La expulsi¨®n de dos menores mantiene en vilo a Holanda
El Consejo de Estado ordena que los ni?os vuelvan a Armenia tras 10 a?os de residencia
Howick, de 13 a?os, y su hermana Lili, de 12, son armenios y se han escondido en Holanda. Llegaron con su madre hace 10 a?os, y ella pidi¨® asilo a las autoridades. A pesar del tiempo transcurrido, y de que se consideran holandeses por arraigo y educaci¨®n, el Consejo de Estado ¡ªla ¨²ltima instancia a la que pod¨ªan acudir¡ª ha decidido que no corren peligro en su pa¨ªs de origen. Deben regresar. Su progenitora, Armina Hambartsjumian, fue deportada el a?o pasado, y han vivido desde entonces con una familia de acogida. Su situaci¨®n tiene en vilo al pa¨ªs, y al menos 16 asociaciones de ayuda a refugiados han pedido al Gobierno que les permita quedarse.
Lili y Howick ten¨ªan dos y tres a?os, respectivamente, cuando se trasladaron a Holanda. Desde entonces, han cambiado de casa 16 veces y han pasado por 13 escuelas. Antes de su expulsi¨®n en 2017, la madre dej¨® a los ni?os en una casa secreta, pero fueron encontrados una semana despu¨¦s. Por eso estaban en acogida. Armina, de 37 a?os, sostiene que ambos padecen estr¨¦s postraum¨¢tico, trastorno confirmado por un experto holand¨¦s en neuropsicolog¨ªa. Tambi¨¦n asegura que en Armenia no les pueden tratar y se pondr¨ªan peor. Ella no les puede cuidar por el trauma sufrido durante estos a?os. El Consejo de Estado, por el contrario, indica que las autoridades armenias, y sus servicios del menor, pueden y deben ocuparse de ellos. Deben regresar cuanto antes.
¡°El Consejo de Estado nunca tratar¨ªa as¨ª a un menor holand¨¦s. Como no lo son, sus derechos son conculcados sin miramientos¡±, ha dicho Defense for Children, una de las ONG m¨¢s conocidas del sector. El problema es que, seg¨²n los tribunales, Armenia es un pa¨ªs seguro y no corren peligro, y eso ha desbaratado el intento de obtener un permiso de residencia. Los ni?os, que solo hablan neerland¨¦s, temen acabar en un orfanato armenio y han preferido ocultarse. El Gobierno, por su parte, recuerda la falsedad en la petici¨®n de asilo para justificar lo ocurrido, pero no puede evitar la cr¨ªtica sobre la tardanza en resolver un expediente en apariencia claro.
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