Raz¨®n de establo

Uno de los temas m¨¢s apasionantes y complejos del pensamiento pol¨ªtico es el de la raz¨®n de Estado, vinculada desde siempre a sus repugnantes cloacas. Estudiando sus dif¨ªciles contornos y sin mostrar un ¨¢pice de ingenuidad, Rafael del ?guila se preguntaba: ¡°?Cu¨¢l es la consecuencia de admitir, con Maquiavelo, que los Estados no se pueden gobernar con el rosario en la mano?¡±. Y es que fue el florentino quien nos ense?¨® a pensar y juzgar las situaciones pol¨ªticas con todos sus dilemas, mostr¨¢ndonos que las decisiones pol¨ªticas tienen costes, o que siempre van unidas a tensiones dif¨ªciles que no revelan ning¨²n camino correcto, pues cualquiera que escojamos estar¨¢ lleno de piedras.

Conviene no banalizar eso que pomposamente llamamos ¡°el juicio pol¨ªtico¡±, del que los cl¨¢sicos nos advierten que consiste en valorar con prudencia las consecuencias de las decisiones que toman los hombres de gobierno. Lo que est¨¢ en juego con ellas es la solidez de una forma de vida democr¨¢tica. Por eso produce sonrojo contemplar estos d¨ªas la facilidad con la que absorbemos el hedor que emana del caso Villarejo y la gravedad de su alcance. Que las acusaciones al Rey em¨¦rito deban dirimirse con todas las exigencias de justicia, lejos de debilitarnos, reforzar¨ªa nuestro orden pol¨ªtico, ?pero significa eso que todos los medios valen?

No se confundan. Esto no va en absoluto de la excepci¨®n que confirma la regla. No trata de un conjunto de periodistas, funcionarios y pol¨ªticos que piensan que, a veces, en aras de un bien pol¨ªtico superior, hay que pinchar tel¨¦fonos ilegalmente. Algunos est¨¢n tan acostumbrados a vivir en el fango que llegan a convencerse de que algo as¨ª es parte normal del proceso pol¨ªtico. El mensaje emitido por estos pol¨ªticos y funcionarios cenicientos, con sus camarillas y circuitos de poder dentro del aparato del Estado y en connivencia con el detritus del periodismo basura es n¨ªtido: piensan que estos medios son leg¨ªtimos. Pero estos casos, como nos dijo Arendt, van ¡°m¨¢s all¨¢ de la irrupci¨®n de la criminalidad en los procesos pol¨ªticos; esto va de un tipo de pol¨ªtica que es en s¨ª misma criminal¡±. Por algo Graci¨¢n la llamaba ¡°raz¨®n de establo¡±. No perdamos de vista este debate. @MariamMartinezB