde 2015, revisa exhaustivamente uno a uno los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas en Espa?a, con el objetivo de dise?ar campa?as de prevenci¨®n espec¨ªficas para las zonas y colectivos detectados de alto riesgo. ¡°En Espa?a, como en el resto del mundo, el homicidio perpetrado por la pareja o expareja sentimental es la principal causa de muerte violenta en el caso de las mujeres. Aunque es un fen¨®meno con bajas tasas de prevalencia, despierta una gran alarma social pero, parad¨®jicamente, son escasos los estudios sistematizados realizados en nuestro pa¨ªs para conocer mejor la naturaleza de esta forma de criminalidad, los patrones, tendencias y elementos clave que permitan elaborar estrategias de intervenci¨®n encaminadas a reducir e incluso erradicar el fen¨®meno¡±, lamentaban Gonz¨¢lez y L¨®pez Ossorio en el Anuario de Psicolog¨ªa Jur¨ªdica de 2018.

Las denuncias policiales por violencia de g¨¦nero se incrementan los domingos y las vacaciones de Navidad

Los dos psic¨®logos de Polic¨ªa y Guardia Civil acaban de publicar otro estudio sobre la ¡°taxonom¨ªa de los homicidios de mujeres en las relaciones de pareja¡±. En ¨¦l recuerdan que Espa?a es uno de los pa¨ªses del mundo con las tasas m¨¢s bajas de este tipo de cr¨ªmenes, con 2,4 asesinatos por cada mill¨®n de mujeres, frente a 3,2 en Suiza; 4,1 en Alemania; 5,4 en Finlandia y 9,4 en Lituania. Los investigadores citan los recientes trabajos en Australia de la crimin¨®loga Holly Johnson, que concluyen que ¡°en general los agresores muestran bajo nivel de estudios, toxicoman¨ªas, abusos f¨ªsicos/sexuales en la infancia, dificultades econ¨®micas, presencia de hijastros en la relaci¨®n, problemas de salud mental sin diagnosticar, separaci¨®n no deseada, vivencia de maltrato en el hogar por parte del padre hacia la madre, celos sexuales, acoso y antecedentes criminales violentos¡±. En Noruega, la psic¨®loga Solveig Vatnar ha estudiado 177 homicidios de pareja y tambi¨¦n ha hallado una mayor asociaci¨®n con un nivel socioecon¨®mico bajo. En Espa?a, las primeras conclusiones del equipo dirigido desde el Ministerio del Interior se conocer¨¢n en octubre o noviembre.

Adem¨¢s de investigar posibles indicadores ambientales como la temperatura, los mismos autores espa?oles estudian factores temporales. Y han detectado que las llamadas al tel¨¦fono 016 en la Comunidad de Madrid aumentan los lunes, cuando muchas mujeres se libran de la presencia de su agresor. Las denuncias policiales, en cambio, se incrementan los domingos y durante las vacaciones de Navidad, tras episodios de violencia inusual, seg¨²n acaban de publicar en la revista especializada Annals of Epidemiology. Conocer estos factores de riesgo permite mejorar los protocolos de atenci¨®n a las v¨ªctimas.

¡°Yo tengo muy claro que existen variables que hacen mayor o menor la probabilidad de sufrir violencia de g¨¦nero o de ser agresor. Las mujeres inmigrantes o con menor nivel socioecon¨®mico tienen mayor riesgo. Mientras no se admita, no se har¨¢n programas espec¨ªficos de prevenci¨®n para ellas¡±, reflexiona la epidemi¨®loga Bel¨¦n Sanz.