¡°Sal¨ª despedido segundos antes de que el puente Morandi aplastara mi cami¨®n¡±

Cuando le piden a Luciano Goccia que cuente lo que le ocurri¨®, solo es capaz de pronunciar tres palabras: "Es un milagro". El camionero ve por primera vez el veh¨ªculo que conduc¨ªa por la autopista debajo del puente Morandi, en G¨¦nova (Italia), cuando comenz¨® a derrumbarse. El cami¨®n est¨¢ totalmente abollado por los escombros, destrozado; en cambio, la ¨²nica herida visible de Goccia es un brazo en cabestrillo. "Acababa de llegar bajo el puente, abr¨ª la puerta del cami¨®n para salir y o¨ª una explosi¨®n", cuenta el transportista. "Cuando me di la vuelta, vol¨¦ en el aire, me di contra un muro y me qued¨¦ sin respiraci¨®n". Fue en ese momento cuando los escombros comenzaron a caer, a apenas unos metros de donde ¨¦l se encontraba. "La r¨¢faga de aire que me hab¨ªa lanzado hacia atr¨¢s me salv¨® la vida", asegura. Todav¨ªa le resulta dif¨ªcil asumir que sigue vivo cuando observa el cami¨®n destrozado. Seg¨²n el ¨²ltimo balance de las autoridades italianas, el derrumbe del viaducto ha provocado 39 v¨ªctimas mortales y los servicios de emergencias contin¨²an buscando a varios desaparecidos.?