Frente a Borrell, Salvini fanfarronea

El se?or Salvini, que se ha distinguido desde que ha llegado al Gobierno italiano por sus calibradas f¨®rmulas para evitar la acusaci¨®n de xenofobia, pero disparadas a suscitarla, da ahora lecciones de ¡°europe¨ªsmo¡±. ?A qui¨¦n, por favor? ?A Josep Borrell, ministro de Exteriores y expresidente del Parlamento Europeo! Salvini afirma: ¡°Nosotros nos preocupamos por la seguridad, por la cultura y por la identidad del pueblo europeo¡±, contestando a Borrell, quien se ha quejado con raz¨®n de la estrategia antieuropea del Gobierno italiano, que viola los acuerdos fronterizos de Dubl¨ªn desviando a inmigrantes y refugiados hacia Espa?a.

No es la primera vez que este pol¨ªtico ataca a otros responsables europeos (por ejemplo, a Emmanuel Macron), por no compartir los disparos al aire de su Gobierno populista. Si bien las ideas que defiende carecen de originalidad, hay que reconocer que apunta a un objetivo coherente y puesto en marcha sistem¨¢ticamente m¨¢s all¨¢ de refugiados e inmigrantes: destrozar la idea misma de Europa.

Es la pol¨ªtica europea de asilo, derechos humanos, integraci¨®n, proyectos econ¨®micos comunes y consolidaci¨®n de los acuerdos fronterizos, en una palabra, es la pol¨ªtica de solidaridad entre los europeos la que est¨¢ siendo minada por el Gobierno de extrema derecha italiano con su ideolog¨ªa ultranacionalista. Y lo hace coqueteando con otros Gobiernos, poco ejemplares, que han demostrado una curiosa concepci¨®n de los acervos europeos al rechazar toda obligaci¨®n com¨²n cuando esta no les beneficie directamente y en efectivo. En la misma l¨ªnea, Salvini pretende ahora montar una pol¨ªtica de cooperaci¨®n bilateral, fuera del marco europeo, con la Gran Breta?a del Brexit, a fin de debilitar a la Uni¨®n en las negociaciones.

El discurso de la emigraci¨®n es un pretexto para el actual Gobierno italiano: la alianza entre la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas se hace precisamente en torno a un antieurope¨ªsmo visceral. Buscan crear las condiciones de un estallido vinculado al tema migratorio, tal y como lo hicieron Nigel Farage y Boris Johnson en la campa?a del Brexit. Tampoco importa que Josep Borrell no apoye la inmigraci¨®n libre de entrada ni la complacencia na¨ªf en las fronteras de la Uni¨®n, pues lo que le disgusta a Salvini es que se diga que necesitamos m¨¢s pol¨ªtica com¨²n para afrontar un problema de magnitud continental. Evoca la ¡°seguridad del pueblo europeo¡± cuando la pone en peligro rechazando las decisiones comunitarias; ¡°la cultura¡±, cuando deval¨²a al mensaje ilustrado europeo, y la ¡°identidad del pueblo europeo¡±, cuando desprecia los textos fundamentales de respeto a los derechos humanos. No es de su agrado el mensaje que defiende una pol¨ªtica realista, responsable y solidaria.

En lugar de reflexionar seriamente sobre una estrategia civilizada de control y gesti¨®n de las migraciones, prefiere coger el camino m¨¢s f¨¢cil: utilizar el odio creando una atm¨®sfera asfixiante para los extranjeros en Italia. Pero ese gran pa¨ªs, refinado y tolerante, que ha sabido vencer en el pasado a esas fuerzas oscurantistas, acabar¨¢ hoy reaccionando contra ellas.