Alarma en Alemania
La multiplicaci¨®n de manifestaciones neonazis refleja la estrategia xen¨®foba
Las repetidas manifestaciones de car¨¢cter neonazi que se est¨¢n registrando desde el pasado domingo en la ciudad alemana de Chemnitz son la luz de alarma de una situaci¨®n potencialmente muy peligrosa agravada por una insuficiente actuaci¨®n de la polic¨ªa y su utilizaci¨®n pol¨ªtica desde el populismo de extrema derecha contra el Gobierno de coalici¨®n alem¨¢n.
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La muerte en una pelea durante la noche del s¨¢bado al domingo de un ciudadano alem¨¢n de origen cubano ha sido burdamente instrumentalizada por la ultraderecha xen¨®foba para lanzar una nueva campa?a de agresiones a inmigrantes y tratar de realizar demostraciones de fuerza en la calle con profusi¨®n de simbolog¨ªa supremacista, la ¨²ltima de las cuales se produjo ayer mismo. Para ma?ana est¨¢ prevista otra manifestaci¨®n ¡ªdenominada ¡°marcha silenciosa¡±¡ª convocada por las ultraderechistas Alternativa para Alemania (Afd) y Pegida.
El papel de la polic¨ªa alemana ha sido especialmente preocupante. La escasez de efectivos y la falta de coordinaci¨®n se plasmaron en una notable ineficacia durante los disturbios violentos generados por los neonazis. A esto hay que sumar la filtraci¨®n a grupos ultraderechistas, realizada por un funcionario de justicia, de la orden de detenci¨®n de un refugiado iraqu¨ª acusado de la muerte del ciudadano alem¨¢n. En el documento aparec¨ªan datos como el domicilio del presunto agresor. Cualquier connivencia de los organismos oficiales con estos grupos tiene que ser investigada y cortada de ra¨ªz.
Hay otro peligro a?adido, el de que esta oleada de acciones racistas se extienda a otras ciudades, especialmente del este de Alemania, donde anida una desafecci¨®n alimentada por el populismo ultraderechista con el discurso de que a sus habitantes se les considera ciudadanos de segunda frente a los del Oeste. Ayer mismo se produjeron dos agresiones en este sentido, una en la ciudad de Wismar donde un joven sirio fue atacado con cadenas de hierro y otra en Sondershausen, donde un eritreo result¨® herido en una pelea masiva.
Los movimientos neonazis no necesitan de excusa alguna para socavar el sistema, pero la llegada de m¨¢s de 1,2 millones de refugiados a Alemania desde 2015 les est¨¢ sirviendo para alentar la xenofobia y el ultranacionalismo. Seg¨²n ONG dedicadas a la defensa de los derechos humanos, solo durante 2017 se contabilizaron hasta cuatro agresiones xen¨®fobas. No son un episodio nuevo. Ya desde antes de la ¨²ltima crisis de los refugiados, la extrema derecha ha ido creando un caldo de cultivo contra los inmigrantes extranjeros que ha cristalizado en ocasiones en acciones tan graves como los sucesos de Rostock de 1992. Entonces, y durante cuatro d¨ªas, grupos neonazis apoyados por vecinos de la ciudad ¡ªy ante una total negligencia policial¡ª atacaron e incendiaron un albergue que daba cobijo a inmigrantes. Un total de 44 personas fueron procesadas por estos hechos.
Alemania es un pa¨ªs que ha dejado atr¨¢s un pasado terrible que caus¨® un gran sufrimiento. Sus instituciones y su ciudadan¨ªa har¨¢n bien en estar vigilantes ante quienes pretenden utilizar las dificultades del presente para reivindicar un pasado que no debe volver.
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