Trump castiga a Ir¨¢n
Las medidas econ¨®micas que ha puesto en marcha Estados Unidos rompen el consenso con los aliados europeos y amenazan con desestabilizar Oriente Pr¨®ximo
Al cumplir su amenaza de reimponer sanciones comerciales a Ir¨¢n, Donald Trump ha devuelto a Washington a la v¨ªa de la pol¨ªtica internacional unilateral que conduce al aislacionismo. El presidente republicano apart¨® hace tres meses a Estados Unidos del acuerdo nuclear suscrito por las grandes potencias en 2015 con Teher¨¢n, centrado en el control de las actividades de desarrollo de armamento at¨®mico. Ni el resto de los firmantes del pacto ¡ªRusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania¡ª ni los inspectores del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica de la ONU han hallado motivos para denunciar su incumplimiento.
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La primera tanda de las sanciones estadounidenses golpea la emisi¨®n de deuda, el comercio de metales o las transacciones con d¨®lares en un regreso la pol¨ªtica de mano dura ¡ªde ¡°m¨¢xima presi¨®n econ¨®mica¡±, en palabras de Trump¡ª con el r¨¦gimen de los ayatol¨¢s, tras el ¨¦xito de la diplomacia multilateral emprendida por el dem¨®crata Barack Obama en la ¨²ltima etapa de su Administraci¨®n.
Para proteger los intereses de las empresas comunitarias afectadas por las mediadas punitivas, la Uni¨®n Europea ha reaccionado con la activaci¨®n del denominado Estatuto de Bloqueo. La contramedida de Bruselas no ha evitado, sin embargo, que compa?¨ªas como Airbus o Renault hayan abandonado sus intereses en Ir¨¢n para no verse perjudicadas en sus negocios en EE UU. La desbandada puede agravarse cuando Trump ordene en noviembre la aplicaci¨®n de la segunda fase de las sanciones, que se concentrar¨¢n en el sector del petr¨®leo.
Bajo el pretexto de forzar a Teher¨¢n a renegociar el acuerdo nuclear, ampliando las discusiones al programa de misiles bal¨ªsticos, Trump y los halcones que marcan el paso de la pol¨ªtica exterior de la Casa Blanca parecen perseguir una improbable ca¨ªda del r¨¦gimen isl¨¢mico por la senda de la asfixia econ¨®mica. Pero como ocurri¨® con la invasi¨®n de Irak para derrocar a Sadam Husein, nadie parece haber previsto los afectos adversos de la escalada de Washington. Las sanciones contribuyen a reforzar a los sectores m¨¢s radicales de la Rep¨²blica Isl¨¢mica y amenazan con desestabilizar Oriente Pr¨®ximo. Ir¨¢n ya ha advertido con maniobras navales en el estrecho de Ormuz y con ataques de sus aliados yemen¨ªes en el de Bab el Mandeb, ambas v¨ªas mar¨ªtimas estrat¨¦gicas para el suministro mundial de crudo.
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