Bruselas y Londres encaran la recta final del Brexit sin visos de acuerdo
El acuerdo esperado para octubre se retrasa, como m¨ªnimo a noviembre, y aumenta el riesgo de provocar en marzo de 2019 una ruptura brutal
?ltima vuelta. Las negociaciones para la salida del Reino Unido de la UE inician este mi¨¦rcoles la fase final y Bruselas y Londres se vigilan de reojo sin atreverse a lanzar el asalto definitivo. La cumbre europea que arranca en Salzburgo se convertir¨¢ en un simb¨®lico vel¨®dromo en el que los dos equipos negociadores afilar¨¢n sus estrategias para maximizar los resultados aun a riesgo de provocar una estrepitosa ca¨ªda o de desfondarse en el sprint final.
"Por desgracia, un escenario sin acuerdo todav¨ªa es posible", dramatiza el presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, en la carta que ha dirigido a los l¨ªderes de los 28 pa¨ªses de la UE para convocar la reuni¨®n informal en la ciudad austr¨ªaca. "Pero si todos actuamos con responsabilidad", a?ade Tusk, "podemos evitar una cat¨¢strofe".
La cumbre de Salzburgo se hab¨ªa pensado como una cita del club para abordar la agenda de migraci¨®n, seguridad y terrorismo. Pero tras la desastrosa cumbre de junio sobre esos mismos temas y el envenenamiento de las relaciones entre los socios durante la crisis migratoria del verano, los l¨ªderes de la Uni¨®n han preferido aparcar sus diferencias y centrarse en un Brexit que empieza a entrar en terreno pantanoso.
La Uni¨®n esperaba cerrar el acuerdo de salida el pr¨®ximo mes de octubre y dejar as¨ª seis meses para el proceso de ratificaci¨®n parlamentaria, imprescindible para que Reino Unido deje de formar parte del club el pr¨®ximo 29 de marzo. Un calendario dif¨ªcil de cumplir, seg¨²n Tusk, que plantea ya la posibilidad de retrasar hasta noviembre, como m¨ªnimo, el remate del acuerdo.
La debilidad del gobierno de Theresa May y la lucha interna en Londres sobre el modelo de salida ha lastrado la negociaci¨®n y ha impedido al negociador jefe de la UE, Michel Barnier, avanzar a toda la velocidad que deseaba.
Barnier ha presentado este martes a las 27 delegaciones de la UE el balance de 18 meses de negociaciones y espera instrucciones de los l¨ªderes europeos, reunidos mi¨¦rcoles y jueves en Salzburgo, para proceder a rematar el acuerdo.
Los 27 han mantenido una unidad inquebrantable durante este per¨ªodo que ha desarbolado a un gobierno de May ya de por s¨ª muy debilitado y con la retaguardia en plena batalla campal. Pero la cercan¨ªa del plazo final y el riesgo de que las negociaciones descarrilen ha abierto las primeras fisuras en el club europeo. Y algunos socios, sobre todo en el Este, se muestran proclives a aceptar alguna concesi¨®n para facilitar que Londres recupere el terreno perdido y pueda firmar un acuerdo m¨ªnimamente honroso de salida.
La peque?a grieta entre los socios europeos se ha visualizado al t¨¦rmino de la reuni¨®n del martes en Bruselas, donde Barnier se ha desmarcado de la relajaci¨®n del calendario propuesta por Tusk para aliviar la presi¨®n sobre May. El franc¨¦s se ha reafirmado en su plan inicial que preve¨ªa el acuerdo el mes que viene. "Para m¨ª y mi equipo, octubre sigue siendo el momento clave para saber si es posible el acuerdo", ha se?alado Barnier. "Octubre es el momento de la verdad", ha remachado el negociador.
Barnier ya hab¨ªa advertido que algunas de las propuestas de Londres (recogidas en su Libro Blanco conocido como plan Chequers) contradicen las directrices de negociaci¨®n cursadas por el Consejo Europeo. Si se impone la mano dura, May estar¨ªa abocada al fracaso de su Brexit blando quedar¨ªa a merced de los miembros de su partido que defienden una ruptura brutal y sin acuerdo que deje a Reino Unido totalmente fuera el pr¨®ximo 30 de marzo.
May intenta evitar ese escenario cat¨¢strofe con un plan que propone mantener la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas entre Reino Unido y la UE y reservar para Londres un derecho de consulta y opini¨®n en la materia, como v¨ªa para evitar la aparici¨®n de una frontera f¨ªsica entre Irlanda (pa¨ªs de la UE) e Irlanda del Norte (provincia brit¨¢nica). Pero al mismo tiempo pretende acabar con la libre circulaci¨®n de personas.
Barnier ha advertido que ese plan amenaza "la integridad del mercado interior, la indivisibilidad de las cuatro libertades [de bienes, servicios, capital y personas] y la autonom¨ªa de decisi¨®n de la UE", seg¨²n las explicaciones del negociador recogidas en el acta de reuni¨®n de la Comisi¨®n Europea del pasado 18 de julio. Ese mismo d¨ªa, el franc¨¦s recomend¨® que "se calculen bien las consecuencias para la Uni¨®n". La cumbre de Salzburgo debe marcar el rumbo definitivo, con los codazos entre los dos equipos aumentando en intensidad. El Gobierno brit¨¢nico, que llega rezagado, d¨¦bil y desorientado, prepara ya, por si acaso, los argumentos para decir que Bruselas le ha sacado de la pista.
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