Crea tu propio 'souvenir'
De c¨®mo triunfar con el 'hazlo t¨² mismo' incluso en per¨ªodo estival
?Qui¨¦n no ha vivido ese momento estresante de final de vacaciones cuando descubres que te has olvidado de ¡°comprar un recuerdo¡± para la familia o los amigos? Presa del p¨¢nico, entras en la primera tienda de souvenirs que te sale al paso y a menudo escoges algo no por convencimiento sino por obligaci¨®n y por eliminaci¨®n: un objeto que no sea ni demasiado caro ni demasiado horroroso. Algunos est¨¢n interesados en que compremos souvenirs, pero ?significa eso que tenemos que hacerlo? ?Por qu¨¦ no apuntarse al DIY (do it yourself, hazlo t¨² mismo) incluso en verano? O incluso, simplemente, aprovechar los regalos que nos ofrece la tierra.
Mi hijo mayor, por ejemplo, colecciona piedras. ?Qu¨¦ mejor recuerdo de la monta?a que un pedrusco peculiar? Y adem¨¢s, m¨¢s barato, imposible. Yo por mi parte soy fan de pasear y recoger del suelo pi?as de pino. Me encanta decorar la casa con elementos vegetales porque los encuentro de una belleza excepcional y adem¨¢s me permiten recordar el paseo y el paisaje.
Este verano he compartido unos d¨ªas con un grupo de amigos en la alta monta?a. Alg¨²n d¨ªa despu¨¦s del paseo vespertino volv¨ªan a casa con frambuesas silvestres, con moras o con hojas de verbena, por citar unos ejemplos. La fruta la transformaron en confitura. Y las hojas de verbena las colocaron en saquitos. Todo ello para regalar a los amigos al volver a casa.
Otra tarde se reunieron unos cuantos para hacer tarjetas postales con l¨¢pices y rotuladores con la idea tambi¨¦n de llevarse un recuerdo y quiz¨¢ regalar la imagen a alguien. Por un momento me pareci¨® una idea ¡°infantil¡±. De hecho yo animo a menudo a mis hijos a decorar cartulinas y convertirlas en tarjetas de felicitaci¨®n para la familia y los amigos, pero de hecho no espero para nada que sean m¨ªnimamente bonitas. Me conformo con que vayan a tocar la fibra sensible del receptor.
Mis amigos tuvieron la idea genial de organizar una mini-exposici¨®n particular, abierta s¨®lo para nosotros mismos
Pero en realidad todos hemos aprendido en alg¨²n momento de nuestra vida a escribir y a dibujar, s¨®lo que hemos perdido la costumbre por el uso y abuso de ordenadores y por relegar la escritura y el dibujo a actividades ¡°escolares¡± no propias del adulto. Una vez conoc¨ª a una persona que cre¨ªa firmemente que incluso la lectura era s¨®lo para los ni?os. Sin comentarios.
Mis amigos consiguieron hacer postales realmente art¨ªsticas. Claro est¨¢ que escogieron una cartulina de calidad, se miraron alg¨²n v¨ªdeo tutorial en Internet y se agenciaron buenos l¨¢pices y rotuladores. Pero yo creo que sobre todo se tomaron la actividad en serio y creyeron que iban a hacerlo bien. No como yo con mis ni?os cuando los abandono ante la hoja blanca.
Una amiga propuso iniciarnos en el arte de hacer media. Pens¨¦ de entrada que se sentar¨ªan junto a ella otras madres hacendosas. Cu¨¢l fue mi sorpresa al descubrir entre el grupo de tejedoras a mi hijo de 9 a?os. Consigui¨® tejer varios puntos de libro y algunas cintas coloreadas de lana. Una de ellas cuelga del llavero de mi marido. Otra ni?a de la misma edad que mi hijo se hizo un saquito de lana para el invierno.
Mis amigos fueron a¨²n m¨¢s audaces en creatividad. Y yo tambi¨¦n con ellos. Donde nos aloj¨¢bamos hab¨ªa un taller de alfarero y nos permitieron crear nuestras propias piezas de cer¨¢mica a partir de arcilla roja. Me sorprend¨ª de nuevo con pocas expectativas respecto al resultado al llegar al taller. Pero a lo largo de los d¨ªas y de las horas pude ver a adultos y a ni?os por igual atentos al giro del torno, como si les fuera la vida en ello, guardando un silencio sepulcral, dispuestos a concentrarse para malear la arcilla a su antojo. Al final consiguieron realizar piezas resultonas y coquetas.
Antes de separarnos para volver cada uno a casa mis amigos tuvieron la idea genial de organizar una mini-exposici¨®n particular, abierta s¨®lo para nosotros mismos. La verdad es que durante los d¨ªas que pasamos juntos yo no hab¨ªa tomado conciencia del trabajazo que muchas personas, ni?os y adultos, hab¨ªan hecho por el placer de hacerlo y a menudo con la idea de obsequiar a alguien. Peque?as obras de arte (en min¨²scula) para la familia y los amigos, de poco valor en el mercado, invendibles muchas de ellas, pero mucho m¨¢s interesantes que cualquier pieza que podamos encontrar en una tienda ¡°oficial¡± de souvenirs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.