Los ultrarricos y la justicia fiscal

Despu¨¦s de 10 a?os de crisis, ya tenemos ganadores. Acabamos de conocer que el n¨²mero de ultrarricos en Espa?a que declaran patrimonios superiores a los 30 millones de euros casi se triplic¨® entre 2006 y 2016. Y, en paralelo, nos satisface escuchar al nuevo Gobierno del PSOE afirmar que los recortes en gasto e inversi¨®n p¨²blica han terminado. L¨¢stima que, al mismo tiempo, se haya comprometido con la Comisi¨®n Europea a seguir manteniendo una senda de reducci¨®n del d¨¦ficit incompatible con las necesidades sociales. Algo no cuadra.

El Gobierno est¨¢ presumiendo de aumentar el techo de gasto 5.230 millones respecto a 2018, pero oculta que son 4.000 menos que los que el PP fij¨® en 2015. Entonces, tanto Izquierda Unida como el propio PSOE se opusieron. Y, analizando las partidas por separado, la propuesta del Gobierno resulta inaceptable: el presupuesto de 2018 en Educaci¨®n es un 21% inferior al de 2010; el de Sanidad, un 31% inferior; el de Fomento cae un 54%... Desde Izquierda Unida y nuestros socios parlamentarios en Unidos Podemos y las confluencias, creemos que no hay excusa para no incrementar y desarrollar nuestro exiguo Estado social.

Si se quiere dar la vuelta a las pol¨ªticas austericidas y eso es lo que dice buscar el nuevo Gobierno del PSOE, entonces el techo de gasto del a?o pr¨®ximo debe elevarse sustancialmente. S¨®lo as¨ª podr¨ªan incluirse en los presupuestos del Estado los recursos necesarios para recuperar todo lo que nos ha sido arrebatado en los ¨²ltimos a?os.

Financiar el incremento del gasto y la inversi¨®n social no es una quimera porque vivimos en un pa¨ªs en el que recaudamos ocho puntos porcentuales del PIB menos que la media de la Uni¨®n Europea, fundamentalmente porque un pu?ado de privilegiados acumulan ventajas fiscales que ruborizan a cualquier observador imparcial. Es ineludible poner fin de manera inmediata a esto con medidas como combatir con m¨¢s energ¨ªa el fraude fiscal, incrementar la presi¨®n fiscal a las grandes empresas, eliminar los privilegios que tiene la Iglesia Cat¨®lica o las Socimis, equiparar los tipos de las rentas del ahorro a los del trabajo, aplicar un impuesto extraordinario a la riqueza de los m¨¢s adinerados, crear un impuesto a las transacciones financieras, o gravar adecuadamente a las empresas tecnol¨®gicas y otras transnacionales evasoras de impuestos.

Todas estas medidas afectan a muy poquita gente ¡ªen torno al 3% de los contribuyentes¡ª pero beneficiar¨ªan al 100% de la poblaci¨®n. Por eso defendemos que, para asegurar la financiaci¨®n de los servicios p¨²blicos, debe hacerse mediante un reparto justo de las cargas para los distintos grupos de contribuyentes, reforzando la progresividad en la recaudaci¨®n.

Es la hora de rescatar a la gente. Solamente hace falta voluntad pol¨ªtica.

Carlos S¨¢nchez Mato es responsable de Pol¨ªticas Econ¨®micas de IU.