El ¨²ltimo duelo del pasado
El PP no va a renovarse este fin de semana; nadie cree que, con ese plantel, se inaugure hoy el futuro
Lo que hoy elige el PP no es, probablemente, al pr¨®ximo l¨ªder del PP. Como en el caso del PSOE en 2012, se elige al piloto para la transici¨®n de un periodo de hegemon¨ªa a una traves¨ªa del desierto m¨¢s o menos dura. Tras el zapaterismo, bajo el hundimiento de la crisis, el PSOE se enfrent¨® a ese dilema: las opciones eran Rubalcaba y Carme Chac¨®n, esto es, un dirigente veterano de la nomenclatura, con un prestigio a prueba de casi todo pero con cierta leyenda de alter-ego de Fouchet, o una dirigente joven de la nueva pol¨ªtica l¨ªquida, desgastada ideol¨®gicamente como icono generacional. El partido se dividi¨® y resolvi¨® por apenas un pu?ado de votos, poco m¨¢s de veinte. Rubalcaba amortigu¨® el desastre electoral del PSOE, sostenido sobre la cota de cien esca?os, y le resisti¨® a Rajoy los cara a cara de la herencia recibida hasta que los suyos le dieron el finiquito dos a?os despu¨¦s. ?Va a optar por eso el PP? En definitiva la duda es si van a votar, o no, a Soraya S¨¢enz de Rubalcaba.
Claro que hay una diferencia: incluso quienes se enfrentaban a Rubalcaba, admit¨ªan que era patrimonio hist¨®rico del partido, y m¨¢s que nada cuestionaban si su momento hab¨ªa pasado. En definitiva el debate no era sobre su credibilidad, sino sobre su oportunidad. Santamar¨ªa est¨¢ lejos de esa clase de figura, aunque pueda ser la ¨²ltima vestal del marianismo (ese ciclo liquidado por resistirse a hacer la catarsis de la corrupci¨®n, m¨¢s diferida que los pagos a B¨¢rcenas en G¨¦nova), y quiz¨¢ ese sea un factor determinante en el ¨¦xito de Casado, porque si hay una fuerza reconocible en el proceso es el antisorayismo. Inspirado por Macron, Casado ofrece un c¨®ctel de marketing juvenil y un discurso cl¨¢sico de valores (no confundir con ideolog¨ªa, se trata de fetiches ret¨®ricos), para concitar m¨¢s descontentos que ilusiones. De alg¨²n modo Soraya es, quiz¨¢ a su pesar, un trasunto de Hillary: una mujer curtida a la sombra de la presidencia en tiempos dif¨ªciles a la que nadie discute su valor pero a la que no es f¨¢cil ver con simpat¨ªa.
El PP no va a renovarse este fin de semana. Las ovaciones a Rajoy ¡ª¡°me aparto pero no me voy¡±¡ª delatan que la ruptura emocional con el marianismo est¨¢ lejos. M¨¢s que autocr¨ªtica, en cualquier momento parec¨ªa ayer a punto de escucharse en el auditorio del Marriott un grito de ¡°?queremos un dedazo tuyo!¡±. Por dem¨¢s, basta ver el elenco de figuras en los carteles para descreer. En torno a Soraya est¨¢ Montoro, F¨¢tima (?Viva la Blanca Paloma!) B¨¢?ez, Javier Arenas, M¨¦ndez de Vigo, IX Bar¨®n de Claret, y otros rostros de la carcunda. Pero en torno a Casado est¨¢ Aznar y adem¨¢s Aguirre, Km 0 de la corrupci¨®n, Cospedal, Cifuentes remasterizada, Juan Ignacio Soy el novio de la muerte Zoido, el reprobado Catal¨¢¡ Nadie puede creer, con ese dramatis personae, que hoy se inaugure el futuro. M¨¢s bien parece que Santamar¨ªa y Casado escenifican el ¨²ltimo duelo del pasado entre el marianismo y el aznarismo como reserva espiritual de la derecha.
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