Los progresistas y Nicaragua

?Qu¨¦ decir o hacer frente a un ex revolucionario que se transforma en la sombra represora del dictador que derroc¨®? Esa es la pregunta que muchos l¨ªderes de la izquierda latinoamericana se vienen haciendo desde hace semanas por la represi¨®n que ha desatado el gobierno nicarag¨¹ense del Presidente Daniel Ortega y su conyugue y Vicepresidenta, Rosario Murillo.

La revoluci¨®n Sandinista que triunf¨® en 1979 sobre la dictadura de Anastasio Somoza Jr., trajo consigo grandes ilusiones de justicia y sobrevivi¨® el sabotaje del gobierno estadounidense de Ronald Reagan; pero, con Ortega, ha derivado en un remedo de la dictadura de los Somoza.

En las calles la gente grita ¡°Daniel y Somoza son la misma cosa¡±, y desde abril ¨Ccuando la gente sali¨® a las calles a protestar por una reforma previsional que incrementaba las cotizaciones y reduc¨ªa las pensiones en un 5%-- la cifra de muertos por la represi¨®n de la polic¨ªa y paramilitares, armados y amparados por el r¨¦gimen de Ortega, ya suma alrededor de 350 personas, adem¨¢s de unos 2.000 heridos.

Ortega adopt¨® el discurso cristiano; pero cuando la Iglesia protegi¨® al pueblo nicarag¨¹ense rebelde, la polic¨ªa gubernamental y los paramilitares no trepidaron en golpear a obispos y al propio Nuncio Apost¨®lico del Papa.

Antiguos comandantes o l¨ªderes del Sandinismo han levantado su voz para que esta vez la comunidad internacional ayude no a derrocar al somocismo, sino a encontrar una salida democr¨¢tica a la crisis. Henry Ruiz, Dora Mar¨ªa T¨¦llez, Sergio Ram¨ªrez, Hugo Torres y muchos m¨¢s han denunciado la represi¨®n del r¨¦gimen, la alianza del Sandinismo orteguista con la derecha, y la corrupci¨®n de los jueces del Consejo Supremo Electoral que permiti¨® la reelecci¨®n continua de Daniel Ortega desde el 2011, pasando por encima de la Constituci¨®n que prohib¨ªa la reelecci¨®n.

En una carta abierta, Ernesto Cardenal, ministro de cultura sandinista durante varios a?os, le escribe al ex Presidente Mujica de Uruguay para que los progresistas del mundo sepan lo que ocurre en Nicaragua. Sus palabras son lapidarias: ¡°Ortega y Murillo no pueden seguir encontrando legitimidad en los movimientos de izquierda a los que con sus actos sin escr¨²pulos han traicionado. Las victimas de Ortega y Murillo merecen justicia¡±.

No hay otra opci¨®n pac¨ªfica para resolver la crisis nicarag¨¹ense que elecciones adelantadas. Hasta ahora, Ortega y Murillo las han rechazado. Daniel debiera escuchar a su hermano Humberto, ex jefe del Ej¨¦rcito de Nicaragua, que le pidi¨® desactivar de inmediato las fuerzas parapoliciales y adelantar las elecciones presidenciales para el 2019. La OEA exhort¨® a lo mismo en una resoluci¨®n del Consejo Permanente. No hay m¨¢s tiempo y vidas que perder. Es lo que todo progresista pedir¨ªa, m¨ªnimamente.