Aguas enrojecidas de sangre
El destino demogr¨¢fico europeo no ha sido determinado por las ¨¦lites europeas o los ciudadanos, ni puede someterse a consultas populares
Las celebraciones suelen ser selectivas. A veces olvidan el hecho m¨¢s vivo del aniversario, que queda difuminado en la memoria. En abril de 1968, un diputado conservador de Westminster pronunci¨® un discurso que se ha instalado en la imaginaci¨®n pol¨ªtica como un hilo rojo que explica todo lo que ha sucedido con la llegada de ciudadanos extranjeros, especialmente de color, a la principal de las islas brit¨¢nicas. Se llamaba Enoch Powell, era un cult¨ªsimo profesor de lenguas cl¨¢sicas y su discurso enseguida se conoci¨® por los versos de Virgilio que citaba: "?Me parece ver 'las aguas del T¨ªber enrojecidas de sangre'".
Powell tir¨® hace 50 a?os de la alarma ante la llegada de ciudadanos de color de las antiguas colonias brit¨¢nicas, a buena parte de los cuales, a?os despu¨¦s, ahora mismo, se les hurtar¨ªa la nacionalidad en raz¨®n de la p¨¦rdida deliberada de la documentaci¨®n que les otorgaba derecho a convertirse en ciudadanos. Cuando lo pronunci¨®, quince d¨ªas despu¨¦s del asesinato de Luther King, la opini¨®n p¨²blica mundial se hallaba todav¨ªa impresionada por los disturbios raciales en Estados Unidos y el fantasma que atormentaba a las mentes conservadoras era el de una Europa convertida en una sociedad multicultural.
La profec¨ªa de Powell desborda ampliamente a la extrema derecha, a pesar de su contenido supremacista blanco y europeo. Powell consideraba que la llegada de los extranjeros era fruto de decisiones y de consensos entre las elites econ¨®micas y comerciales. "Es como contemplar a una naci¨®n enfrascada en construir su propio pira funeraria", dijo. Conservadores menos extremistas han querido entenderla como la advertencia ente el desentendimiento de toda una sociedad respecto a su futuro, algo que ha pretendido corregir con los instrumentos democr¨¢ticos, y concretamente con un refer¨¦ndum como el del Brexit.
Este es el caso del informe, difundido este martes, del Consejo Asesor de las Migraciones de Reino Unido, dedicado a estudiar la organizaci¨®n de las pol¨ªticas de migraci¨®n posteriores a la salida de la UE, que parte de una idea fundamentalmente err¨®nea e irrealista, como es creer que la democracia permite devolver el control de las fronteras y de la entrada de extranjeros, es decir, recuperar la soberan¨ªa perdida por la globalizaci¨®n y por la libre circulaci¨®n de personas en el espacio europeo.
Reino Unido se va de la UE, si creemos este informe y los argumentos de Theresa May, porque cree que puede escapar as¨ª del destino demogr¨¢fico europeo, un destino que no han determinado ni pueden determinar las ¨¦lites europeas o los ciudadanos, ni someterse a consultas populares. Se producir¨¢ en cualquier circunstancia, porque est¨¢ inscrito en la econom¨ªa, la geograf¨ªa y la demograf¨ªa, es decir, en el lugar que ocupa Europa, y tambi¨¦n Reino Unido, en el mapa geopol¨ªtico del mundo. Y solo depender¨¢ de nosotros, los europeos, y de nuestra capacidad para gestionar las migraciones con sensatez y respeto a los derechos humanos, que sea verdad o se desmienta la espantosa profec¨ªa sobre los r¨ªos de sangre que nos amenazan.
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