La visita de Aznar
El expresidente no ha ido a G¨¦nova a hablar de n¨²meros de diputados, de mayor¨ªas y de minor¨ªas. Ha ido a hablar de lo que a la derecha le importa
A veces sucede que un detalle en apariencia min¨²sculo puede condicionar toda una vida. Entonces, cuando el tiempo ha pasado con generosidad y se pueden ver sus efectos, resulta f¨¢cil se?alar ese detalle, y el alcance que ten¨ªa. ?Estaba claro!
Pues s¨ª, pero a veces se percibe desde el origen que el detalle va a tener sus efectos. Y ya no le doy m¨¢s vueltas: entre los primeros invitados al despacho de Pablo Casado en la calle de G¨¦nova ha estado Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que, por si a alguno se le ha olvidado, es el presidente de la fundaci¨®n FAES, el aparato productor de ideas de la derecha-derecha espa?ola.
Casado ha recibido a Aznar con una tremenda humildad, la propia de un alumno aventajado ante el maestro, pero con algo m¨¢s: con el gesto del que puede decir en voz alta eso de que ¡°me lo he ganado yo¡±.
Dentro de algunos a?os podremos todos analizar el detalle, aparentemente min¨²sculo, de que Aznar haya estado entre los primeros en asentar sus posaderas en el sof¨¢ de las visitas. Y nos creemos que ya se ve venir todo. Y creo que, una vez m¨¢s, nos estaremos equivocando, porque tendemos a ver todo como parte del juego pol¨ªtico del corto plazo.
En resumen, Aznar, su visita, supone que Pedro S¨¢nchez las va a pasar mal con los Presupuestos, con el techo de gasto y con multitud de cosas, como la televisi¨®n p¨²blica, por ejemplo.
Sin embargo, detr¨¢s de esa visita hay mucho m¨¢s, cosas ante las que la figura de S¨¢nchez o de quien sea, pero ahora es la de S¨¢nchez, palidecer¨¢n. Porque Casado se quiere enfrentar a gran parte de la sociedad espa?ola con el mensaje ¡°recuperado¡± de la derecha.
El aborto es el primer objetivo. La familia nacionalcat¨®lica, que no tiene fronteras nacionalistas, as¨ª se lo exige a Casado. Ley del aborto no ten¨ªa que haber, pero si la hay, que sea de supuestos y no de plazos. A ver si las mujeres se van a creer que abortar es un derecho. Eso le ha demandado Aznar a Casado.
Y le ha demandado tambi¨¦n que pare la ley que habr¨¢ de regular la eutanasia. Esa nefasta ley que pretende arrebatar a la Iglesia el poder sobre la muerte y d¨¢rsela a los ciudadanos. La Iglesia, siempre detr¨¢s.
Aznar no ha ido a G¨¦nova a hablar de n¨²meros de diputados, de mayor¨ªas y de minor¨ªas. Ha ido a hablar de lo que a la derecha le importa.
A eso no basta oponerle un S¨¢nchez, sino todos los movimientos sociales.
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