La ¡®app¡¯ de series que busca comerse a Netflix
Blackpills y sus microseries pueden pasar a formar parte de esas grandes e interesantes revoluciones culturales de nuestra ¨¦poca. O quedarse en nada
Ay, lo que ha cambiado la televisi¨®n. Si hace unos a?os, no tantos, nos hubieran explicado que podr¨ªamos elegir qu¨¦ ver, cu¨¢ndo verlo y d¨®nde, nos hubiera sonado a Philip K. Dick. Netflix, el gran gur¨² de la televisi¨®n, inici¨® sus andanzas mucho antes de lo que parece: en 1999. El temido efecto 2000, pues, fue una perturbaci¨®n en el modo de entender la televisi¨®n y el nacimiento del streaming. Hoy d¨ªa parece que el gigante sigue reinando, pero le van creciendo los rivales all¨¢ donde mire. El ¨²ltimo en llegar a Espa?a es Blackpills, una app exclusiva para m¨®viles y tablets que fundamenta su discurso en dos maneras diferentes de actuar: por un lado, es gratis. Por el otro, tienen muy claro a qui¨¦n va dirigidos: la generaci¨®n millennial, cuyo tiempo medio de atenci¨®n parece establecerse en 10 minutos aproximadamente.
Blackpills se fund¨® en marzo de 2017 y apuesta por contenido de ficci¨®n propio cuya duraci¨®n por cap¨ªtulo no exceda los 13 minutos. Si trazamos el arco desde los inicios de la televisi¨®n de ficci¨®n hasta ahora, la duraci¨®n media del cap¨ªtulo se est¨¢ yendo a pique. Seg¨²n la filosof¨ªa de Patrick Holzman y Daniel Marhely, sus creadores y propietarios, todo lo que vaya a contarte un cap¨ªtulo te lo puede contar en menos de 10 minutos. Toma el autob¨²s, saca tu m¨®vil, abre Blackpills, ponte un cap¨ªtulo y te dar¨¢ tiempo a verlo antes de que llegues a tu destino. Ya tienes tu dosis diaria de consumo. Ya tienes tu p¨ªldora negra. Y la cosa parece funcionar, porque grandes nombres de la industria como James Franco o Luc Besson se han unido a la propuesta. Y no lo vamos a negar: es muy goloso ver en apenas una hora toda una temporada de una serie. Y la corta duraci¨®n no est¨¢ desmereciendo el buen trabajo. Estas son algunas de las series realmente interesantes que te puedes encontrar en Blackpills:
Playground
Una idea original de Luc Besson, padre de El quinto elemento y que vuelve a sus ra¨ªces de Leon, el profesional con esta historia de asesinos a sueldo que implica una academia, una chica rebelde y sin lugar en el mundo, y una siniestra organizaci¨®n. La serie es dura y concisa: en los diez minutos que suelen durar sus cap¨ªtulos hay acci¨®n a patadas, pero tambi¨¦n hay escenas realmente duras cuando el discurso se pone serio y nos confronta con la realidad; hablamos de adolescentes que est¨¢n siendo entrenados para ser asesinos a sueldo, la mayor¨ªa no tienen familia, pasado ni futuro. La protagonista deber¨¢ renunciar poco a poco a su humanidad si quiere recorrer un camino dejando huellas de sangre. Aunque decepcionara a ajenos y propios con su ¨²ltima cinta de ciencia ficci¨®n, Besson siempre se guarda un as en la manga.
Virgin
Adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Radhika Shangani, nos narra la historia de una universitaria virgen que se obsesiona con el sexo cuando conoce al chico de sus sue?os, Olivier, pero sus amigas descubren que no tiene experiencia en la cama. Girando sobre una trama sencilla y muy cercana a la sitcom, Virgin es deslenguada, provocadora y sensual. Sus cap¨ªtulos se mueven entorno a los ocho minutos de duraci¨®n y no escatima en fuertes escenas de sexo y situaciones verdaderamente alocadas que explotan esa verg¨¹enza ajena que tanto disfrutamos en otros shows de similar propuestas como Girls de HBO. La temporada completa se puede ver en un viaje largo de AVE.
Duels
Tambi¨¦n hay hueco para la distop¨ªa; en este caso de la mano de una premisa que parece una parodia del mismo target al que parece dirigirse la app: tras el suicidio de una chica por la difusi¨®n de su video sexual, un amigo de ella reta en duelo al responsable, como en el siglo XIX, pistola en mano, contamos diez pasos y nos disparamos. Esto se hace viral, como las cosas m¨¢s absurdas hoy d¨ªa, y consigo trae una peligrosa moda, la de batirse en duelo para defender el honor. En el pa¨ªs donde el control de armas pasa por la aprobaci¨®n de Asociaci¨®n Nacional del Rifle, esto se convierte en un serio problema. La serie con la media de duraci¨®n m¨¢s larga, unos trece minutos por cap¨ªtulo, es tambi¨¦n una feroz cr¨ªtica a una sociedad donde, acogi¨¦ndose a la segunda enmienda, es posible matar a otro ser humano en defensa del honor. S¨²male una realizaci¨®n espectacular y un guion soberbio y el resultado es una serie llamada a convertirse en fen¨®meno.
Making a scene
James Franco, polifac¨¦tico, odiado por unos y amado por otros, no ha podido evitar subirse al carro de estas p¨ªldoras negras que reconcilian la ficci¨®n de calidad con la generaci¨®n m¨¢s casual que ha dado nuestro extra?o mundo. Aunque originalmente fue una exclusiva de AOL, Making a Scene tiene la duraci¨®n y concepci¨®n perfecta para la plataforma de streaming: cap¨ªtulos autoconclusivos de apenas diez minutos en los que el actor y sus colaboradores juntan dos pel¨ªculas diferentes y realizan una suerte de videoclip; recrean escenas m¨ªticas en clave de humor o simplemente revisitan un icono del s¨¦ptimo arte. El cap¨ªtulo se compone del making of y la escena propiamente dicha, y da lugar a verdaderas joyas como la mezcla entre Reservoir Dogs y Dirty Dancing o una inusual versi¨®n de El caballero Oscuro mezclado con Beetlejuice. No solo por la alta dosis de humor, que est¨¢ garantizada, sino por los momentos en que Franco y los suyos nos muestran alguno de los entresijos del cine y c¨®mo incluso las grandes estrellas disfrutan todav¨ªa de su trabajo y su pasi¨®n. Ideal para esperas en aeropuertos, estaciones de tren y similares.
Exposed
Y no todo van a ser risas en tu dosis diaria de ficci¨®n. Tambi¨¦n hay lugar, y grande, para el drama. Exposed nos narra la truculenta relaci¨®n de una estudiante con el mundo del porno. Para poder ganarse la vida y continuar con sus estudios, Annie no tiene m¨¢s remedio que recurrir a la explotaci¨®n de su cuerpo y dedicarse al porno crudo de la era de Internet. Un retrato dram¨¢tico sobre el mundo s¨®rdido y oscuro del sexo por dinero, pero tambi¨¦n una voraz cr¨ªtica a la red y sus consecuencias. Una realizaci¨®n elegante y trabajada cuyo poderoso claim es: ¡°Todo en la vida es sobre sexo. Excepto el sexo. El sexo es sobre poder.¡±
Skal
Una plataforma como la que nos ocupa no pod¨ªa dejar pasar la tentaci¨®n de parodiar a sus propios aliados. En Skal ha llegado el apocalipsis y la gente se mata por botellas de agua. Y el encargado de narrarnos este arco tan poco original es un youtuber que apenas ha abandonado la adolescencia y piensa que tiene que seguir alimentando su ego con una retransmisi¨®n punto por punto de lo que significa vivir en un mundo destruido. Humor, s¨¢tira y tambi¨¦n acci¨®n en esta producci¨®n que coge todos los t¨®picos de los influencers, los mezcla en un c¨®ctel de colorido resultado y te lo mete por el gaznate sin que te des cuenta. Ideal para ver mientras vuelves a casa un jueves por la noche, por ejemplo.
Wrong Cops
Como menci¨®n especial tenemos una serie que a m¨¢s de uno aburrir¨¢, confundir¨¢, decepcionar¨¢ y dejar¨¢ con un palmo de narices, pues esta obra de Quentin Dupieux no sabe si parodiarse a s¨ª misma, a ti o a la propia plataforma que le da alas. La historia de unos polic¨ªas que son m¨¢s ilegales que el crimen que no combaten; una ciudad de Los ?ngeles que parece sacada de un decorado porno y la aparici¨®n estelar de Marilyn Manson haciendo de chico t¨ªmido y v¨ªctima del sistema llamado David Dolores Frank. Lo que empez¨® como un proyecto de pel¨ªcula, acab¨® convertido en cortometraje que pas¨® a cap¨ªtulo piloto de esta at¨ªpica serie que junta en una todas las obsesiones del director de Rubber (2010). No es apta para todos los p¨²blicos, pero sorprende que se haya abierto un hueco finalmente.
?Y por qu¨¦?
Esa ser¨ªa la gran pregunta. Por un lado, ?por qu¨¦ competir en el mismo mercado que Netflix? Pues porque la competencia es sana, aunque el rey del streaming de series seguir¨¢ gobernando por muchos a?os, s¨ª. Blackpills cubre un hueco, el de la brevedad, que no cubre Netflix o HBO, pero lo interesante es observar a qu¨¦ se debe su aparici¨®n.
Todo fen¨®meno de mercado responde a una tendencia: las series van evolucionando. ?Y hacia qu¨¦? Pues en este caso, hacia la forma y el ritmo de vida de la sociedad actual. Ver la primera temporada completa de Lost ¡ªla m¨ªtica serie de J.J. Abrams, Damon Lindeloff y Jeffrey Lieber¡ª, nos llevar¨ªa 24 horas, aproximadamente. As¨ª dicho, parece razonable, pero hagamos cuentas: si trabajas una media de ocho horas, pierdes de media una hora en desplazamientos, duermes, y ves a tus amigos, a tu familia y a tu pareja (si tienes), te deja, quiz¨¢s, dos horas al d¨ªa para vicio. Perd¨®n, ocio. Por tanto, ver la primera temporada de Lost te llevar¨ªa al menos un mes. Una quincena, si eres de los que tienen fuerzas al final del d¨ªa para ver m¨¢s de un cap¨ªtulo de la misma serie.
Ver la primera temporada completa de Playground te llevar¨¢ menos de dos horas. O lo que es lo mismo, un m¨¢ximo de dos d¨ªas si quieres disfrutarla con calma.
Y esto no es balad¨ª, porque cada vez tenemos menos tiempo. S¨ª, la sensaci¨®n de arroparse bajo una manta y ponerse un cap¨ªtulo de Juego de tronos o de Stranger Things no es comparable a sacar el m¨®vil y ponerse a consumir datos mientras el metro te deja tirado a dos estaciones del trabajo. Y probablemente nunca sean comparables. Pero si nos centramos en la ficci¨®n, las producciones de Blackpills son al mundo de la ficci¨®n televisiva lo que el relato corto a la literatura. No siempre tenemos tiempo, ni ganas, de meternos entre pecho y espalda las casi 900 p¨¢ginas que ocupa El nombre del viento de Patrick Rothfuss. O las m¨¢s de mil de La c¨²pula de Stephen King. Pero a veces el cuerpo nos pide algo como Instrucciones para llorar de Cort¨¢zar, y sus directas, elegantes y apetecibles dos p¨¢ginas (dependiendo de la edici¨®n). ?Es el tama?o sin¨®nimo de calidad? Como dir¨ªa Krahe: ¡°Y aunque en rigor no es mejor, por ser mayor o menor¡±. Lo cierto es que se agradece que no todos los creadores tengan las aspiraciones megal¨®manas de algunos de sus colegas.
La serie evoluciona y Blackpills y sus microseries, no lejos de las webseries que pugnaron por hacerse un hueco hace ya alg¨²n tiempo con dispares resultados, pueden ser un nuevo paso adelante. Depender¨¢ del p¨²blico, una vez m¨¢s soberano en estos asuntos, decidir si se queda en una bonita an¨¦cdota o pasa a formar parte de esas grandes e interesantes revoluciones culturales de nuestra ¨¦poca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.