Por qu¨¦ no todo es machismo
Usar el feminismo como justificaci¨®n para cualquier cosa es una manipulaci¨®n de los valores del movimiento, los debilita y convierte el discurso en una trampa
Naomi Osaka gan¨® el s¨¢bado la final del US Open frente a Serena Williams, la leyenda. Sin embargo, no fue eso lo que destacaron los medios de comunicaci¨®n ni de lo que se habl¨® en la calle o en las redes sociales. Fue Williams y una triple sanci¨®n. Perdi¨® los nervios, destroz¨® la raqueta contra el suelo y se enfrent¨® al ¨¢rbitro: ¡°?Eres un mentiroso y un ladr¨®n!¡±. ¡°?Soy madre, antes pierdo que hacer trampas!¡±. ¡°?Me debes una disculpa, me debes una disculpa!¡±. ¡°?No me volver¨¢s a arbitrar nunca m¨¢s! ?Es porque soy una mujer y lo sabes! ?Si fuera un hombre no me har¨ªas esto!¡±. ¡°?Est¨¢s atacando mi personalidad!¡±.
Williams convirti¨® una mala respuesta a la presi¨®n de un partido en una bandera del feminismo; y las amonestaciones del ¨¢rbitro, ajustadas a las normas, seg¨²n los expertos, en un ataque sexista. El debate es doble: sobre su actitud y sobre el machismo en el mundo del tenis. Pero, en esta ocasi¨®n, van por separado.
El feminismo se ha convertido en una capa inmensa que lo arropa todo, con m¨¢s fuerza en los dos ¨²ltimos a?os; empujado por la calle, las redes sociales, peri¨®dicos, radios, televisiones, webs, los gremios del cine y la m¨²sica, influencers, youtubers y rostros conocidos de distintas ¨¢reas, a todos los niveles: cultural, pol¨ªtico, econ¨®mico y social. Pero esa perspectiva, que ya forma parte del debate diario, no siempre es la respuesta, ni sirve para todo ni deber¨ªa ser utilizada como excusa, seg¨²n numerosas feministas y expertos consultados. No es un comod¨ªn ni da carta blanca a cualquiera, en cualquier momento y para cualquier cosa. M. ?ngeles Cabr¨¦, directora del Observatorio Cultural de G¨¦nero, se pregunta si Williams grit¨® en aquel momento porque la estaban agraviando como mujer. Su respuesta es negativa: ¡°El feminismo no es un escudo en el que parar todos los golpes que nos da la vida, exige responsabilidad y un buen uso¡±.
No siempre se hace y esa manipulaci¨®n del discurso juega a la contra; en un movimiento que crece y se expande a una velocidad vertiginosa, que ya es masivo y que tiene altavoces capaces de llegar a millones de personas de una vez, los disfraces no hacen falta. Que en el tenis hay discriminaci¨®n salarial por g¨¦nero, de trato, de cobertura medi¨¢tica y de atenci¨®n institucional es un hecho. Pero eso no puede usarse para explicar todo lo que ocurre en la pista, como arguye Loola P¨¦rez, feminista, fil¨®sofa e integradora social: ¡°Las mujeres empoderadas con una personalidad tan fuerte como la que ella tiene en el campo deben ser honestas con ellas mismas y saber cu¨¢ndo lo est¨¢n haciendo bien y cu¨¢ndo lo est¨¢n haciendo mal¡±. Zua M¨¦ndez, de Towanda Rebels, discrepa en este sentido, cree que este deber¨ªa ser otro de esos momentos en los que debe decirse: "Vamos a creer a las mujeres¡±. ¡°Porque est¨¢ rompiendo estereotipos en un deporte que no es nada amable con ellas¡±.
S¨ª. Pero quiz¨¢s porque hay argumentos, datos y estad¨ªsticas suficientes como para denunciar un machismo institucionalizado, no hace falta vestir el feminismo de victimismo ni hacer del discurso una deriva. Si dejamos que todo, por sistema, se convierta en machismo, corremos el riesgo de perder fuerza y raz¨®n en lo que s¨ª es consecuencia de una sociedad patriarcal. A ello hace alusi¨®n Octavio Salazar, jurista y experto en igualdad: ¡°Lo que define a un comportamiento machista es que hay un ejercicio de dominio o supremac¨ªa de un hombre hacia una o varias mujeres, e implica un trato violento, denigrante o humillante. Pero no lo es una llamada de atenci¨®n por incumplimiento de las normas¡±. Seg¨²n Salazar, aqu¨ª falla la visi¨®n transformadora del feminismo: ¡°Y me parece de dudosa ¨¦tica alegar que eso puede ser una actuaci¨®n feminista o contra el machismo¡±. A?ade, adem¨¢s, el error que supone la b¨²squeda de la igualdad por imitaci¨®n a lo m¨¢s negativo de lo que culturalmente est¨¢ asumido como masculino: ¡°Hay mujeres que para empoderarse asumen comportamientos iracundos y violentos como son los que habitualmente protagonizamos los hombres. Una de las ense?anzas del feminismo es que las mujeres no tendr¨ªan que hacer las mismas gilipolleces que hacemos los hombres¡±.
A pesar de partir de un constructo falso, la queja de Williams ha generado varias conversaciones necesarias. La del machismo en el mundo del tenis, por supuesto, que ocupa desde la noche del p¨¢sado s¨¢bado el di¨¢logo en medios internacionales y c¨ªrculos relacionados con el feminismo; y tambi¨¦n otras que entroncan con la visi¨®n y el tratamiento que se hace del comportamiento de las mujeres. Nuria C. Sopena, periodista y escritora feminista, apunta a ello: ¡°Puede que a un tenista se le permita un estallido y a una tenista no. Puede que a un tenista se le permita perder las formas y sin embargo a ella ahora se la vea como una mujer un tanto nerviosa¡±. La infantilizaci¨®n de la terminolog¨ªa con la que se describen los gestos o el tono de una mujer sigue siendo una constante: los hombres son temperamentales y las mujeres hist¨¦ricas, los hombres se enfadan y las mujeres se cogen rabietas. Ni la rabia ni los aspavientos de ellos deber¨ªan estar socialmente aceptados, ni los de ellas tan denostados. Si la igualdad es el objetivo, que el camino para llegar sea tambi¨¦n ese. Loola P¨¦rez lo concreta: ¡°Usar el victimismo para expresar una falsa denuncia de sexismo es una trampa. Una perversi¨®n de los valores de igualdad. No creo que esto sea algo que tenga que ver con el movimiento feminista¡± .
Lo que opinan los expertos
Loola P¨¦rez, feminista, fil¨®sofa e integradora social
Serena Williams usa el victimismo de una forma bastante perversa; al fin y al cabo, las mujeres en nuestra condici¨®n de persona podemos hacer cosas buenas y malas y el comportamiento que estaba teniendo no era apropiado para las reglas del juego y el ¨¢rbitro estaba en su derecho de reprenderla. Pienso que las mujeres empoderadas con una personalidad tan fuerte como la que ella tiene en el campo, tenemos que ser honestas con nosotras mismas y saber cu¨¢ndo lo estamos haciendo bien y cu¨¢ndo lo estamos haciendo mal. No somos Super Woman, aunque tengamos esa visi¨®n de Serena, porque es una enorme deportista y es un tit¨¢n en la pista; pero una cosa es ser buena deportista y otra la actitud que pueda tener. Le ha robado todo el protagonismo a su contrincante, que ha sido quien ha ganado ¨Cla multa, eso s¨ª, me parece desproporcionada-. En el campo de juego estamos acostumbrados a que los hombres hagan aspavientos, a que demuestren su agresividad, y no es que nunca pase nada, pero parece que los jueces de l¨ªnea son m¨¢s permisivos con ellos. Hay que valorar, por un lado, que ella no ha tenido una actitud correcta y apropiada y ver tambi¨¦n c¨®mo otros hombres tampoco la han tenido en otras ocasiones.
Creo que ha usado el victimismo y es una trampa que las mujeres usemos ese victimismo, expresado en una falsa denuncia de sexismo. Es una perversi¨®n de los valores de igualdad, una cosa es querer igualdad entendida como justicia y otra cosa es usar la igualdad como un adorno o un todo vale, como una especie de comod¨ªn, no creo que esto sea algo que tenga que ver con el movimiento feminista.
Mari ?ngeles Cabr¨¦, directora del Observatorio Cultural de G¨¦nero
Que Serena Williams ven¨ªa ya calentita por el tema de la vestimenta postparto que no le dejaron ponerse ya lo sab¨ªamos. Tambi¨¦n sabemos de la larga opresi¨®n de los blancos sobre los negros y del resentimiento que a¨²n alienta en muchos de ellos. Pero que su relaci¨®n con las normas del tenis no pase por sus mejores momentos y que el ¨¢rbitro portugu¨¦s sea m¨¢s bien p¨¢lido, no justifica su injustificable ataque de ira y mucho menos que se defienda aludiendo a su condici¨®n de mujer injustamente tratada. ?Gritas porque te est¨¢n agraviando como mujer, gritas porque el feminismo te da fuerzas para hacerlo? No, Serena, el feminismo no es un escudo en el que parar todos los golpes que nos da la vida, no es un comod¨ªn que sirva para un roto y para un descosido. El feminismo exige responsabilidad y un buen uso. Como cualquier veh¨ªculo, te puede llevar muy lejos. Pero si lo usas mal te puedes estampar, y eso es lo que ha sucedido. Primer mandamiento: amar¨¢s el feminismo sobre todas las cosas. Segundo mandamiento: no tomar¨¢s el nombre del feminismo en vano...
Octavio Salazar, jurista y experto en igualdad
Lo que define a un comportamiento machista es que hay un ejercicio de dominio o supremac¨ªa de un hombre hacia una o varias mujeres, e implica un trato violento, denigrante o humillante. Machismo no es que haya una llamada de atenci¨®n por incumplimiento de las normas. No creo que quepa argumentar el machismo como una especie de asidero para justificar lo injustificable. Vemos, adem¨¢s, que hay mujeres que para de alguna forma empoderarse asumen comportamientos iracundos, agresivos y violentos como somos los que habitualmente protagonizamos los hombres. Creo que justamente una de las ense?anzas del feminismo es que las mujeres no tendr¨ªan que hacer las mismas gilipolleces que hacemos los hombres. Flaco favor se le hace al feminismo con ese tipo de justificaciones y con este tipo de actuaciones que, porque vengan de una mujer, no las dota de una cualidad ni un valor moral; tampoco lo tendr¨ªan en el caso de un hombre. Ah¨ª falla la visi¨®n transformadora que deber¨ªa tener el feminismo y me parece de dudosa ¨¦tica alegar que eso puede ser una actuaci¨®n feminista o contra el machismo.
Idoya Noain, corresponsal en Estados Unidos de El Peri¨®dico
Hay muchos factores culturales, muy particulares de Estados Unidos, que han tenido que ver en este asunto. Aqu¨ª existe un tema racial importante y cualquier cosa puede ser usada como racismo. Y Serena es una leyenda, una de las mejores jugadoras de tenis de todos los tiempos. Es intocable. Adem¨¢s, durante el ¨²ltimo a?o, el embarazo y el posparto y los problemas de salud que ha tenido y los ¨²ltimos incidentes con su traje en Roland Garros, han elevado su status a la hora de hablar de igualdad. Ha puesto el foco durante este tiempo en la atenci¨®n sanitaria a las mujeres negras, algo que si ella no hubiese tratado, nunca se hubiera incidido tanto. Pero ayer lo que ocurri¨® no fue sexismo, perdi¨® los nervios, que es algo humano, pero lo convirti¨® en lo que no era y no dio marcha atr¨¢s. Manipul¨® lo que hab¨ªa ocurrido y lo convirti¨® en un debate de g¨¦nero. Y ha calado. El di¨¢logo hoy en Estados Unidos es el sexismo en el tenis y s¨ª, eso era necesario y es importante, pero no surge de una injusticia real. En ese momento, Serena Williams tal vez estaba pensando en los derechos, pero delante ten¨ªa a una mujer de 20 a?os, Naomi Osaka, que la idolatraba y que se estaba enfrentando su primer Grand Slam en medio de una pista llena de confusi¨®n y a la que opac¨® el espect¨¢culo de Williams.
Candy Rodo, corresponsal de La Vanguardia en Estados Unidos
La de ayer fue la tercera vez que Serena Williams se comportaba mal en la pista de forma memorable e hizo que se interrumpiese el partido para que el juez ¨¢rbitro y la supervisora del circuito fuesen hasta la pista, a¨²n a sabiendas de que una vez metidos hecho el registro del partido nadie puede hacer nada. Y en el momento m¨¢s glorioso hasta la fecha de Naomi Osaka, la tenista tuvo que bajarse la visera porque estaba llorando, en su primer Grand Slam. Luego intent¨® reconducir la cosa cuando dijo que Osaka lo merec¨ªa y que no hab¨ªa que arruinar el triunfo, pero ya lo hab¨ªa hecho ella. Si quer¨ªa denunciar algo, podr¨ªa haberlo hecho despu¨¦s del partido, ella sab¨ªa que no se pod¨ªan cambiar las decisiones del juez y que despu¨¦s iba a tener toda la audiencia de todo el mundo, todo el mundo est¨¢ siempre pendiente de Serena Williams y todo el mundo quiere hablar con ella. Creo que, adem¨¢s, en parte, quer¨ªa poner nerviosa a Osaka con el espect¨¢culo. Pero ella aguant¨® bien el tipo, fue educada durante y despu¨¦s del partido. A veces la carta del feminismo se usa a conveniencia y no siempre es justo. Ella (Williams) es una mujer que ha luchado mucho, que ha defendido la igualdad, que ha generado debate en torno a la maternidad y el sexismo en el mercado laboral, pero lo de anoche (por la noche del pasado s¨¢bado) no tiene excusa.
Amparo Rubiales, pol¨ªtica, abogada y feminista
No he visto el partido ni el incidente, grave, por las cr¨®nicas, todas escritas por hombres. La multa tambi¨¦n es muy importante. Seguramente se equivoc¨®. No lo s¨¦, pero como ha escrito Ana de Miguel,¡±el patriarcado es mantener que hay tantos feminismos como mujeres y que basta que una mujer diga algo porque ¡°le da la gana¡± para que ese algo sea ¡°feminista¡± y nos descalifiquen a todas". Serena Williams ha utilizado su condici¨®n de mujer para rebelarse contra la decisi¨®n del ¨¢rbitro, hombre por supuesto. ?Cu¨¢nto ha tenido que resistir Serena por ser mujer, negra y madre y seguir compitiendo? Seguro que m¨¢s, mucho m¨¢s, que los tenistas machos. Esta respuesta no gustar¨¢, pero as¨ª lo pienso. Y enhorabuena de coraz¨®n a Osaka, otra mujer ganadora.
Nuria C Sopena, periodista y escritora feminista
Ser feminista significa tambi¨¦n ser coherente. Entiendo la presi¨®n a la que ella est¨¢ sometida y todo lo que representa en el avance de la igualdad para todas, pero no creo que todo pueda ser explicado o excusado desde el feminismo. Serena ha tenido una mala salida, ha perdido las formas. Al igual que en otras ocasiones en las que ha sido v¨ªctima del machismo, en esta ocasi¨®n considero que ha sido v¨ªctima de los nervios y con su reacci¨®n no solo creo que no ha escogido bien el argumento, sino que adem¨¢s ha hecho que una compa?era que ha jugado y demostrado ser mejor tuviera una victoria amarga. Estoy segura de que en su interior se habr¨¢ dado cuenta del error. Y quiz¨¢ rectifique. Es importante combatir el machismo al 100%. pero respuestas as¨ª creo que no ayudan a la causa. Me gustar¨ªa haber comprobado si en el caso de que hubiera sido un tenista el que hubiera tenido esa mala reacci¨®n, el juez de silla habr¨ªa respondido con la misma sanci¨®n. Puede que a un tenista se le permita un estallido y a una tenista no. Puede que a un tenista se le permita perder las formas y sin embargo a ella ahora se la vea como una mujer un tanto nerviosa.
Isabel Mastrodomenico, agente de igualdad y directora de la Agencia de Comunicaci¨®n y G¨¦nero
No he visto todo lo que ha ocurrido, pero de lo que s¨ª me da la sensaci¨®n es que el reclamo, la frase puntual de ¡°eso no se lo dices a un hombre¡±, no hubiese pasado hace cinco a?os, la posibilidad de entender que hay una situaci¨®n -que se ha visibilizado mucho con el tema de la sanci¨®n a la otra tenista por quitarse la camiseta y ella por el traje posparto que llevaba en Roland Garros- que ha hecho que m¨¢s mujeres se den cuenta de m¨¢s cosas que nos pasan por ser mujeres, determinadas sanciones sociales, y no les pasan a los hombres por ser hombres.
Nuria Varela, escritora y experta en feminismo y violencia de g¨¦nero
Para saber si lo que ocurri¨® fue sexismo o no lo fue hay que mirar si en las mismas circunstancias a un jugador le hubiese ocurrido lo mismo. Si no es as¨ª, hay una mirada sexista. En el caso contrario, el feminismo no sirve para todo.
Luc¨ªa Mbomio, periodista y escritora
Creo que Serena, teniendo en cuenta el reto pendiente que ten¨ªa por convertirse en la jugadora con m¨¢s t¨ªtulos de grand slam [le hubiese quitado el honor a Margaret Court, que acumula 24] ten¨ªa mucha presi¨®n y tuvo esa reacci¨®n. Algo normal por la tensi¨®n que aguanta alguien de su nivel.
Lorena Morales, feminista, secretaria de Igualdad del PSOE en Madrid y concejala en Pinto
Vaya por delante que tanto Serena Williams como Venus Williams me parecen unos referentes en cuanto a igualdad, son unas luchadoras. Pero, en este caso, Serena ha tenido una salida de tono y no significa un paso adelante ni mucho menos en la igualdad, ni siquiera una conquista en el tenis. Es totalmente diferente a lo que ocurri¨® hace unos d¨ªas a Aliz¨¨ Cornet por cambiarse la camiseta cuando se dio cuenta de que la llevaba al rev¨¦s, que es algo que ellos hacen muy habitualmente, eso s¨ª es sexismo. Lo de Serena no, y no es apropiado que haga de eso una causa feminista, una p¨¦rdida de nervios en un momento de tensi¨®n no es una causa feminista. Y esto, por supuesto, no quita m¨¦rito a todo lo que ha hecho.
Yolanda Dom¨ªnguez, artista y feminista
Dudo, en primer lugar, que se hubiera hecho un art¨ªculo de un tenista por su actitud, y creo que es eso lo que precisamente eclips¨® el triunfo de Osaka, poner el foco en Williams me parece tendencioso. Una mujer tiene derecho a tener un cabreo, como un hombre. Iba perdiendo, estaba alterada y, como ser humano, se enfad¨®. Todos podemos hacer algo as¨ª en caliente y luego reconocerlo en fr¨ªo.
Mercedes Hern¨¢ndez, directora de la Asociaci¨®n de Mujeres de Guatemala
Yo lo veo desde otro lugar. En mi opini¨®n, lo que m¨¢s da?o puede hacer al feminismo es seguir dibujando a las mujeres y todo lo que tocan o hacen como indisoluble de la correcci¨®n y de la virtud. Es la imposibilidad de ser juzgadas con los mismos par¨¢metros con que se mide a los hombres lo que realmente hace da?o a la causa de las mujeres. No recuerdo portadas ni primeras p¨¢ginas de ning¨²n peri¨®dico para reprochar, por ejemplo, a jugadores de f¨²tbol (deporte masculinizado donde los haya) la agresividad y violencia impl¨ªcita y normalizada en tantos de sus partidos. A nosotras la demanda de virtud, a ellos la impunidad y el olvido ante similares hechos. Igualmente, me resulta muy hip¨®crita que alguien como John McEnroe haya pasado a la historia siendo venerado como un jugador indomable e impredecible en la cancha, por su agresividad y competitividad extremas y no s¨®lo por la calidad de su juego, mientras se da esta dimensi¨®n al enfado de Williams. La diferencia entre los tenistas hombres que han tenido grandes enfrentamientos con jueces y Serena Williams es que a ella se le est¨¢ sancionando en los medios y no s¨®lo en la cancha. Y eso s¨ª tiene que ver con que es m¨¢s f¨¢cil demandar a una mujer ¡ªno blanca, para m¨¢s se?as¡ª que sea la eterna flor de loto en medio del pantano.
Iria Mara?¨®n, editora y escritora feminista
Ella tiene el derecho a expresar su disconformidad con lo que est¨¢ pasando, pero no del modo en el que lo ha hecho. En mi opini¨®n, el feminismo no vale como escudo para todo, porque podemos empezar a confundir lo que es el movimiento. Es cierto que se cometen injusticias machistas continuamente hacia las mujeres, pero en este caso habr¨ªa que analizar si efectivamente es una injusticia.
Zua M¨¦ndez, de Towanda Rebels
Probablemente haya dicho lo que ha dicho no solo por lo que ha pasado hoy, estoy bastante segura de que Serena Williams ha tenido muchos momentos en los que se ha sentido discriminada por ser mujer y negra, en una competici¨®n hist¨®ricamente de hombres blancos colonizadores. Que ella y su hermana hayan sido las m¨¢ximas campeonas de este deporte ha levantado muchos resquemores y esta mujer se encuentra palos en la rueda constantemente. De hecho, las declaraciones de hace tres semanas en Roland Garros quej¨¢ndose por su indumentaria (aconsejada por los m¨¦dicos despu¨¦s del parto), refleja lo que significa para estas mentes cuadradas de los se?ores franceses e ingleses, lo que puede suponer una mujer negra, con su pelo rizado al viento, vestida como si fuera Black Phanter, con toda la connotaci¨®n pol¨ªtica que pueda tener. Probablemente lo tiene dif¨ªcil y estar¨¢ cansada de ver c¨®mo muchos hombres pierden los papeles; he visto mucha condescendencia con hombres, con campeones¡
Ella estaba en un momento clave para conseguir algo que nunca nadie en la historia ha conseguido, y pese a todo lo que ha dicho es que Osaka se merec¨ªa ganar. Creo que hay que entender que hay d¨ªas en los que una persona tiene un mal d¨ªa y puede ser m¨¢s expresiva y puede quejarse, estoy segura y quiero dejar claro que esto no es un hecho aislado y cuando ella habla de sexismo creo que est¨¢ siendo muy clara, y en este caso, igual que muchas veces decimos ¡°vamos a creer a las mujeres¡±, habr¨ªa que romper una lanza a favor de ella porque est¨¢ rompiendo muchos estereotipos y roles en un deporte que no es nada amable con las mujeres, que las sexualiza constantemente y m¨¢s a mujeres como ella, que no son mu?equitas rubias.
En definitiva, no creo que todo pueda ser tachado de sexismo y que el feminismo sea la coartada de cualquier rabieta, pero es comprensible que esta mujer despu¨¦s de todos los ataques que est¨¢ sufriendo le haya parecido que no es justo que despu¨¦s de dos warning le pongan un tercero por haberle llamado ¡°ladr¨®n¡±, cuando estamos viendo que los ¨¢rbitros en otros momentos son mucho m¨¢s condescendientes y entienden mucho m¨¢s cuando delante tienen hombres. Hay muchas cosas que revisar porque hay mucho sexismo. Ah¨ª tienes a Nadal, diciendo que los hombres tienen que ganar m¨¢s porque ganan m¨¢s dinero y facturan m¨¢s, tambi¨¦n los sponsor y los grandes exponentes de nuestro pa¨ªs, institucionalmente hablando, van a finales de hombres y de mujeres no.
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