Kanye West, lo amas o lo odias
La ¨²ltima de sus excentricidades ha sido anunciar que se presentar¨¢ a la presidencia de Estados Unidos en 2024
¡°Nombra a un genio que no est¨¦ loco¡±. La frase la entona Kanye West en una de sus canciones. Rapero, productor, dise?ador, marido de Kim Kardashian y autor de una larga serie de pol¨¦micas que le han convertido en una de las celebridades que m¨¢s pasiones encontradas despierta. ?La ¨²ltima de sus excentricidades? Anunciar que se presentar¨¢ a la presidencia de Estados Unidos en 2024. Con su verborrea y su innegable talento art¨ªstico, West ha sido capaz de darle la vuelta al concepto ¡°o lo amas o lo odias¡±. Hay quien lo odia a pesar de su m¨²sica y hay quien lo ama a pesar de sus salidas de tono.
Se califica a s¨ª mismo como ¡°un genio creativo¡± y dice que su mayor pesar en la vida es que nunca podr¨¢ verse actuar en directo. Se ha comparado con San Pablo, Leonardo da Vinci, Steve Jobs... Y cuando en 2015 la revista Time le incluy¨® por segunda vez en su lista de los 100 personajes m¨¢s influyentes del a?o, Elon Musk, el fundador de Tesla, escribi¨® un perfil sobre ¨¦l que arrancaba diciendo: ¡°Kanye West ser¨ªa la primera persona en decirte que ¨¦l tiene que estar en esta lista. El tipo no conoce la falsa modestia. Y tampoco deber¨ªa¡±.
Es, probablemente, el artista m¨¢s egoc¨¦ntrico de su generaci¨®n. O, al menos, el que m¨¢s abiertamente lo admite. Desde que lanz¨® su carrera musical, a principios de los 2000, West (Atlanta, 1977) ha cosechado alabanzas y cr¨ªticas casi a partes iguales. Pero por cada episodio pol¨¦mico o por cada exabrupto suyo en alguna entrevista o en Twitter (antes de Trump, ya exist¨ªa Kanye West para tuitear sin filtro), el rapero contraataca con su m¨²sica.
En su haber presume de 21 premios Grammy y 21 millones de discos vendidos. Muchos aseguran que su ego desmesurado est¨¢ totalmente justificado. Se le atribuye el haber renovado el hip hop de la d¨¦cada de los 2000. Su influencia es tal, que ha abierto el camino para que superestrellas como Drake y The Weeknd pudieran encontrar un hueco. Y su talento como productor ¡ªempez¨® componiendo para otros y le cost¨® que las discogr¨¢ficas le tomaran en serio como rapero¡ª le ha llevado a firmar temas cl¨¢sicos para figuras como Jay Z (su mentor y amigo, con el que parece mantener una relaci¨®n de amor-odio), Alicia Keys y Janet Jackson.
Pero West siempre ha caminado sobre la l¨ªnea de la pol¨¦mica, una t¨¢ctica que a menudo eclipsa su talento art¨ªstico. Ha dicho, por ejemplo, que la esclavitud es ¡°una elecci¨®n¡± (aunque despu¨¦s pidi¨® perd¨®n). Y pocos pueden presumir como ¨¦l de haber soliviantado a dos presidentes de Estados Unidos: George Bush y Barack Obama. Del primero asegur¨® en directo, en un telemarat¨®n para recaudar fondos tras el hurac¨¢n Katrina en 2005, que ¡°no le importan los negros¡±. Despu¨¦s, Bush afirmar¨ªa que aquel hab¨ªa sido uno de los momentos m¨¢s ¡°desagradables¡± de su presidencia.
A Obama, por su parte, le pillaron llam¨¢ndole ¡°imb¨¦cil¡± en 2009 despu¨¦s de que West protagonizara su mayor pol¨¦mica en los VMA, los galardones que entrega la cadena musical MTV. Aquel a?o una jovenc¨ªsima Taylor Swift gan¨® el premio al mejor videoclip, pero West decidi¨® subirse al escenario para interrumpir su discurso de agradecimiento, arrebatarle el micr¨®fono y reivindicar que el galard¨®n deber¨ªa haber sido para Beyonc¨¦.
Avalancha de cr¨ªticas
Ese episodio, convertido hoy en un momento cumbre en la cultura pop m¨¢s reciente, marc¨® un punto de inflexi¨®n en la carrera de West. Una avalancha de cr¨ªticas feroces le oblig¨® a retirarse por unos meses. Regres¨®, m¨¢s fiel que nunca a su estilo de una de cal y otra de arena, con el que se considera su mejor trabajo, My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010). Despu¨¦s llegar¨ªa su matrimonio con Kim Kardashian, que les ha convertido a ambos en iconos globales, sus incursiones en el mundo de la moda y sus tres hijos, North, Saint y Chicago. Tambi¨¦n su periodo m¨¢s complicado: a finales de 2016 ingres¨® en una cl¨ªnica psiqui¨¢trica por un episodio de ¡°psicosis temporal¡±. ?l mismo ha confesado haber pensado en suicidarse y en la portada de su ¨²ltimo disco, Ye (2018), insin¨²a que sufre un trastorno bipolar.
Ahora su mirada parece estar puesta en el Despacho Oval. La semana pasada confirm¨® que se presentar¨¢ a la presidencia de EE UU en 2024. No quiere hacerlo en 2020 (algo que ya hab¨ªa afirmado hace tres a?os) para no enfrentarse con Donald Trump, al que ha apoyado en p¨²blico varias veces para horror de buena parte de sus seguidores. West promete encarar su carrera presidencial con la misma filosof¨ªa que su carrera art¨ªstica, sin medias tintas: ¡°Si decido hacerlo, lo conseguir¨¦. No voy solo a intentarlo¡±.
El golpe m¨¢s duro
Cuando Kanye West irrumpi¨® en el panorama musical en 2004 con su ¨¢lbum debut, The College Dropout, era una rara avis: frente a la est¨¦tica gangsta que dominaba entonces ¡ªraperos curtidos en la calle que presum¨ªan de un pasado marcado por la violencia y las drogas¡ª, West se presentaba como un chico de clase media, que hab¨ªa ido a la universidad y que rapeaba sobre temas tan inusuales como el materialismo o la religi¨®n.
Su madre, Donda West, profesora universitaria que asumi¨® el papel de m¨¢nager de su hijo desde el principio, era su principal fuente de inspiraci¨®n y de motivaci¨®n. Muri¨® en 2007 por complicaciones tras una operaci¨®n de cirug¨ªa est¨¦tica que ¨¦l pag¨®. En una entrevista con la revista Q en 2015, el artista confes¨® que el mayor sacrificio que hab¨ªa tenido que hacer para alcanzar el ¨¦xito hab¨ªa sido su madre. "Si yo no me hubiera mudado a Los ?ngeles, ella no habr¨ªa muerto", asegur¨®.
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