La consulta de Bruselas
Los resultados de la votaci¨®n sobre el cambio de hora no pueden extrapolarse al conjunto de los europeos
No es frecuente que la Comisi¨®n Europea organice consultas sobre temas de amplio inter¨¦s social entre los ciudadanos de la UE. La mayor¨ªa de las que propone (y son bastantes, como me se?ala un lector, lo que me lleva a corregir la redacci¨®n inicial de este p¨¢rrafo), tienen tem¨¢ticas m¨¢s bien t¨¦cnicas o son de inter¨¦s minoritario. Por eso, la abierta este verano en Internet, en la que los europeos hemos podido votar sobre la conveniencia o no de mantener el cambio de hora, ha sido noticia. EL PA?S ha dedicado varios art¨ªculos al tema desde el anuncio de la votaci¨®n, que se inici¨® a principio de julio, hasta su resultado, que se hizo p¨²blico el 30 de agosto.
En la edici¨®n digital de ese d¨ªa, EL PA?S titulaba:?Los europeos piden a Bruselas el fin del cambio de hora por amplia mayor¨ªa. En el subt¨ªtulo, se especificaba correctamente: ¡°Un 80 % de los participantes en la consulta p¨²blica abierta por la Comisi¨®n Europea es partidario de eliminarlo¡±. En la edici¨®n impresa del 31 de agosto, los editores de Internacional optaron por un titular m¨¢s rotundo: ¡°El 80 % de los europeos piden a Bruselas el fin del cambio de hora¡±.
¡°Titular enga?oso, si no falso¡±, me escribe un lector, ?ngel Mar¨ªa Pascual Asura, que alega a continuaci¨®n: ¡°Una encuesta que se cuelga en Internet para que sea respondida por quien sepa que tal encuesta existe no cumple el principio de representatividad para que pueda realizarse la inferencia y poder aplicar a la poblaci¨®n los resultados obtenidos en la muestra con el margen de error correspondiente¡±. El se?or Pascual a?ade: ¡°Puede que el 80 % de quienes han respondido, como muestra incidental, pidan el fin del cambio de hora, pero esto no dice que se trata del 80 % de los europeos (...) En consecuencia, cabe realizar un par de reflexiones: en primer lugar la falta de rigor en determinadas noticias como la que estoy comentando, bastando en este caso la comprobaci¨®n de exigencias del m¨¦todo encuesta; y en segundo lugar si el diario quiere favorecer el fin del cambio de hora h¨¢galo, pero sin basarse en datos que no son correctos¡±. Lo que, teme el lector, puede llegar a originar noticias falsas.
He trasladado la queja a Andrea Rizzi, redactor-jefe de Internacional. ¡°El lector tiene raz¨®n¡±, responde. ¡°Nuestro titular no es acertado, porque la consulta p¨²blica en cuesti¨®n no permite inferir que el 80 % de los ciudadanos europeos apoya esa petici¨®n. Aunque la participaci¨®n fue alta no hay ninguna base para proyectar su representatividad a escala general. Pedimos disculpas por ello¡±.
De los 4,6 millones de participantes en la consulta, algo m¨¢s de tres millones eran alemanes, frente a unos 87.000 espa?oles
?lvaro S¨¢nchez, colaborador del diario en Bruselas que firmaba la cr¨®nica, considera, no obstante, que el n¨²mero de respuestas avala la consistencia de la consulta. ¡°Participaron 4,6 millones de personas, el 0,89 % de la poblaci¨®n de la UE. La representatividad es muy superior a la de cualquier otra encuesta hecha en Espa?a o en otros pa¨ªses sobre este u otro tema. En sondeos con una participaci¨®n muy inferior se titula con porcentajes de votos para los partidos y como sucede en este caso, el lector puede inferir que no se ha preguntado a todos los votantes al respecto¡±. ¡°Adem¨¢s¡±, a?ade, ¡°aunque est¨¢ muy lejos de ser un refer¨¦ndum, la Comisi¨®n Europea ha dado a los datos una gran relevancia. Hasta el punto de que han sido un factor muy importante para que se decida a acabar con el cambio de hora".
He planteado el tema a Kiko Llaneras, colaborador de EL PA?S y experto en an¨¢lisis electorales y sondeos de opini¨®n.
Llaneras precisa que la representatividad de una consulta no radica solo en el n¨²mero de participantes.
"Preguntar a 1.000 o a 100.000 personas no te garantiza representatividad¡± se?ala. ¡°Las encuestas de pocas entrevistas (1.000 para Espa?a) tienen representatividad solo cuando se dise?an para serlo: por ejemplo, incluyen cuotas para que haya mujeres y hombres, personas de la edad necesaria o que viven en las regiones proporcionales a la poblaci¨®n¡±.
De ah¨ª que est¨¦ de acuerdo con el lector. ¡°La consulta del cambio de hora no cumpl¨ªa, hasta donde s¨¦, ning¨²n requisito de representatividad. Un sesgo evidente es el dominio de los alemanes en la muestra, que una encuesta representativa habr¨ªa evitado a priori (con dise?o) o a posteriori (con ponderaciones)¡±.
¡°Una consulta¡±, concluye, ¡°no es una encuesta, en gran medida por esa distinci¨®n: una encuesta necesita ser representativa -es un instrumento para inferir lo que piensa todo el mundo, entrevistados o no-, una consulta, no necesariamente".
Tengo que precisar que el propio diario ofrec¨ªa a los lectores la informaci¨®n necesaria para cuestionar el titular, ya que public¨® ese mismo 31 de agosto en la web (algo m¨¢s resumido en el papel al d¨ªa siguiente) los porcentajes de participantes en la consulta en relaci¨®n con la poblaci¨®n de cada uno de los 28 pa¨ªses de la UE. Repas¨¢ndolo, se descubr¨ªa que de los 4,6 millones de votantes, algo m¨¢s de tres millones eran alemanes, frente a unos 87.000 espa?oles. Todav¨ªa inferior fue el entusiasmo de italianos y brit¨¢nicos que pr¨¢cticamente no participaron. De ello se puede concluir que la mayor¨ªa de los europeos no hemos votado a favor de eliminar el cambio de hora, aunque podamos o no estar de acuerdo.
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