El desastre de un mundo sin hielo
Las grandes masas de agua helada se derriten en cantidad y velocidad no vistas en milenios. El proceso se ha agravado en los ¨²ltimos cuatro a?os
En Tulcea, una peque?a ciudad rumana en el delta del Danubio, solo los m¨¢s viejos del lugar saben lo que era patinar sobre el r¨ªo helado todos los inviernos. Desde hace casi 200 a?os, el pueblo lleva un registro anual en el que se anota el d¨ªa en que el caudal se congela, los que dura el hielo y cu¨¢ndo empieza a romperse. Hasta 1960, casi todos los a?os el Danubio se helaba en su parte baja. Desde entonces, solo lo ha hecho cinco veces, dos de ellas en lo que va de este siglo. La causa parece ser el cambio clim¨¢tico, la misma que est¨¢ provocando que las grandes masas heladas del planeta (ya sean perennes o estacionales) se est¨¦n derritiendo a un ritmo no visto en milenios.
¡°Cuando los cient¨ªficos del clima hablan del hielo y el calentamiento global, muchos piensan en la capa de hielo de Groenlandia o el hielo marino del oc¨¦ano ?rtico. La mayor¨ªa no se da cuenta de que la cantidad de hielo invernal en los mares y r¨ªos de Europa es un indicador del cambio clim¨¢tico igual de relevante¡±, explica la investigadora clim¨¢tica del Instituto Alfred Wegener para la Investigaci¨®n Polar y Marina (Alemania), Monica Ionita, que ha estudiado la evoluci¨®n de las heladas en el curso del segundo r¨ªo m¨¢s largo de Europa.
Antes se sol¨ªa helar en diciembre y duraba as¨ª hasta marzo, con una media de 27 d¨ªas helado (los a?os sin hielo rebajan la aritm¨¦tica). Pero desde mediados del siglo XX la temperatura promedio ha subido 1,5 grados, impidiendo que cuaje y que en Tulcea vuelvan a patinar.
El aumento de la temperatura est¨¢ tambi¨¦n detr¨¢s del deshielo ¨¢rtico. Pero en esta regi¨®n del planeta el calentamiento es m¨¢s acusado: se produce un fen¨®meno conocido como amplificaci¨®n ¨¢rtica. Simplificando, el calentamiento es aqu¨ª comparativamente mayor (hasta tres veces) que en el resto del hemisferio norte. El hielo derretido expone amplias zonas de aguas abiertas que absorben un extra de radiaci¨®n solar. En paralelo, al haber menos hielo, ¨¦ste refleja menor porci¨®n de radiaci¨®n, lo que acaba retroalimentando el proceso. La consecuencia m¨¢s reciente la han observado los sat¨¦lites de la NASA. Los inviernos de 2015, 2016, 2017 y este pasado, la porci¨®n helada del oc¨¦ano ?rtico ha sido la menor desde que hay sat¨¦lites.
Desde finales del siglo XIX, el nivel medio de los mares se ha elevado 20 cent¨ªmetros
El ?rtico sigue un patr¨®n estacional: el avance del hielo se inicia al final del verano, en septiembre, y llega a su m¨¢ximo en marzo o abril, cuando poco a poco vuelve a su m¨ªnimo. Este a?o, la extensi¨®n m¨¢xima fue 1,16 millones de kil¨®metros cuadrados menor que la media del periodo 1981-2010. ¡°La capa de hielo marino del ?rtico contin¨²a en una tendencia decreciente, algo que est¨¢ relacionado con el proceso de calentamiento del ?rtico¡±, dice en una nota la investigadora clim¨¢tica de la NASA, Claire Parkinson. ¡°El calentamiento significa que se formar¨¢ menos hielo y se derretir¨¢ m¨¢s, pero tambi¨¦n, al haber menos, se refleja menos radiaci¨®n solar incidente y esto contribuye al calentamiento¡±, a?ade.
La profesora de modelado y observaci¨®n polar del University College de Londres Julienne Stroeve ha aprovechado sus vacaciones para navegar por el ?rtico a bordo de un rompehielos. ¡°Creo que veremos un oc¨¦ano ?rtico libre de hielo a lo largo de nuestras vidas. Lo m¨¢s probable es que suceda antes de mediados de siglo¡±, escribe en un correo enviado desde el barco. Pero, contra la creencia popular, toda esta inmensa masa de hielo derretido apenas afectar¨¢ al nivel del mar, al menos directamente. La misma cantidad de agua en estado s¨®lido tiene m¨¢s volumen que en estado l¨ªquido. Pero s¨ª elevar¨¢ indirectamente las aguas. Es lo que realmente temen los cient¨ªficos.
¡°La p¨¦rdida de hielo marino afecta al conjunto de nuestro sistema clim¨¢tico ya que, al retirar el hielo, el oc¨¦ano absorbe la energ¨ªa del Sol que antes reflejaba el brillante hielo marino. Esto hace que el ?rtico se caliente m¨¢s r¨¢pido, lo que tendr¨¢ un impacto indirecto en el nivel del mar al aumentar el deshielo de la capa helada de Groenlandia y otros glaciares menores¡±, explica Stroeve. Y en Groenlandia, la segunda acumulaci¨®n de hielo terrestre m¨¢s grande tras la Ant¨¢rtida, hay tanto como para subir el nivel del mar hasta ocho metros si se derritiera por completo. Desde finales del siglo XIX, cuando empezaron a dispararse las emisiones de di¨®xido de carbono y otros gases de efecto invernadero (GEI), el nivel medio de los mares se ha elevado 20 cent¨ªmetros.
Si el capit¨¢n de la Marina Real brit¨¢nica sir John Franklin hubiese buscado hoy el paso del Noroeste que lleva del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico por encima de Canad¨¢, lo habr¨ªa encontrado. En 1845, part¨ªan de Inglaterra el HMS Erebus y el HMS Terror, dos de los mejores nav¨ªos del imperio. Ten¨ªan la misi¨®n de encontrar el ansiado paso en un tiempo en el que solo estaba el estrecho de Magallanes en el sur. Nunca lo encontraron. Como dramatiza una reciente serie de televisi¨®n, Franklin y su tripulaci¨®n s¨®lo hallaron hielo y m¨¢s hielo hasta morir. Desde hace d¨¦cadas no han dejado de aumentar los d¨ªas que est¨¢ abierto el paso y lo mismo sucede con el otro, el paso del Norte, sobre toda la costa septentrional de Rusia. Algunos estudios sostienen que, para finales de siglo, ambas rutas podr¨¢n mantenerse abiertas todo el a?o.
Esta misma semana la naviera Maersk anunci¨® el env¨ªo de un buque portacontenedores por la reuta del Norte. Aunque se han realizado transportes de petr¨®leo u otras mercanc¨ªas, es el primer viaje de un portacontenedores.
La apertura del canal de Panam¨¢ relativiz¨® la importancia que ten¨ªa el paso del Noroeste en tiempos de Franklin. Pero no as¨ª la del paso del Norte: entre dos de los puertos europeos m¨¢s importantes, los de Hamburgo y R¨®terdam, y las ciudades industriales de la costa de China o Jap¨®n hay 11.000 millas n¨¢uticas (20.000 kil¨®metros) por el canal de Suez. Por el norte, bordeando Rusia, la ruta se acorta hasta las 6.500 millas (12.500 kil¨®metros). Todo esto explica que organizaciones como el Instituto ?rtico estimen una explosi¨®n del tr¨¢fico mar¨ªtimo ya en este siglo. Y tambi¨¦n explica parte de la geopol¨ªtica que pa¨ªses ribere?os, como Canad¨¢, Rusia, Noruega o EE UU, est¨¢n desplegando en los ¨²ltimos a?os.
La ganancia de unos, el comercio, la miner¨ªa, el petr¨®leo¡, ser¨¢ la p¨¦rdida de otros. Un reciente estudio sobre el impacto futuro de la apertura de estos pasos a los barcos muestra que la mayor¨ªa de los mam¨ªferos marinos del ?rtico, en especial los narvales, las ballenas boreales y las belugas, ver¨¢n reducidas sus poblaciones. En cuanto a los osos polares, el deshielo ya se est¨¢ encargando de ellos por medio de otros procesos que les complican la caza y la movilidad en un medio cada vez m¨¢s l¨ªquido. Muchos de los 26.000 osos que quedan sobreviven por encima de sus posibilidades. La incapacidad creciente de capturar focas, la principal porci¨®n de su dieta, los est¨¢ empujando a buscar carro?a de carcasas de cet¨¢ceos o atacar nidos de gaviotas.
Organizaciones como el Instituto ?rtico estiman una explosi¨®n del tr¨¢fico mar¨ªtimo ya en este siglo
En el otro extremo del planeta, en la Ant¨¢rtida, tambi¨¦n se ha acabado la tranquilidad. Hasta no hace mucho la extensi¨®n de su hielo marino no dejaba de crecer mientras el acumulado sobre el continente se manten¨ªa relativamente estable. En un continente tan inmenso (27,7 veces la extensi¨®n de Espa?a o 7 la de M¨¦xico) la din¨¢mica es mucho m¨¢s compleja que la del ?rtico. En realidad hay tres grandes regiones ant¨¢rticas: la pen¨ªnsula ant¨¢rtica, la m¨¢s al oeste, la Ant¨¢rtida Occidental y la Oriental, que, desde un punto de vista geol¨®gico, bien podr¨ªan ser dos continentes diferentes. Hasta ahora, infinidad de estudios hab¨ªan mostrado que las dos primeras perd¨ªan hielo de forma acelerada y algunos consideran que el proceso es irreversible. Sin embargo, la parte oriental, la m¨¢s grande y la que por s¨ª sola podr¨ªa hacer que el nivel del mar se elevara en torno a 50 metros, segu¨ªa ganando hielo y, por tanto, tirando a la baja el nivel del mar. Eso ya se ha acabado.
En junio pasado, 84 cient¨ªficos de 44 organizaciones publicaron un estudio en Nature que confirma que la Ant¨¢rtida tambi¨¦n est¨¢ perdiendo m¨¢s hielo del que gana. El trabajo estima que el deshielo ant¨¢rtico ha elevado el nivel del mar en 7,6 mil¨ªmetros desde 1992. ¡°Unos pocos mil¨ªmetros al a?o pueden sumar un metro en 100 a?os¡±, recuerda la investigadora de la Universidad T¨¦cnica de Dinamarca y coautora de esta investigaci¨®n, Valentina Barletta. ¡°Muchas populosas ciudades costeras est¨¢n ahora al nivel del mar y una subida de un metro dejar¨¢ la planta de muchos edificios bajo el agua¡±.
Un informe del Centro Oceanogr¨¢fico Nacional de Reino Unido aportaba en julio una cifra del coste del deshielo: 14 billones de d¨®lares para 2100. La causa inmediata ser¨¢ el aumento de las inundaciones marinas, el impacto de las tormentas costeras o los tsunamis. La l¨®gica de este agravamiento casi de pel¨ªcula catastr¨®fica es que no hace falta que las aguas suban una decena de metros. Con dos o tres metros de elevaci¨®n, cualquier evento extremo que hasta ahora ten¨ªa consecuencias menores, en unos a?os las tendr¨¢ mayores. Para que no se cumpla esa abultada cifra, seg¨²n los autores del estudio, habr¨ªa que reducir las emisiones hasta lograr que la temperatura media global no subiera m¨¢s de dos grados respecto a los niveles preindustriales.
El problema es que, aunque se empezaran a reducir las emisiones ma?ana mismo, el nivel del mar seguir¨¢ subiendo ya que los GEI acumulados en la atm¨®sfera desde que empezamos a quemar el carb¨®n al inicio de la Revoluci¨®n Industrial seguir¨¢n calentando el planeta al menos hasta 2300, seg¨²n un reciente estudio sobre el futuro de la subida de las aguas. El investigador del Instituto Potsdam para la Investigaci¨®n del Impacto Clim¨¢tico y coautor de esta investigaci¨®n, Mathias Rangel, recuerda: ¡°La gran distancia temporal [entre causas y consecuencias] es una de las caracter¨ªsticas que hacen que el cambio clim¨¢tico sea un problema perverso. Las generaciones que se benefician de la combusti¨®n barata del carb¨®n no ser¨¢n los que paguen el precio¡±.
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