El oro negro camerun¨¦s
La cantante Lornoar elige Tenerife para grabar su tercer trabajo discogr¨¢fico y probar su directo
Lornoar (Yaund¨¦, 1983) sedujo en el festival de m¨²sica Mapas, en Santa Cruz de Tenerife, con un espect¨¢culo titulado 100%, una delicia ac¨²stica en el que encaden¨® baladas, makosa, salsa, bossa o jazz desde una simplicidad que, a la vez, result¨® sofisticada. La cantante camerunesa pase¨® este proyecto por bares, eventos, museos y teatros de la isla canaria entre la primavera y el verano. ¡°Me enamor¨¦ de Tenerife¡±, anunci¨® ella, en una pausa en la cafeter¨ªa de Tenerife Espacio de las Artes (TEA), durante el MAPAS y arropada por la tenue bulla del meneo de tazas, vasos que se entrechocan y conversaciones. ¡°La gente es abierta y acogedora. Es fant¨¢stico. Tienes la impresi¨®n de estar en casa, no de encontrarte sola¡±.
Quiz¨¢s por ese motivo y tras su descubrimiento de la isla en marzo de este mismo a?o, ha encontrado una plataforma esencial a la hora de internacionalizar su m¨²sica y su mensaje y reincide en cuanto puede en la misi¨®n de tejer proyectos en los que la geograf¨ªa volc¨¢nica de Canarias ejerce de epicentro. Uno de ellos, la grabaci¨®n de su tercer disco, sin t¨ªtulo todav¨ªa y en proceso de gestaci¨®n, un trabajo cargado de inspiraci¨®n y amor y enriquecido con el proceso de comunicaci¨®n e intercambio con su p¨²blico.
Lornoar dice que cuando le preguntan c¨®mo comenz¨® en la m¨²sica, no sabe muy bien qu¨¦ responder. ¡°Creo que nac¨ª para hacer esto¡±, constata. ¡°Todos en este mundo tenemos una misi¨®n, lo que hacemos todos los d¨ªas para conseguir que la sociedad funcione y crezca de manera positiva. Creo que mi aportaci¨®n es la m¨²sica. Es lo que quiero hacer, porque me hace sentir libre y feliz y porque me alegra hacer felices a otros. Mi gozo es ver viajar a otros con mi m¨²sica, ver c¨®mo las emociones atraviesan las expresiones de su cara. Me gusta volver a casa tras cantar y bailar y sentirme satisfecha porque he proporcionado felicidad y he compartido con otros ese don que Dios me ha dado¡±.
Si hay que poner fechas y trazar trayectorias, la artista se recuerda ni?a, muy peque?a, ya enamorada de la m¨²sica y de todo lo art¨ªstico. Su pasi¨®n era evidente: su madre ya sab¨ªa, desde una edad temprana, que acabar¨ªa deslumbrando sobre un escenario. Profesionalmente, Lornoar se lanz¨® al ruedo hace 11 a?os, reci¨¦n inmersa en la adolescencia y fogue¨¢ndose en los cabarets y salas de fiesta de su Yaund¨¦ natal a partir de 2007. Su vecino, con el que compart¨ªa amigos comunes, es el guitarrista con el que hoy gira y maquina proyectos y le inform¨® entonces de que necesitaban una cantante en un local de la capital camerunesa. ¡°No est¨¢ bien¡±, protest¨® ella. ¡°No es un sitio decente para ir¡±. ¡°Cantar¨¢s entonces en el cielo¡±, repuso ¨¦l, al ver sus reparos. ¡°Despu¨¦s me habl¨® una amiga cantante, que me dijo lo mismo¡±, prosigue Lornoar. ¡°Hace falta una cantante y lo vas a hacer bien, me coment¨®. Comenc¨¦ a cantar y me dijeron que lo hac¨ªa bien y que me quedara en el puesto. As¨ª comenz¨® la aventura¡±.
"Si las embajadas se oponen a la circulaci¨®n de artistas, tenemos un problema¡±.
Los peque?os y grandes hitos que la profesionalizaron fueron llegando a su vida pausada pero ineludiblemente: logr¨® el primer premio en un festival de homenaje a Miriam Makeba, el Massao, como artista revelaci¨®n en 2010 y Duala. En 2011 public¨® su primer disco y mantuvo la regularidad en su producci¨®n con un segundo trabajo, que le sucedi¨® en 2016. Sus primeros conciertos en Par¨ªs se produjeron en 2012 y en 2014, cant¨® en la sede de Naciones Unidas en Nueva York en la apertura de la D¨¦cada de los Afrodescendientes. Ahora se concentra en su tercer disco, dedicado -seg¨²n explica- a la Virgen Mar¨ªa. ¡°Mi canci¨®n preferida, que siempre canto en todos mis conciertos, se dedica a Dios y en mi segundo ¨¢lbum hay una canci¨®n dedicada a la Virgen Mar¨ªa¡±, se justifica. ¡°No hay un cambio en mi trayectoria, al dedicarle mi tercer disco. Mis composiciones son muy espirituales y se refieren a c¨®mo debemos mejorar y comprender la vida¡±.
"Las mujeres llegamos a imponernos a la violencia"
La artista confiesa su suerte al ser una m¨²sica inspirada y prol¨ªfica, al tiempo que reconoce que no sabe nunca por qu¨¦ caminos le transportar¨¢ esa inspiraci¨®n y su incontinencia creadora. ¡°Si el Se?or me env¨ªa cosas para cantar, las canto¡±, dice.? Cumplir¨¢ a?os el 1 de octubre y ha vivido siempre en su pa¨ªs. Su madre, enfermera, es una figura central de su vida y la puso en contacto con las asociaciones de mujeres y con el baile y la danza. ¡°Era la gran animadora de las reuniones, toda la noche¡±, recuerda. ¡°Creo que he heredado muchas cosas de ella¡±. Sus influencias parten tambi¨¦n de la propia riqueza, diversidad y orograf¨ªa de su pa¨ªs, denominado ¡°?frica en miniatura¡± y que ha recorrido extensamente desde su m¨¢s tierna infancia por causa de sus padres. ¡°Hay m¨²sica del Sahel en Camer¨²n¡±, dice ella.
¡°Y muchas de mis composiciones vienen de estas influencias. Mucha gente piensa, al escucharme, que soy de ?frica occidental¡±. A los ritmos del pa¨ªs donde naci¨® y creci¨® se unieron posteriormente la influencia de las estrellas de la m¨²sica negra que escuchaba su padre, maestro, como la reci¨¦n fallecida Aretha Franklin, o de la chanson. Su t¨ªo era griot y tocaba una especie de kora, un instrumento sagrado en su cultura, la eton-beti. Por tanto, tambi¨¦n era normal en casa escuchar ritmos tradicionales de su propio pueblo e instruirse en ellos.
"En Camer¨²n hay unas 250 culturas y en la m¨ªa, las mujeres son muy fuertes", precisa, con orgullo. "Los hombres son horriblemente dominantes, as¨ª que tienes que ser dura para sobrevivir. Llegamos a imponernos a la violencia. No hay problema en ser activas socialmente o ser artistas en mi pueblo. Es un orgullo. La gente est¨¢ orgullosa de que cante y de que sea la embajadora de nuestra cultura".
Tras la entrevista, Lornoar se preparaba para un nuevo directo en un bar, arropada por m¨²sicos locales. Su guitarrista, el que la encamin¨® hacia los cabarets donde cogi¨® confianza con el micr¨®fono, tuvo que quedarse en Camer¨²n, sin visado. ¡°Es muy complicado para nosotros, los m¨²sicos, el tema de los visados¡±, se?ala para concluir ella. ¡°Es nuestro oficio y nos invitan para trabajar, as¨ª que si las embajadas se oponen a la circulaci¨®n de artistas, tenemos un problema¡±.
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